Falsos mitos sobre la nutrición de los perros

La nutrición y la alimentación de los perros son temas que suscitan dudas en casi todos los cuidadores. Quizás por eso sobre ellos circulan una gran cantidad de mitos que dificultan saber cómo actuar.

Vamos a repasar algunos de los más extendidos para aclarar qué hay de cierto y de falso en cada uno de ellos. Así podrás decidir con información verídica sobre estos aspectos tan importantes para la salud de nuestro perro.

Los cachorros y los perros adultos pueden comer lo mismo

Cada etapa en la vida de un perro tiene sus propias necesidades nutricionales. Por ello no debemos alimentar a un cachorro con comida formulada para adultos, tan solo dándole una menor cantidad.

Al revés, la dieta destinada a los perros en crecimiento no puede mantenerse durante toda su vida, cuando ya han dejado de desarrollarse. Hay algunas variaciones en función del tamaño del perro, pero, en general, la comida específica para cachorros tiene que mantenerse hasta los 12-18 meses.

Es mejor darle al cachorro más cantidad de comida para que crezca más

La ración que le ofrecemos al perro en esta etapa de su vida tiene que cubrir el valor medio de sus necesidades. Si se orienta al valor máximo, se incrementa el riesgo de que el perro sufra enfermedades osteoarticulares. Subnutrir al cachorro también tiene consecuencias negativas. De ahí la importancia de una alimentación equilibrada.

Además, a los perros de tamaño gigante, si les ofrecemos una dieta para un crecimiento demasiado rápido, corremos el riesgo de que padezcan alteraciones en el desarrollo articular. Por este motivo también debemos evitar los suplementos, salvo prescripción veterinaria.

Los perros se educan con premios comestibles

Puede utilizarse la comida como premio para la educación en obediencia del perro, pero este aporte de calorías tiene que descontarse de su ración diaria. Por eso podemos explorar otro tipo de premios, igualmente útiles, como las zanahorias.

Las caricias o las palabras de reconocimiento no interfieren en la nutrición y resultan una recompensa también efectiva. De lo contrario, el perro corre el riesgo de sufrir obesidad y trastornos ortopédicos.

El perro instintivamente sabe qué comer

Los perros tienen una tendencia a curiosear que les puede llevar a ingerir casi cualquier cosa comestible. Sobre todo si es nuestra comida, ya que, precisamente por ser nuestra, les resulta especialmente interesante. Lo cierto es que esta costumbre no es extraño que termine provocando una intoxicación.

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Los perros no pueden tomar leche

Es cierto que algunos perros adultos no toleran la leche (lactosa). Esto se traduce en vómitos, diarreas y otros problemas digestivos. Se debe a que, al crecer, los perros pierden la enzima digestiva que les permitía, de lactantes, digerir la leche.

Algunos perros, en cambio, aun al crecer, siguen tolerándola, por lo que estos ejemplares sí la podrían tomar sin problemas, formando parte de una dieta completa según las recomendaciones del veterinario.

Es mejor darles a los perros la comida cruda porque es más natural

La comida cruda puede albergar diferentes parásitos y bacterias que podrían hacerles enfermar. Además, algunos productos crudos son capaces de dificultar la absorción de nutrientes imprescindibles. Por ejemplo, el huevo crudo contiene una sustancia que reduce la absorción de la vitamina B.

Respecto a los huesos, no todos son recomendables porque podrían astillarse y causar lesiones, obstrucciones o atragantamientos. Por otra parte, los perros llevan domesticados no menos de 33.000 años, por lo que se alimentaban de sobras cocinadas por los humanos.

El chocolate es tóxico para los perros

El chocolate cuenta en su composición con una serie de sustancias perjudiciales para los perros, como la cafeína, la teobromina y una gran cantidad de grasas. Pero, para que resulte tóxico, el perro tendría que ingerir bastante y, además, no todo el chocolate representa el mismo peligro.

El cacao en polvo y las tabletas de chocolate para cocinar suponen el mayor riesgo. Una ingesta elevada produce agitación, temblores, vómitos, diarrea y coma. Las grasas disparan la posibilidad de sufrir pancreatitis.

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La alimentación casera consiste en darle nuestras sobras al perro

Alimentar a nuestro perro con comida casera puede ser una buena opción, siempre que diseñemos un menú siguiendo las recomendaciones de un veterinario experto en nutrición para que no presente ninguna carencia ni exceso.

Por lo tanto, nada más lejos que limitarnos a darle lo que nos ha sobrado del plato. De hecho, nuestros alimentos suelen ser demasiado grasos para ellos, con el consiguiente riesgo de provocarles pancreatitis, una enfermedad que incluso puede llegar a resultar fatal.

¿Cuántas veces al día tiene que comer un perro?

Lo principal es respetar la ración diaria que le corresponda en función de sus características. Esta cantidad es modificable, ya que son cifras medias, que pueden tener que aumentarse o disminuirse en función del estado corporal del perro. Si nuestro perro tiene que comer 300 gramos pero está gordo, habrá que reducirle la ración.

Al contrario, si está delgado, esta debe incrementarse, siempre consultando con el veterinario. En cuanto al reparto de la ración, en cachorros de hasta tres meses se recomiendan cuatro tomas al día. Hasta los cinco, unas tres. A partir de esa edad pueden comer una o dos veces al día.

Los perros castrados engordan

Es cierto que la castración implica una serie de modificaciones hormonales que pueden incrementar el apetito del perro, disminuir su metabolismo y reducir su actividad. Además, la operación suele realizarse entre los 6 y los 12 meses.

Esta edad coincide con la etapa en la que el crecimiento ya no es tan rápido, con lo que las necesidades energéticas tienen que disminuir. Por eso, si mantenemos su ración previa a la castración, es probable que el resultado sea un perro gordo.

Los perros pueden ser veganos

Los perros no pueden seguir una dieta vegana. Ellos están diseñados para basar su alimentación en el consumo de carne. En la práctica, sí pueden asimilar una dieta omnívora, adaptada a la alimentación humana y debida al vínculo establecido entre ambas especies. Pero no pueden consumir tan solo vegetales.

Bibliografía
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María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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