Síndrome de Wobbler

También conocida con el nombre de espondilomielopatía cervical o síndrome del tambaleo, esta patología se debe a la compresión de la médula espinal a nivel cervical. El síndrome de Wobbler progresa lentamente y es de etiología multifactorial.

Todavía hay un gran desconocimiento alrededor de las causas y las alteraciones que están involucradas en este trastorno, pero se necesita atención veterinaria y tratamiento conservador o quirúrgico. Veamos en detalle todo lo relacionado con este curioso síndrome.

¿Por qué se produce el síndrome de Wobbler?

Esta enfermedad está caracterizada por compresiones dinámicas y estáticas a nivel cervical de la médula espinal, las raíces nerviosas o ambas. Sucede por varias causas, con mayor o menor gravedad.

En la mayoría de los casos, suele deberse a la protusión de algún disco intervertebral, habitualmente localizado entre C5-C6 o C6-C7, malformaciones vertebrales acompañadas de graves hipertrofias del ligamento longitudinal dorsal, estenosis foraminal (estrechamiento del canal vertebral) o por cambios osteoartróticos a nivel de los procesos articulares.

En cualquier caso, no está claro por qué se desencadena, pero se baraja un origen genético, conformacional, nutricional o resultado de algún movimiento o ejercicio indebido.

Síntomas del síndrome de Wobbler

Debemos sospechar que nuestro perro padezca el síndrome de Wobbler si apreciamos uno o varios de estos síntomas. En tal caso, debe ser siempre el veterinario quien confirme el diagnóstico.

  • Marcha tambaleante, caracterizada por pasos cortos.
  • Marcha atáxica (Descoordinación)
  • Paresia predominante en los miembros pélvicos, que es una parálisis parcial o leve.
  • Dolor en la zona cervical, principalmente presente en las presentaciones agudas.
  • Cojera crónica, que sugiere un atrapamiento de la raíz nerviosa.
  • Atrofia muscular.
  • Déficits de posicionamiento propioceptivo (déficit de reacción postural).

¿Qué razas padecen Síndrome de Wobbler?

Aunque puede afectar a cualquier raza, tiene cierta predisposición a razas grandes o gigantes, y con mayor frecuencia en dos razas en concreto, Doberman y Gran Danés, que representan el 60-70% de todos los perros afectados. Habitualmente afecta a perros de entre 3 y 7 años de edad y no parece haber una predisposición sexual.

Aproximadamente el 50% de los perros de razas grandes tienen un solo sitio de compresión, y el 50% tiene dos o más. Mientras que en los de raza gigante, tan solo el 20% tienen un único sitio de compresión, siendo por tanto mucho más común (80%), en estos casos, la presencia de múltiples lesiones compresivas.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de Wobbler?

El protocolo diagnóstico se iniciará con la elaboración de la historia clínica completa del perro en la que figure, además de la edad y la raza, cuándo se ha iniciado y cómo ha evolucionado el cuadro clínico.

A continuación, sería recomendable observar al animal y llevar a cabo un correcto examen clínico, pero siempre con mucho cuidado y bajo las manos de un profesional, pues manipulaciones bruscas de la columna cervical son innecesarias y pueden conducir a una lesión mayor.

En casos con dolor dinámico, se recomienda utilizar comida para estimular que el paciente realice los movimientos por sí solo, de esta manera, en presencia de dolor no realizará el giro.

Aparte, existen numerosos exámenes neurológicos y ortopédicos exhaustivos que se pueden realizar. Las radiografías pueden ayudar, sobre todo a descartar otros diagnósticos diferenciales, como fracturas, luxaciones vertebrales, discoespondilitis o tumores vertebrales.

También se puede hacer una mielografía, mediante la inyección de contraste en el espacio subaracnoideo para observar la silueta medular. Este método era el de elección antiguamente. Actualmente, disponemos también del TAC (tomografía axial computerizada), que es más específico, no aporta mucha más información que la mielografía, pero sí una mayor resolución. Por eso se prefiere, una combinación de ambas técnicas, que es el mieloTAC. Éste último potencia las ventajas diagnósticas de ambas técnicas.

