Seguro que en más de una ocasión le has tirado a tu perro un palo o una piedra para que vaya a buscarla, como si del juego más inocente del mundo se tratara. Es un mal hábito que todos o casi todos hemos cometido, ya que lo ideal es tirarles una pelota, juguete o frisbee, juguetes que no pueden ocasionarle daño alguno.
Si tu perro come palos o piedras, te encuentras ante un problema mayor de lo que piensas. Es un hábito muy peligroso no solo para su salud bucal, sino también para su aparato digestivo.
Vamos a ver cuáles son los principales motivos por los que un perro come palos o piedras, qué peligros conlleva y cómo evitar que siga haciéndolo.
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¿Es peligroso que el perro muerda palos o piedras?
Existen muchos peligros, tantos que seguramente cuando termines de leer este artículo no vuelvas a tirarle una piedra o un palo a tu perro nunca más.
Cuando los perros comen piedras existen dos grandes peligros, el primero es que se haga heridas en la boca o que desgaste sus dientes (el desgaste es algo muy común en perros habituados a comer piedras). A menudo estos problemas provocan infecciones o incluso la necesidad de cirugías para resolver los problemas originados por este mal hábito.
El segundo peligro es que se traque las piedras; tras morderlas un rato o jugar con ellas, conscientemente o sin querer, terminan tragándose las piedras o parte de ellas. Esto puede ocasionar graves daños en su aparato digestivo, pudiendo incluso provocar la muerte del animal.
Las piedras con aristas pueden producir heridas y desgarros en su garganta, estómago e intestinos, además de obstrucciones. Lo mismo sucede con los palos, al masticarlos las astillas pueden provocar graves problemas en su boca, garganta e intestinos. Puede que hayáis visto en alguna ocasión cómo vuestro perro defeca astillas tras haber estado jugando con un palo.
Estos son sin duda hábitos muy poco recomendables para tu perro, por los enormes problemas que pueden ocasionarles.
¿Por qué los perros comen piedras y palos?
Los motivos por los cuales un perro come piedras, palos, arena, barro, etc… pueden ser múltiples, aquí os dejamos una lista de los más comunes para que podáis evaluarlos y contrastarlos con la situación de vuestro perro:
- Trastorno médico conocido como “pica”: Es una alteración de la conducta que se da tanto en humanos como en animales. Consiste precisamente en eso, comer piedras, palos, arena, etc… sin sentido alguno.
- Cambio de dentición: Si nuestro perro es aún un cachorro, es normal que quiera morder un montón de cosas, sobre todo cuando está mudando los dientes. Debemos evitar que haga esto y enseñarle a morder sus juguetes, los cuales no deben presentar ningún peligro de que pueda tragárselos.
- Aburrimiento o estrés: Un perro aburrido o estresado puede tener conductas impredecibles, extrañas y obsesivas. Desde comerse trozos de la pared de casa a comer piedras y palos por la calle. Todo perro necesita unos cuidados y atención diarios, entre ellos una dosis de ejercicio adecuada para evitar precisamente este problema.
- Malnutrición: Está comprobado que algunos perros con deficiencias nutritivas, especialmente de algunos minerales lamen o comen piedras. Deberías consultar con un veterinario si crees que este puede ser el motivo por el cual tu perro realiza esta conducta para que te indique una dieta adecuada.
- Mala conducta / hábito: Muchos dueños no ven el peligro en jugar con piedras o palos, los usan a diario durante el paseo con sus perros pensando que de esa forma se divierten (ir a buscar el palo o la piedra). Lo cierto es que esto es un hábito a evitar, ya que lo ideal es jugar con pelotas, frisbees, o juguetes especialmente diseñados para perros, nunca con palos o piedras.
- Enfermedad gastrointestinal: Algunos perros con dolores gastrointestinales pueden comer piedras, porque esto puede proporcionarles un poco de alivio, aunque obviamente no son conscientes de que les va a perjudicar más que beneficiar. Es un veterinario quien debe examinar a nuestro perro y determinar si padece alguna enfermedad o dolencia digestiva que le motive a comer piedras.
¿Cómo evitar que un perro coma piedras y/o ramas?
Simplemente observándolo. Salir a pasear con un perro no es soltarlo y dejar que corra a su aire sin más. Debemos controlarlo en todo momento, como si de un niño pequeño se tratara, esto no significa que debamos llevarlo atado siempre o no darle libertad, simplemente debemos observarlo.
Si vemos que coge un palo o una piedra, debemos regañarle para que la suelte. Si no la suelta, obviamente debemos buscar la forma de quitársela y regañarle para que asocie que coger estos objetos no está bien.
Una forma genial de evitar que un perro con este mal hábito deje de comer piedras, es comprarle un frisbee o una pelota. Le podemos tirar el frisbee o la pelota para que se acostumbre a cogerla, en vez de las piedras. Con el tiempo, un poco de entrenamiento con tu perro y con alguna regañina cuando intente coger una piedra aprenderá a tener unos hábitos más saludables.
- Importante: nunca utilices el castigo físico con tu perro, en su lugar, debes regañarle cuando haga algo que no debe, en este caso coger una piedra o un palo. Es más efectivo utilizar el refuerzo positivo, premiándolo cuando nos hace caso.
Realizar ejercicio físico con tu perro, como por ejemplo salir a correr juntos, o que te acompañe cuando sales en bicicleta, en patines o patinete, etc… es una gran forma de evitar que se aburra, además de mantenerlo en forma. Jugar con tu mascota es muy recomendable, ya que también es una forma muy sana de estrechar relaciones.