Juegos de inteligencia para perros

Jugar es un verbo clave para todos aquellos que convivan con un perro. Ellos manifiestan conductas juguetonas a lo largo de toda su vida, por eso es importante que dediquemos regularmente un poco de tiempo para el juego todo los días.

Además, al ser muy inteligentes, para su bienestar tanto físico como emocional necesitan que les proporcionemos estímulos. El juego cumple una importante función más allá de la simple diversión. Veamos cuales son los más recomendados.

Escoger juegos para perros

A todos los perros les gusta jugar pero no todos se divierten con los mismos juegos. Por eso es muy importante que observemos a nuestro compañero para averiguar qué actividades le van a resultar más interesantes. No importa si se trata de un cachorro, de un adulto o incluso de un anciano. A todos les va a gustar jugar con nosotros.

También podemos orientarnos por su raza o su mezcla a la hora de escoger juegos y juguetes, ya que se sabe que algunas prefieren correr, otras recoger objetos, mientras que también podemos encontrarlas a las que les gusta seguir rastros.

Eso sí, a la hora de adquirir juguetes siempre debemos vigilar que estén fabricados específicamente para perros y que sean de calidad. De esta forma evitaremos sustos o daños. Además, debemos revisarlos periódicamente y retirar aquellos que estén en mal estado para evitar que el perro se pueda tragar trozos o se lastime.

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¿Qué entendemos por juegos de inteligencia para perros?

A los perros les encanta que compartamos parte de nuestro tiempo con ellos. Les gusta que les ofrezcamos mimos, los llevemos a pasear y, también, que juguemos con ellos, independientemente de su edad. Aunque apenas nos damos cuenta, todas estas actividades los estimulan, les dan calidad de vida y previenen el estrés.

En perros muy inteligentes que, por lo tanto, van a requerir un alto nivel de estimulación, es importante que les proporcionemos todos estos cuidados y que seamos especialmente cuidadosos con los juegos que les ofrezcamos. Los juegos de inteligencia son los que están pensados para desarrollar este aspecto de nuestro perro.

Los buenos juegos de inteligencia son aquellos a los que el perro se tendrá que enfrentar para resolver un desafío, que será mayor o menor en función de las capacidades de cada uno, ya que, si no se adaptan al perro, este se frustrará y no querrá volver a jugar.

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El juego de buscar

Uno de los juegos más estimulantes que podemos hacer con nuestro perro es la versión canina del tradicional escondite. Esta actividad estará indicada para los perros a los que les gusta olfatear, seguir rastros, etc. Si lo intentamos y el perro no muestra interés no debemos forzarlo, ya que lo principal es que disfrute.

Para iniciarlo no tenemos más que enseñarle algún objeto para que lo olfatee. Sirve también una persona. Después, sin que nos vea, lo esconderemos en algún lugar de difícil acceso pero no tanto como para que le resulte imposible recuperarlo. Lo animaremos para que lo busque e incluso, al principio, podemos guiarlo para que lo localice.

Al encontrar el objeto debemos felicitarlo efusivamente. Si observamos que está receptivo y disfruta con la actividad cada vez podemos introducir más dificultades, ocultando el objeto en lugares más complicados o lejanos. En el caso de que utilicemos, por ejemplo, un calcetín, podemos enseñarle uno y esconder el otro del par.

El famoso kong

En los últimos años se ha hecho muy popular el denominado kong. Un juguete que sirve para ocultar fragmentos de comida en su interior de forma que el perro debe moverlo y agitarlo para sacar su contenido al exterior. Si queremos utilizarlo con nuestro perro debemos primero enseñarle cómo funciona.

Aunque es un juguete que se recomienda para dejárselo al perro mientras se queda solo, para él siempre es más estimulante que lo acompañemos y animemos. Por lo tanto, no siempre debemos ofrecérselo cuando nos vamos para que no pierda el interés.

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Tableros

Este tipo de juguetes consisten en una tabla que cuenta con varias tapas que el perro puede mover con las patas o con la boca para acceder a premios. Como vemos, sigue la idea del kong, es decir, se basa en la manipulación de un objeto para conseguir comida.

Si escondemos el premio solo tras una de las puertas, potenciaremos el olfato del perro, ya que deberá localizarlo, de manera similar al conocido juego de los trileros. La ventaja de este tipo de artilugios es que, si vamos poniendo los premios tras cada tapa, estaremos interaccionando con el perro, lo que estimula mucho más su inteligencia.

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Cubos o pelotas

Son estructuras que permiten que en su interior se coloque una pequeña pelota, de forma que, en este caso, el perro sacará un objeto para jugar y no comida. Para incentivarlo a su manipulación lo animaremos con elogios verbales o caricias, lo que ayuda a establecer otro tipo de recompensa y no solo la comida.

Para ello, además de poder dejarle el juego al perro cuando está solo, al principio tendremos que jugar con él. También es importante que le guste la pelota que coloquemos en el interior, ya que, de lo contrario, no sentirá ningún aliciente para acercarse al juguete y lo ignorará.

Juguetes electrónicos

Son aquellos que pueden funcionar solos. Por ejemplo, un dispensador de pelotas que las lanza o juguetes que emiten luces, sonidos o se mueven. Pueden tener mucho éxito en perros de alta energía, los que comúnmente definimos como incansables. Además cuentan con la ventaja de no necesitar comida para interesar al perro.

La desventaja es su elevado coste y que, al funcionar en solitario, tendremos tendencia a dejar al perro solo con ellos, lo que resulta contraproducente pues el mejor juguete de inteligencia para los perros somos nosotros.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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