El galgo italiano, también conocido como pequeño lebrel italiano, es una raza ágil y esbelta. Se cree que ya existía en el Antiguo Egipto, donde era mascota de los faraones. Además, existen imágenes de él en pinturas renacentistas de todo el mundo.
La raza se destaca por su habilidad para correr y su personalidad cariñosa y familiar. Si quieres conocer todos los detalles sobre esta pequeña pero preciosa raza, dedícanos los próximos dos minutos ¿Preparad@?
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¿Cuál es la historia de la raza Galgo Italiano?
El galgo italiano es una raza perro impresionante, pues ha sobrevivido al menos 2000 años. Es posible encontrar imágenes de él en murales provenientes de Turquía, Egipto y Grecia, donde era utilizado como animal de compañía.
Al ser un perro pequeño, era considerado símbolo de estatus social, por lo que su popularidad repuntó durante el Renacimiento. Reyes, duques y nobles tenían un lebrel italiano como mascota.
A partir de 1886, la raza comenzó a formar parte del estándar establecido por la American Kennel Club. Durante las dos guerras mundiales, estuvo a punto de desaparecer, pero el esfuerzo de criadores en todo el mundo permitió que en la actualidad siga existiendo.
Características del Galgo Italiano
El galgo es un perro de tamaño pequeño, incluso considerado miniatura. El hocico es estrecho y alargado, terminado en una trufa oscura y levantada.
Los ojos son grandes redondos y muy expresivos, es fácil adivinar su estado de ánimo con ellos. El color del iris es castaño o negro, mientras que los párpados son oscuros.
Las orejas del galgo son pequeñas, delgadas y finas, se levantan cuando el perro adopta una posición alerta.
El pelaje es corto y sedoso. El estándar de la raza señala que aparece en color negro y amarillento, además del galgo italiano gris, uno de los más populares. Puede tener, además, algunas manchas blancas en el pecho.
La apariencia general del lebrel italiano lo convierten en un perro elegante y bonito.
¿Cómo es el carácter del Galgo Italiano?
Al ser un perro corredor, es excelente para familias que disfrutan las actividades al aire libre. Le encanta jugar con niños mayores, correr tras ellos y perseguir la pelota. Los juegos dentro de casa también lo motivan, excelente opción cuando no es posible sacarlo al parque.
Si acostumbramos a salir a caminar o trotar, es posible convertirlo en un compañero de ejercicios habitual, respetando su ritmo para no cansarlo demasiado y evitar fracturas en las patas, un problema habitual de la raza.
Gracias a su pequeño tamaño y su pelaje corto, es un buen perro para vivir con personas mayores o tenerlo en un pequeño apartamento, siempre y cuando se respete su necesidad de ejercicio.
Durante el día, el galgo italiano es tranquilo y hasta un poco sensible a los ruidos, por lo que no es recomendable para familias con niños pequeños.
Puede ser un poco miedoso con desconocidos, no debemos forzarlo a mostrarse amable con otras personas o mascotas.
¿Qué cuidados necesita un Galgo Italiano?
Con respecto al cuidado diario, el principal factor para tener en cuenta es el lugar de juego. Si lo llevamos al parque, es recomendable supervisar sus juegos y alejarlo de perros más grandes, para evitar accidentes.
Al ser de tamaño pequeño y pelaje tan corto, un cepillado por semana será suficiente. El baño solo es necesario cuando esté sucio, de acuerdo con la actividad física.
En cambio, se recomienda que desde cachorro el galgo italiano se habitúe al cepillado de los dientes. Esto lo debemos complementar con una limpieza dental veterinaria realizada una vez al año.
La alimentación debe adecuarse al tamaño y edad del perro, vigilando no ofrecer demasiados snacks caninos, para evitar problemas de obesidad. Como en cualquier raza canina, debemos proporcionarle agua limpia en todo momento.
¿Cómo educar a un Galgo Italiano?
Un cachorro de galgo italiano requiere de una correcta socialización para prevenir que desarrolle una personalidad muy asustadiza. Introducirlo con paciencia a nuevos ambientes y personas, permitiendo que asimile la situación desconocida a su ritmo, crearán confianza en él y le ayudará a sentirse seguro.
Debemos basar el entrenamiento en el refuerzo positivo, ofreciendo caricias, felicitándolo y dándole algunos snacks cuando cumpla las órdenes correctamente.
Al ser animales tan inteligentes y sensibles, aprenden rápidamente y responden muy bien a nuestra aceptación. Por este motivo, jamás debemos gritarles o maltratarlos.
Enfermedades comunes de la raza Galgo Italiano
Aunque se trata de un perro sano sin enfermedades congénitas, puede sufrir algunos problemas de salud. El principal se debe a fracturas, ya que sus huesos son frágiles y quebradizos. Por esta razón, conviene vigilar los juegos, no forzar las caminatas y tener especial cuidado cuando es cachorro, para evitar lastimarlo de forma accidental.
Además, puede sufrir de:
- Hipotiroidismo: se ocasiona por el mal funcionamiento de la tiroides. El hipotiroidismo provoca debilidad, pérdida del equilibrio, sobrepeso y colesterol alto.
- Necrosis avascular de la cabeza del fémur: aparece en los primeros meses de vida. Consiste en la calcificación del hueso del fémur, provoca cojera, atrofia del músculo y dolor.
- Atrofia progresiva de la retina: afecta la retina de uno o ambos ojos. Se traduce en una pérdida lenta de la capacidad visual, hasta convertirse en ceguera total.