Pequeño, alegre y con un manto rizado tipo “algodón de azúcar”, el Bichón Frisé es un perro de compañía con una curiosidad poco conocida: el estándar oficial exige color blanco puro y especifica un rizo en tirabuzón muy particular; en exposición se recorta para conseguir la clásica “nube” redondeada. ¿Quieres conocer más sobre esta raza? Empecemos.
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Características del Bichón Frisé
Estos son los detalles que te ayudarán a distinguir un Bichón Frisé de raza pura de uno que no lo es.
Origen y grupo
Raza franco-belga encuadrada en el Grupo 9 (Perros de compañía), Sección 1 (Bichones y razas afines) de la FCI. Históricamente se vinculó al Mediterráneo y a la corte europea, y durante el siglo XX estuvo cerca de desaparecer hasta su recuperación por criadores de Francia y Bélgica.
Apariencia, talla y peso
Molosoide pequeño de proporción ligeramente rectangular (cuerpo un poco más largo que alto), pecho bien desarrollado y cola curvada graciosamente sobre la espalda. Altura a la cruz 25–29 cm y peso ≈ 5 kg, en relación con la talla.
Pelaje y colores
Manto blanco puro con rizo en espiral (subpelo denso y pelo externo rizado). En ejemplares menores de 12 meses se admite ligera tonalidad beige/champán que no debe superar el 10 % del manto; en adultos el color debe ser blanco.
Rasgos distintivos
Cabeza de expresión vivaz, ojos oscuros y redondos, orejas caídas con abundante pelo y porte alegre. No es un perro frágil: pese a su tamaño, es compacto y con buena osamenta.
Carácter y comportamiento
Raza afectuosa, sociable y adaptable. Suele ladrar poco, no es nervioso por naturaleza y se integra bien en entornos urbanos si se cubren sus necesidades de actividad mental y compañía. Es inteligente y aprende con rapidez, pero puede mostrar un punto de tozudez si se repiten tareas monótonas.
Convivencia con niños y otras mascotas
El Bichón Frisé con niños funciona especialmente bien cuando hay supervisión y normas claras: respeto a los momentos de descanso, juegos tranquilos y premios pequeños. Con otros perros y gatos convive sin problema si está correctamente socializado desde cachorro.
Cuidados específicos
Pelaje rizado: mantenimiento profesional y en casa
El pelaje del Bichón Frisé no muda de forma evidente: el pelo muerto queda atrapado en el rizo y por eso necesita cepillado frecuente (idealmente diario o al menos 3–4 veces/semana) con carda suave y peine metálico, más baños regulares y corte de mantenimiento cada 4–6 semanas en peluquería canina. Así se evitan nudos, irritaciones y se mantiene la textura característica.
Truco útil: desenreda con acondicionador diluido y seca con aire templado mientras peinas en capas; el rizo queda aireado y limpio.
Higiene de ojos, orejas, dientes y uñas
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Ojos: el lagrimeo puede manchar la zona periocular (epífora). Limpia a diario con gasas y solución específica; consulta al veterinario si hay irritación repetida.
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Orejas: al ser caídas y pilosas, revisa y limpia 1 vez/semana.
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Boca: tendencia a enfermedad periodontal; cepillado dental frecuente y snacks/gel dentífrico.
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Uñas y almohadillas: recorte periódico y revisión de grietas.
Ejercicio y estimulación
Aunque es un perro de compañía, no es sedentario. Funciona bien con dos o tres paseos diarios (15–30 min) y juegos de olfato en casa. Prefiere sesiones cortas y variadas frente a esfuerzos largos y repetitivos.
Alimentación y control del peso
Una dieta de calidad para perros pequeños, con ración ajustada a actividad y edad, ayuda a mantener el peso óptimo y un pelo elástico. Hidrátalo bien y fracciona la ración si es comilón. (Algunas líneas muestran tendencia a cálculos urinarios; consulta con tu veterinario en caso de cistitis recurrentes).
Salud del Bichón Frisé
Esperanza de vida estimada alrededor de 12–15 años; un estudio de 2024 sitúa la media en ≈ 12,5 años.
Problemas frecuentes (y cómo anticiparlos)
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Dermatología y alergias: piel sensible; evita nudos y humedad en pliegues y zona periocular.
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Otitis: por oreja caída y pelo; limpieza regular y control en peluquería.
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Enfermedad dental: higiene oral constante desde cachorro.
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Cataratas/alteraciones oculares: revisiones periódicas, especialmente en seniores.
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Luxación patelar (rótula): típicamente de razas pequeñas; mantener peso correcto y musculatura.
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Urolitiasis (cálculos urinarios): vigilancia de micciones, ph urinario y agua fresca disponible.
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Trastornos inmunomediados: algunas fuentes citan predisposición; cualquier apatía marcada, palidez o ictericia requiere visita inmediata.
Prevención inteligente: calendario veterinario al día, control del peso, ejercicio moderado y peluquería canina programada.
Adiestramiento y socialización
Claves para un Bichón Frisé equilibrado
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Refuerzo positivo (premios minúsculos, juego, caricias) y sesiones cortas de 3–5 min.
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Empieza pronto con socialización: personas, perros educados, ruidos urbanos, manejo (cepillado, secador, limpieza de ojos).
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Trabaja señales útiles: ven, junto, quieto, a tu sitio, dejar.
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Alterna obediencia con enriquecimiento olfativo y rompecabezas de comida.
Manejo de la “tozudez”
Si se bloquea, reduce la dificultad, cambia de dinámica y termina con un éxito. Evita castigos; con este perro funcionan la coherencia y el buen humor.
Cómo elegir responsablemente un Bichón Frisé
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Estándar y clubes oficiales: revisa el estándar FCI nº 215 y, en España, consulta la Real Sociedad Canina de España (RSCE) y clubes de raza para localizar camadas con garantías y pruebas de salud. FCIRSCE
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Criadores responsables: pide contrato, pedigrí, historial sanitario, test de rótulas/ojos y asesoramiento en mantenimiento del manto.
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Adopción: valora protectoras y rescates especializados; muchos Bichones adultos necesitan segunda oportunidad.
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Coste realista: contempla peluquería periódica, veterinario preventivo y seguro de salud.