¿Qué es la Hidrocefalia canina y cómo se cura?

Podemos definir la hidrocefalia como la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Solo este dato ya nos permite intuir la gravedad de este trastorno que, por supuesto, va a necesitar tratamiento veterinario.

La hidrocefalia, por suerte, no es una patología muy común, pero sí puede afectar sobre todo a ejemplares de las razas más pequeñas. A continuación veremos los síntomas que produce y cuál es su tratamiento.

¿Qué es la hidrocefalia canina?

Como su propio nombre indica, la hidrocefalia es el cúmulo excesivo del líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro. Este líquido es el que baña el cerebro y la médula espinal.

La hidrocefalia se produce cuando encontramos una cantidad mayor de la normal en los ventrículos cerebrales. Estos son cavidades del interior del cerebro por donde el LCR circula. Esta condición incrementa su tamaño, lo que presiona la corteza cerebral contra el cráneo y la daña.

¿Qué causa la hidrocefalia en los perros?

Buena parte de los casos de hidrocefalia que se presentan tienen una causa congénita, lo que quiere decir que los animales ya nacen con esta condición. Van a manifestar síntomas antes de los seis meses de vida. Una minoría de los afectados adquiere esta patología como consecuencia de golpes o infecciones o tumores en el cerebro.

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¿Qué perros sufren hidrocefalia?

Todos los perros pueden verse afectados por esta enfermedad, pero hay algunas razas donde el riesgo de padecerla es mayor.

  • Maltés
  • Yorkshire
  • Chihuahua
  • Lhasa apso
  • Pomerania
  • Boston terrier
  • Pug
  • Pequinés
  • Bulldog

Tienen mayor propensión a la hidrocefalia congénita. Vemos que son razas de tamaño pequeño, miniatura o braquicéfalas.

En ellas es posible realizar estudios del cerebro mediante electroencefalografía. De esta forma pueden dedicarse a la cría solo ejemplares sanos. Con ello se reduciría la incidencia de la enfermedad.

Síntomas de hidrocefalia en perros

Es importante que reconozcamos los síntomas más habituales de hidrocefalia, sobre todo si nuestro perro se encuentra entre las razas que hemos mencionado como con mayor riesgo de sufrir este problema. Son los siguientes:

  • Convulsiones.
  • Ceguera parcial o total.
  • Estrabismo.
  • Deterioro de las capacidades cognitivas, que engloban todas los procesos mentales para percibir y procesar la información recibida.
  • Conductas extrañas.
  • Depresión.
  • Andar en círculos.
  • Presión de la cabeza contra superficies.
  • Los cachorros con hidrocefalia congénita presentan un característico agrandamiento de la cabeza, aunque no tiene por qué aparecer en el momento del nacimiento.

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Hidrocefalia subclínica

Este tipo de hidrocefalia es la que se produce cuando existe un aumento del tamaño de los ventrículos cerebrales pero no se desarrolla ninguno de los síntomas que hemos mencionado.

¿Cómo se diagnostica la hidrocefalia en un perro?

Para confirmar un diagnóstico de hidrocefalia el veterinario puede recurrir a pruebas como la radiografía, la ecografía, la tomografía computerizada o la resonancia magnética. No siempre es posible disponer de todas ellas. En numerosos casos se realiza un diagnóstico presuntivo, es decir, en base a la clínica y la respuesta al tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento para la hidrocefalia canina?

El objetivo del tratamiento es controlar la producción de líquido cefalorraquídeo. Para ello el veterinario prescribirá corticoides y diuréticos. En algunos casos es imprescindible recurrir a la cirugía para drenar el exceso de líquido, aunque hay que saber que puede tener complicaciones de gravedad.

Las operaciones intracraneales deben ser realizadas por veterinarios especializados. Son intervenciones muy delicadas. Igualmente el posoperatorio requiere cuidados atentos. Los perros permanecen ingresados unos tres días, tras los que seguiremos la recuperación en casa, según las recomendaciones veterinarias.

Es muy importante buscar asistencia nada más percibamos alguno de los síntomas mencionados. Iniciar el tratamiento de manera precoz, en lo posible con anterioridad a que se produzca un daño cerebral, mejora el pronóstico de la hidrocefalia.

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¿La hidrocefalia se cura?

Es posible tratar la hidrocefalia, por eso es importante que llevemos al perro al veterinario rápido y no dejemos pasar los síntomas pensando que no tienen cura o que se van a solucionar solos.

El pronóstico es reservado y va a depender de la rapidez con la que esta sea diagnosticada, del inicio temprano del tratamiento y del daño que cada perro afectado presente a nivel cerebral. En los perros que se han recuperado de una hidrocefalia pueden persistir como secuela dificultades en la capacidad de aprendizaje. En general parecen torpes.

Cuidados para un perro con hidrocefalia

Tanto si la opción escogida para el tratamiento es la cirugía como la medicación, es importante que tengamos en cuenta las siguientes recomendaciones. Se basan en mantener la calidad de vida del animal y preservar en lo posible su cerebro:

  • Se desaconseja ofrecer al perro juguetes tipo cuerda o mordedor que le pueden hacer sacudir la cabeza con brusquedad.
  • Es importante evitar síntomas como la tos o los vómitos por el esfuerzo que suponen a nivel de la cabeza.
  • Se recomienda pasear al perro con arnés y no con collar.
  • Es imprescindible que el perro esté bien nutrido e hidratado.
  • Evitar cambios bruscos.
  • Por supuesto, el seguimiento veterinario debe ser exhaustivo para ajustar la medicación o tratar precozmente cualquier empeoramiento.

Bibliografía
Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.
Morales y Montoliu (2012): Neurología Canina y Felina. Barcelona: Multimédica Ediciones Veterinarias.
Platt y Olby (2013): BSAVA Manual of Canine and Feline Neurology.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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