¿Por qué ladran los perros?

Los hay más fuertes, más secos, combinados con gruñidos o hasta con gemidos. Hay ladridos de varias clases y cada uno con un significado distinto.

Este sonido, tan fácil de reconocer pero a veces difícil de comprender, es la voz del perro; su forma de comunicarse con nosotros y con los de su propia especie. En este artículo veremos cuáles son los motivos que pueden hacer que ladre más frecuentemente.

Los ladridos, una forma de comunicación

Los perros tienen, al igual que sus antepasados, una estructura social compleja y organizada. Para ello necesitan un sistema de comunicación. De este modo, pueden expresar sus sentimientos e intenciones y, además, conocer las del resto de sus compañeros.

Para comunicarse un can utiliza principalmente tres sentidos: la vista, el olfato y la audición. En el medio natural el mensaje sonoro es muy útil y resulta clave cuando no son posibles las otras vías. Pero no solo los perros se ladran entre ellos, también es su forma de hablar con los humanos.

Uno o dos ladridos cortos y en un tono medio al vernos es su forma de decirnos “hola”. En cambio, si es muy rápido, puede estarnos alertando de la presencia de un extraño. ¿Qué es, en definitiva, lo que más suelen comunicarnos a través de los ladridos? Veamos.

Motivos por los que un perro ladra

Los peludos pueden ladrar por un sinfín de razones, externas o internas. Entre las más comunes destacan las siguientes:

Por ejemplo los perros sometidos a entrenamientos muy duros, que viven una mudanza o que se sienten solos. Cuando este comportamiento es constante hay un problema, pues es un signo de que el peludo no se siente bien psicológicamente, padece estrés.

Además es un ladrido que puede terminar “contagiándose” por todo el vecindario. Por eso, es importante que no dejes a tu peludo demasiadas horas solo en casa y, sobre todo, sin ninguna forma de entretenimiento. De lo contrario, podría terminar con problemas de ansiedad.

A menudo son cosas en las que nosotros ni reparamos: una persona que pasa por el otro lado de la puerta, el viento moviendo las hojas, la presencia de otro animal cerca…

Como ves, hay muchos motivos que pueden hacer que un perro ladre. De hecho, muchas veces no solo se debe a una sola causa. Hay un conjunto de factores que pueden influir en este comportamiento.

Por ello, la mejor forma de comprender qué le ocurre es conociendo bien su personalidad y prestándole mucha atención para lograr traducir ese ladrido perruno al lenguaje de los humanos.

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