Sin embargo, a día de hoy, la prueba diagnóstica de elección es la resonancia magnética o RM, pues gracias a la visualización de cambios en la intensidad de las imágenes medulares se obtienen datos acerca de la gravedad, cronicidad y pronóstico del proceso. Además, no es necesaria la inyección de ningún contraste, lo cual disminuye el riesgo de complicaciones.

Tratamiento de la espondilomielopatía cervical

El tratamiento de esta enfermedad se ajusta a la sintomatología que ha producido y a la evolución del cuadro clínico. Por lo tanto, no existe un tratamiento único para aplicar en todos los casos. Puede optarse por un enfoque conservador o quirúrgico.

Tratamiento conservador de la espondilomielopatía cervical

Se basa en mantener al perro en reposo, restringiendo el ejercicio para minimizar las actividades de alto impacto que exacerbarían el componente dinámico de la compresión. Además, se deberá acompañar de una correcta medicación, encabezada por corticoesteroides o AINES (Antiinflamatorios no esteroideos), en segunda instancia.

Este enfoque se recomienda cuando el perro ha iniciado los síntomas tras sufrir un traumatismo leve y también para aquellos ejemplares que todavía están en crecimiento. En cambio, este tratamiento no se aconseja si el perro presenta alteraciones neurológicas en las cuatro extremidades o si se han detectado problemas óseos. Recientes estudios sobre este tratamiento indican una tasa de mejora de aproximadamente el 50%.

Tratamiento quirúrgico de la espondilomielopatía cervical

Si se opta por la intervención, el veterinario tendrá que valorar qué técnica quirúrgica es la más apropiada, pues se dispone de varias. La decisión se toma teniendo en cuenta la sintomatología, el examen neurológico y los resultados de las pruebas de imagen. En cualquiera, el porcentaje de éxito es elevado, aproximadamente el 80% de los perros mejoran tras la cirugía.

Pero pueden darse complicaciones postoperatorias y recurrencia. Además, el período de recuperación puede llevar hasta cuatro meses y el manejo no es sencillo, más tratándose de perros habitualmente de gran tamaño. El objetivo de todas ellas es la descompresión tanto directa como indirecta pero si no se consigue que sea suficiente, el perro no mejorará.
Complicaciones de la cirugía para la espondilomielopatía cervical

Las complicaciones pueden surgir en la propia cirugía, ya que todas las intervenciones con anestesia general tienen sus riesgos. El compromiso respiratorio, los problemas cardíacos o la hemorragia estarían entre las complicaciones más comunes. Durante el posoperatorio pueden aparecer infecciones, abscesos, seroma, migración o fallo de implantes, etc.

Sin embargo, la tasa media de complicaciones oscila en torno al 15% con únicamente una mortalidad del 3%. Habría que destacar que en ocasiones, este porcentaje aumenta en la raza del Dóberman, debido a la presencia de coagulopatías y cardiomiopatía dilatada, asociadas a la raza.

¿Cuál es el pronóstico de la espondiomielopatía cervical?

Esta enfermedad no es mortal pero sí afecta considerablemente a la calidad de vida, que es lo que hay que valorar. Es fundamental, una detección temprana y la elección del tratamiento adecuado, pues de esta manera la evolución puede ser bastante positiva y el porcentaje de recurrencias se reduce al 24%. Por lo tanto, ante cualquier síntoma sospechoso o anormal en vuestro peludo no dude en acudir al veterinario para que pueda valorarlo correctamente.

Vet. Sara Díaz Abelleira

Graduada en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Con experiencia en reconocidos e importantes hospitales de referencia tanto en España, el Hospital Veterinario de Puchol como en el extranjero, en el Centre hospitalier vétérinaire Languedocia en Montpellier o el CHV VetAgroSup de Lyon, Francia. Adentrándome en el mundo laboral con muchas ganas de seguir aprendiendo y ampliando mi conocimiento, siempre mejorando para poder ayudar a nuestros pequeños peludos. Ilusionada de poder compartir mis conocimientos con nuestros queridos lectores de Soyunperro.

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