La calabaza es un alimento común en la despensa de cualquier hogar, sobre todo en determinadas épocas del año. Pero puede que no sepamos si es adecuado ofrecérsela a nuestro perro y, de ser el caso, de qué manera.
A continuación hablamos de los beneficios que puede tener para nuestro perro incorporar este producto a su dieta habitual, cuál es la mejor forma de darle calabaza y qué cantidad es la apropiada.
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Propiedades nutricionales de la calabaza
La calabaza constituye un ingrediente muy versátil, pues, en la alimentación humana, se incorpora a múltiples recetas tanto dulces como saladas y en muy diferentes elaboraciones. Se aprovechan su carne y sus semillas. Además de por su sabor, la calabaza es un buen alimento que aporta vitaminas como la A, la C, la K o el ácido fólico.
También minerales como el potasio, el fósforo o el calcio. Se la considera una importante fuente de betacarotenos. Las vitaminas y los minerales son micronutrientes, lo que quiere decir que el perro va a necesitar consumirlos en pequeñas cantidades para asegurar el buen funcionamiento de su organismo, pues participan en importantes tareas.
También destaca su contenido en fibra y en agua. Al contrario, contiene una baja cantidad de grasas, calorías e hidratos de carbono. Como posee un bajo índice glucémico se la considera un alimento antidiabético. Otro aplaudido efecto es el antioxidante. Además, es activa frente a los llamados radicales libres.
Beneficios de dar calabaza a un perro
Al ser baja en grasas puede ser consumida también por perros a dieta por sobrepeso o con tendencia a engordar, así como por ejemplares con diabetes. Su contenido en fibra la hace apta para combatir problemas a nivel gastrointestinal, ya que la fibra es necesaria para el correcto funcionamiento del sistema digestivo, favoreciendo su movilidad.
Por eso es una ayuda contra el estreñimiento. Regula la motilidad intestinal. Además, el aporte de agua favorece la adecuada hidratación y hace que pueda ofrecerse, mezclada con arroz y controlando la cantidad, a perros con procesos diarreicos y riesgo de deshidratación. Los líquidos que aporta a perros sanos serán eliminados, favoreciendo la excreción de orina.
Esto puede ser beneficioso en perros con problemas en el sistema urinario o renal. También se le atribuye efecto antioxidante y contra radicales libres, lo que se traduce en una mejora del sistema inmune. Protege el sistema cardiovascular y tiene efecto antiinflamatorio. Por último, las semillas de calabaza se utilizan como antiparasitario.
Dosis de calabaza recomendada para perros
La calabaza puede incluirse como ingrediente en el menú canino a modo de complemento. Los perros, aunque funcionan como onmívoros, tienen que basar su alimentación en el consumo de proteínas de origen animal para garantizar la cobertura de sus necesidades nutricionales.
Aproximadamente, las verduras y las hortalizas pueden ocupar un 10 % de su menú diario.La dosis recomendada va a depender del tamaño y del peso de nuestro perro, así como de la frecuencia de su administración. Si le damos de vez en cuando calabaza podemos ofrecerle un trozo más o menos grande según su tamaño.
En cambio, si queremos incorporarla con frecuencia a la dieta, lo mejor es consultar la dosis con el veterinario. Esta equivaldrá, aproximadamente, al tamaño de una cucharada sopera por cada 10 kg de peso. No es un alimento tóxico para los perros, pero podrían sufrir molestias leves si su consumo excede demasiado la dosis recomendada.
Contraindicaciones de consumir calabaza
Las características de la calabaza que definen sus beneficios también podrían llegar a resultar problemáticas si se consume mucha cantidad. Es decir, el aumento de la motilidad intestinal que desencadena la calabaza, será perjudicial si es excesivo.
En este caso podrían aparecer molestias digestivas, vómitos y diarrea. En conclusión, estamos ante un alimento seguro para los perros y, por lo tanto, se puede incorporar a su dieta si se respetan las cantidades adecuadas.
La calabaza en la alimentación de los perros
Es buena idea darle un trozo a nuestro perro y observar cómo le sienta. Solo si no notamos repercusiones podemos pasar a añadirla con más frecuencia a su dieta. Si le gusta la calabaza, podemos aprovechar para darla como premio. Las recompensas con comida son muy habituales durante el entrenamiento para reafirmar las órdenes.
Muchas veces se recurre a premios más sabrosos, como salchichas, pero lo cierto es que no siempre son los más saludables. Este aspecto es especialmente importante cuando hablamos de ejemplares con sobrepeso o que padecen alguna enfermedad que los mantiene a dieta.
Acostumbrarlos a consumir calabaza o manzana es una excelente alternativa. Su contenido en fibra los convierte en alimentos saciantes, con la ventaja de su bajo aporte calórico. En cualquier caso, los premios no pueden sobrepasar el 10 % del total de calorías diarias.
Cómo preparar calabaza para perros
La mejor forma de ofrecer la calabaza a nuestro perro es cocida, pues, aunque algunos ejemplares se la puedan comer cruda, podría resultar indigesta. Por supuesto, antes hay que pelarla y retirarle las semillas. Puede darse simplemente cortada en trozos según el tamaño del perro, rallada o triturada hasta convertirla en puré.
Habrá que adaptar la preparación a cada perro. No hay que añadirle sal. La flor de la calabaza también es comestible. Tanto esta como las semillas pueden ofrecerse, por ejemplo, mezcladas con el alimento o en puré.