Estos canes de apariencia similar a la de la raza Puli, están entre los perros más grandes que existen. De hecho, la raza Komondor está categorizada como gigante. Sus orejas caídas y su pelo en forma de flecos son sus señas más distintas. Pese a su inocente aspecto, sus 7 kg de pelo esconden un cuerpo musculoso y un carácter dominante.
Si te planteas acoger en tu casa a un perro de esta raza como mascota, debes saber que no están indicados como primer perro por su temperamento dominante e independiente y que reclaman una considerable inversión económica y de tiempo a fin de mantener todas sus necesidades cubiertas. En esta entrada descubrirás a esta simpática raza.
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Características del Komondor
Al tratarse de canes de características molosas, poseen una complexión robusta y potente con extremidades largas. Así, son buenos saltadores y se desenvuelven con suma agilidad. Cuesta creerlo al admirar su peculiar manto, que cubre por completo toda su anatomía. Sus ojos quedan también escondidos tras las rastras, pero son ovalados y oscuros.
Su cola es larga, sus orejas están caídas y tienen forma de V, su hocico no es muy alargado, pero se deja entrever culminando en una trufa negra. Su pelo posee una doble capa y lo dota de un aspecto equiparable al de una oveja húngara. Históricamente este manto lo ha protegido del ataque de lobos y osos, así como de las bajas temperaturas.
Temperamento del Komondor
Son inteligentes, afectuosos e independientes. Poseen un fuerte instinto de protección, posiblemente porque han sido adiestrados como perros guardianes de rebaños. Sin embargo, tienden a aburrirse con facilidad y a preferir hacer de las suyas. Por su carácter dominante e independiente no son aptos para dueños inexpertos.
Suelen llevarse bien con los niños, con los que son especialmente pacientes, y con otras mascotas. No obstante, conviene abordar su adiestramiento y socialización a partir de los 4 meses de edad para prevenir conductas agresivas que dificulten la convivencia. Por su pasado en contacto con la naturaleza son perros que necesitan un área de esparcimiento.
Aunque se adaptan a la vida en la ciudad, son especialmente felices si pueden disponer de un terrero al aire libre en el que correr y explorar. Eso sí, siempre cercado y supervisado.
¿Qué cuidados requiere el Komondor?
Los cuidados de los Komondor se concentran en su manto. Por su composición y forma exige que supervises con asiduidad cada uno de sus flechos. Para ello, deberás tomar manualmente, una a una, cada una de las rastas para separarlas entre sí e impedir que formen nudos con la piel.
Suelen mudar 2 veces al año, en primavera y en otoño. Deberás aprovechar estas temporadas para cortar las esteras largas en otras más cortas con el propósito de que se formen cordones apretados. Deberás cortar su manto 2 o 3 veces al año, así como bañarlo con cierta regularidad.
Acudir a una peluquería canina te garantizará que el secado se haya realizado correctamente y, de este modo, prevendrás la aparición de hongos. Igualmente, deberás desparasitarlo y cerciorarte de que no tiene pulgas y garrapatas. Corta el excedente de pelo en sus ojos, orejas y plantillas para evitar infecciones.
Historia de la raza
Existen varias teorías sobre el origen de esta raza. Para algunos expertos su génesis se remonta al año 900, momento en el que las tribus magiares del príncipe Arpad se asentaron en la estepa húngara. Para otros, podrían haberlos introducido en la cuenca del Danubio los mongoles con su invasión en el siglo XIII.
También se apunta a su parentesco con la raza Aftscharka, que los hunos introdujeron a su paso por la estepa meridional rusa, y con el mastín tibetano, habida cuenta de sus características molosas. Sea como fuere, en 1930 los Komondor fueron importados a EE.UU. y pronto obtuvieron el reconocimiento oficial como raza.
No obstante, durante la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán se dedicó a masacrar esta raza condenándola casi a la extinción. Los esfuerzos de los criadores húngaros que vivían en Occidente lograron reflotar la raza, que para el año 1960 volvió a gozar de gran presencia en EE.UU. De hecho, fuera de estos dos países son muy poco conocidos.
Curiosidades del perro Komondor
Se dice que apenas existen 10 000 ejemplares de Komondor en todo el planeta. Son perros algo ladradores, quizás por estar acostumbrados a las labores de pastoreo de rebaños de ovejas y cabras. Su inconfundible manto bien les ha servido para pasar desapercibidos entre las ovejas y sorprender a los lobos. Su efectividad ante ellos es de récord.
Sin duda, los Komondor son canes que aúnan las mejores cualidades de una mascota afable y protectora con las propias de los líderes a los que se les encargan grandes responsabilidades. Aunque no son excesivamente enérgicos, reclaman actividad física a diario. A su lado no te aburrirás.