Aunque no es una patología muy común, los testículos de los perros pueden padecer atrofias que precisen de tratamientos intervenciones para solucionarlos. En ocasiones, la castración es también una buena opción para solucionar el problema.
Veamos en detalle todo lo relacionado con la atrofia testicular en los perros, en qué consiste, cuáles son los posibles orígenes de esta patología veterinaria y qué podemos hacer para ayudar a nuestro perro.
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¿Qué es la atrofia testicular?
La atrofia testicular hace referencia al proceso en el cual uno o los dos testículos del perro sufren un proceso degenerativo y normalmente disminuyen de tamaño y se hacen menos o nada funcionales.
Puede ser hereditario (predisposición en individuos cuyo parentesco lo han padecido) o no hereditario y adquirido (se desarrolla a lo largo de la vida del animal sin tener predisposición genética alguna).
¿Por qué algunos perros tienen atrofias en los testículos?
La atrofia testicular no se debe a una sola causa. Puede deberse a varias, las cuales se podrían englobar en dos de las más comunes. En orden de mayor a menor probabilidad de aparición sería; criptorquidia y tumores testiculares. Expliquemos cada uno de ellos.
- Criptorquidia: es el fracaso hereditario del descenso testicular a la bolsa escrotal a través de los anillos inguinales. El descenso testicular en los cachorros debería producirse en los dos primeros meses de vida de los mismos. Más allá de los cuatro meses sin que estos desciendan hay una alta probabilidad de que uno o ambos no terminen de descender al escroto, produciéndose criptorquídea y las consecuencias que esta condición acarrea.
Puede ser por tanto uni o bilateral (uno o ambos testículos no desciende). El alojamiento anómalo de este o ambos testículos puede ser en el abdomen o en la zona inguinal. El problema de esto es que dichos testículos pueden tumorizarse y atrofiarse al estar en otra cavidad anómala con más temperatura de lo normal.
No obstante, los testículos criptórquidos podrán seguir produciendo testosterona pero no esperma.
- Tumores testiculares: los tumores testiculares son mayormente diagnosticados en machos geriátricos, en una edad promedio de diez años. Existen razas con mayor predisposición como Bóxer, Chihuahua, Poodle miniatura, Schnauzer miniatura, las cuales pueden ser afectados a una edad más precoz.
Se ha publicado que el riesgo de neoplasia en testículos criptórquidos es de nueve a catorce veces más alto que en testículos escrotales normales (Moreno et al., 2012). Ejemplos de estos pueden ser: tumor de células de Sertoli (TCS o sertolinoma), tumor de células de Leydig, seminomas…
¿Cómo puedo saber si mi perro tiene atrofia testicular?
En caso de la criptorquídea, los síntomas serán claros ya que se podrá observar solo un testículo o ninguno en la bolsa escrotal. Se podrá observar un bulto subcutáneo en forma de testículo de mayor o menor tamaño en la zona de alrededor del pene.
Los perros con tumores testiculares pueden llegar a consulta por un posible abultamiento en la zona inguinal o escrotal. En pocas ocasiones ocurre un tumor que genera agrandamiento abdominal con torsión del cordón espermático, que lleva a un cuadro de abdomen agudo (Gregory et al., 2008; Higginbotham y Lynn, 2010).
En caso de tumores testiculares, generalmente el tamaño, forma o rigidez del testículo cambia. Por lo que en muchas ocasiones será fácil apreciarlo a simple vista.
¿Qué pruebas veterinarias se necesitan?
Como en toda patología, el veterinario deberá seguir un proceso rutinario que consistirá primeramente en una anamnesis o historia clínica donde se querrá indagar en detalles como desde cuándo llevan los síntomas presentes, cómo ha sido la evolución, etc. Posteriormente se llevará a cabo un examen físico general del paciente a fin de explorar algún posible signo sistémico.
A continuación, el especialista palpará la zona inguinal o abdominal en buscar del o los testículos alojados fuera de la bolsa escrotal. En referencia a las pruebas complementarias, para diagnosticar por ejemplo la criptorquidia en un perro, será necesario hacer una ecografía para localizar uno o los dos testículos que no han descendido correctamente al escroto. Esto será importante a la hora de la cirugía para retirarlo.
¿Qué hacer cuando un perro tiene atrofia testicular?
El tratamiento de la criptorquidia debe ser la orquiectomía o castración (de ambos testículos). Como antes hemos dicho, el veterinario ecografista realizará una ecografía para localizar el o los testículos anómalamente localizados. Posteriormente se extirpará bajo anestesia general por parte del cirujano. No es una cirugía complicada y puede ahorrarte muchas preocupaciones como las mencionadas en el apartado de causas.
Tras su extirpación, se recomienda que el veterinario mande al laboratorio de referencia ambos testículos extirpados con el fin de detectar células o procesos neoplásicos o tumorales en los mismos.
Los testículos que no sufren criptorquídea pueden seguir produciendo esperma, por lo que no se recomienda cruzar estos individuos porque al tratarse de un trastorno hereditario, puede ser transmitido a las siguientes generaciones.
La recuperación es excelente en perros que están castrados antes de que surjan complicaciones como neoplasias. No obstante, en caso de duda o si se advierte un cambio en el comportamiento del animal es imprescindible que se lleve al perro a un veterinario. Cualquier consulta realizada a tiempo es mejor.