El Foxhound americano o American Foxhound es un perro de carácter dulce, independiente y dócil. Su origen se remonta a Estados Unidos, donde antiguamente era criado como perro sabueso, gracias a su agilidad, olfato y velocidad para correr.
¿Quieres conocer cuales son sus principales características y cuidados? Descubre toda la información que hemos recopilado para ti sobre esta raza.
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Historia de la raza Foxhound americano
La historia del Foxhound americano es muy curiosa. George Washington, prócer de la independencia estadounidense, jugó un papel clave en su desarrollo.
Incluso tras la independencia, la élite de Estados Unidos conservaba muchas de las costumbres inglesas; entre ellas, la caza de zorros. Este sabueso americano nació a raíz de la crianza de Foxhound inglés en el Nuevo Continente, donde se cruzó con sabuesos franceses.
George Washington supervisó personalmente la crianza de los nuevos perros. Las características de esta raza se establecieron de forma definitiva tras la Guerra Civil.
Características físicas del Foxhound americano
Estamos frente a un perro mediano, esbelto y musculoso, aunque sin parecer pesado. El hocico es ligeramente alargado y de aspecto cuadrado, con una trufa de color negro.
Los ojos son grandes y con una expresión simpática, casi dulce; aparecen en color castaño o avellana. Las orejas son largas, anchas y caídas.
El pelaje es corto, duro y abundante. El manto aparece en múltiples combinaciones de colores, aunque existe una muy común: mezcla de blanco, negro y rojizo, variando alguno de los colores hacia el fondo, mientras que los otros dos presentan el patrón de manchas típico de la raza.
¿Cómo es la personalidad del Foxhound americano?
Quienes tienen a uno de estos perros en casa conocen su personalidad dulce, fiel y dócil. Sin embargo, no es recomendable para criadores novatos o familias que nunca han tenido perros, pues requiere de mucho entrenamiento.
El Foxhound americano se lleva bien con otros perros, gatos y niños, siempre y cuando haya recibido correcta socialización y adiestramiento canino. Esta raza también se divierte jugando con niños activos y disfruta de pasar tiempo con la familia.
Su instinto de sabueso hace que sea un perro ladrador, así que se requiere de mucha paciencia para entrenarlo. De lo contrario, los ladridos podrían convertirse en una molestia.
¿Qué cuidados necesita un Foxhound americano?
Es recomendable comenzar con su adiestramiento desde cachorro, de preferencia con un entrenador canino, si no contamos con los conocimientos. Se debe poner énfasis en los comandos de obediencia.
Esta raza necesita entre una y dos horas de ejercicio diario. De lo contrario, no liberará toda su energía y desarrollará conductas destructivas. Es importante que tengamos esto en cuenta antes de adoptarlo; si no contamos con el tiempo suficiente, es mejor decantarse por una raza más tranquila.
Entre las actividades que podemos realizar con él se encuentran el running, los paseos en bicicleta y las caminatas. Su tendencia a seguir rastros puede ser peligrosa durante los paseos, siempre debemos llevarlo con correa o arnés.
Además, disfruta de los juegos para encontrar premios o perseguir la pelota, ya sea en el jardín de la casa o en parques. También podemos inscribirlo en Agility.
El pelaje corto requiere de 1 o 2 cepillados por semana. El baño solo es necesario cuando el manto esté sucio.
Enfermedades comunes de la raza
Se trata de una raza saludable. Siguiendo el calendario de vacunas y desparasitación, además de una o dos visitas anuales al veterinario, lo mantendremos saludable.
Adicional a esto, tiende a sufrir de:
- Displasia de cadera: es una enfermedad congénita que afecta la unión del fémur con el hueso de la cadera. Ocasiona dolor y cojera. Requiere de atención médica, ejercicio moderado y un cambio de dieta.
- Infecciones auditivas: las orejas largas de esta raza acumulan bacterias que provocan infecciones. Semanalmente, es recomendable que revisemos con cuidado en busca de signos de infección, como mal olor.
- Trombocitopenia canina: es una enfermedad de la sangre. Provoca la producción de anticuerpos que atacan el hígado, la médula ósea y otros órganos vitales. Produce depresión, anemia, taquicardia, fatiga y soplos en el corazón. Requiere de atención médica inmediata y tratamiento farmacológico.