Los perros, al igual que los humanos, pueden padecer hernias. Una de sus tipos es la hernia de hiato. Esta condición no es de las patologías más frecuentes en pequeños animales. No obstante, no estará de más conocerla y saber cómo tratarla.
Desde Soyunperro os introduciremos a lo que es una hernia de hiato esofágico, cómo se produce, sus síntomas, diagnóstico y el tratamiento adecuado. Vamos allá.
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¿Qué es la hernia de hiato esofágico y cómo se produce?
De forma normal y fisiológica, entre la cavidad torácica y la abdominal, a través del diafragma, se encuentra un orificio, el hiato esofágico. A través de este pasará el esófago dejando atrás la cavidad torácica introduciéndose en la cavidad abdominal.
Una hernia de hiato, por tanto, es la introducción del estómago y la parte del esófago abdominal en la cavidad torácica a través del hiato esofágico. Por lo tanto, dichas partes del abdomen quedan herniadas, atrapado y produciendo sintomatología. Estas hernias pueden ser persistentes o intermitentes.
Las posibles causas de las hernias de hiato son:
- Congénito (presente desde el nacimiento)
- Traumático
- Reflujo gastroesofágico. El reflujo puede ser una causa de las hernias de hiato. El hecho de un reflujo (subida constante de contenido del estómago hacia arriba) crónico, puede hacer que al final se desplace el esófago abdominal y parte del estómago hacia la cavidad torácica, herniándose.
Estas se diferencian de las hernias diafragmáticas porque en estas, los órganos abdominales entran en la cavidad torácica por una apertura anormal (no hiato esofágico) en el diafragma (normalmente debido a un traumatismo). Por lo que en general el diafragma se encuentra dañado.
Síntomas de una hernia de hiato
La sintomatología se va a producir por el atrapamiento del estómago o partes de él en el hiato esofágico, dificultando así el paso de alimentos sólidos. Por lo tanto, tendremos:
- Regurgitación. Los alimentos no digeridos, al no poder atravesar el estómago por estar atrapado, vuelven a subir hacia arriba segundos más tarde o minutos de haberlo ingerido. Puede darse hasta horas después de la ingesta. Por lo tanto, el animal se encuentra incómodo después de comer.
- Dificultad respiratoria. Según la gravedad de la hernia y el contenido atrapado en la cavidad torácica, podemos observar disnea o dificultado respiratoria. Aunque esto se observa más en hernias diafragmáticas al estar el diafragma dañado y por tanto protruir más cantidad de órgano/s abdominal/es en la cavidad torácica.
- Pérdida de peso con polifagia (ganas de comer).
- Deshidratación.
- Neumonía por aspiración recurrente y/o tos.
Diagnóstico
El veterinario necesitará hacer una anamnesis o historia clínica detallada del caso, así como un examen físico general completo. A continuación, se realizarán pruebas complementarias como radiografías. Estas pueden ser simples o con contraste de bario. En ambas se observará dilatación del esófago torácico y parte del estómago, con contraste de bario aplicado oralmente diluido con agua se ¨teñirᨠy se verá mejor en la radiografía.
Mediante la esofagoscopia (endoscopia de esófago) se podrá observar desde el interior del esófago, la zona atrapada en el hiato esofágico.
¿Se puede curar una hernia de hiato? Tratamiento
El tratamiento es importante, ya que los perros no tratados están predispuestos a desarrollar esofagitis crónica con ulceración de la mucosa, neumonía por aspiración, más estenosis (estrechamiento) y estrangulamiento de los órganos abdominales.
El pronóstico será reservado en caso de neumonía por aspiración. El tratamiento podrá ser médico en una primera instancia si el veterinario lo considera. Aunque el quirúrgico (dependiendo del grado de hernia) será más resolutivo.
Por lo tanto, el tratamiento médico pasa por:
- Terapia con antibióticos, fluidos y electrolitos en pacientes con neumonía.
- Alimentación desde una posición elevada y mantener así en la medida de lo posible durante 30 minutos.
- Alimentación más líquida, ya que estos pasarán con algo menos de dificultad.
- Alimentación con frecuencia pero poca cantidad.
- Si hay esofagitis, protectores o antiácidos como la famotidina.
El tratamiento quirúrgico pasa por introducir en el abdomen las porciones abdominales herniadas por el hiato esofágico y buscar la causa por si pudiera herniarse o no de nuevo.
En particular, si se observa tos o dificultad para respirar, comuníquese con su veterinario de inmediato, ya que esto puede indicar una neumonía por aspiración secundaria a un mal funcionamiento del esófago.