El Hovawart —literalmente “guardián de la granja” en alemán medieval— es un perro de trabajo con porte noble y una fidelidad que sorprende a quien lo conoce. Tras rozar la desaparición a comienzos del siglo XX, la raza se consolidó de nuevo gracias a criadores alemanes y hoy está reconocida dentro del Grupo 2 de la FCI como perro de utilidad de tamaño medio-grande.
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Visión general de la raza Hovawart
Este perro guardián alemán combina fuerza y equilibrio. Presenta cuerpo ligeramente más largo que alto, pecho profundo y musculatura marcada. El manto es largo, denso y algo ondulado, con tres capas de color reconocidas: negro, rubio y negro y fuego. En machos, la talla típica ronda 63–70 cm a la cruz; en hembras, 58–65 cm. Su expresión es atenta, con orejas caídas y una cola frondosa que delata su estado de ánimo.
Carácter y comportamiento
Si algo define al Hovawart es su equilibrio: vigilante y seguro cuando toca, pero afectuoso con los suyos. Tiende a reservarse con extraños sin ser reactivo si está bien socializado. En casa busca estar cerca de la familia y agradecerá rutinas claras. Suele madurar de forma tardía, por lo que conviene tener paciencia durante la adolescencia. Para que dé lo mejor de sí, el refuerzo positivo funciona mejor que los métodos duros; es inteligente, sensible y aprende rápido con motivación y constancia.
Convivencia con niños y otras mascotas
Como compañero familiar, destaca por su ternura y autocontrol. Con niños se comporta de manera protectora, aunque su tamaño obliga a supervisar los juegos y a enseñar normas básicas (no abalanzarse, no tirar de las orejas, respetar el descanso). Con otros perros y gatos suele integrarse correctamente si la socialización comienza pronto y se mantiene. En ciudad puede adaptarse siempre que tenga paseos largos, estímulo mental y espacios tranquilos para descansar; aun así, su entorno ideal es una casa con jardín o acceso frecuente a zonas abiertas.
Cuidados esenciales del Hovawart
El Hovie no es hiperactivo, pero necesita una ración diaria de ejercicio y contacto social. Calcula 60–90 minutos entre paseos estructurados, juego controlado y tareas de olfato. En la juventud, evita saltos bruscos o actividades de alto impacto: la prioridad es construir una buena condición física sin sobrecargar articulaciones.
El manto requiere cepillado regular (dos o tres veces por semana) para prevenir nudos, y algo más en muda. Revisa oídos —por su conformación caída—, mantén las uñas cortas y añade higiene dental semanal. En climas cálidos, programa los paseos a primeras/últimas horas, ofrece agua fresca y sombra; tolera mejor el frío moderado que el calor intenso.
En cuanto a alimentación, opta por dietas completas para razas medianas-grandes acordes a su nivel de actividad. Es preferible fraccionar la ración diaria en 2 tomas y respetar un tiempo de reposo tras comer. Tu veterinario podrá ajustar cantidades según edad, ejercicio y condición corporal.
Salud: qué vigilar y cómo prevenir
La raza goza, en general, de buena salud gracias a una selección responsable, pero conviene vigilar algunos puntos:
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Displasia de cadera y codo: pide garantías sanitarias al criador y cuida el peso; el ejercicio debe ser progresivo, sobre todo en crecimiento.
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Hipotiroidismo: si notaras apatía, aumento de peso o cambios en el manto, consulta para descartar problemas hormonales.
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Articulaciones en desarrollo: evita suelos resbaladizos y subidas/bajadas repetidas de escaleras en cachorros.
Las revisiones veterinarias periódicas y mantener una condición corporal ideal son las mejores pólizas de seguro. (Salud y problemas habituales descritos de forma consistente en fichas de referencia).
Adiestramiento y socialización
El Hovawart disfruta trabajando con su guía. Empieza desde cachorro con una socialización rica y obediencia básica (sentado, quieto, junto, suelta). Practica autocontrol y enseña a no tirar de la correa antes de que alcance su fuerza adulta. Le motivan el rastreo, los juegos de olfato, el mantrailing y la obediencia en positivo. La coherencia en normas y horarios es clave para un carácter estable.
Vida diaria y entorno ideal
Este perro de trabajo alemán necesita tiempo de calidad: paseos diarios, interacción y retos mentales. Si vives en piso, planifica salidas largas y enriquecimiento en casa (búsquedas, kong, puzzles). Si tienes jardín, úsalo como complemento, no como sustituto del paseo. Es un compañero leal, pero no un perro para estar solo largas horas sin actividad.
Breve historia de la raza
Documentado en textos medievales como perro de vigilancia de fincas, el Hovawart fue reconstruido a principios del siglo XX a partir de ejemplares de tipo similar encontrados en la Selva Negra y cruces controlados. En la actualidad, el estándar oficial de la FCI (n.º 190) lo clasifica en el Grupo 2, Sección 2.2 (tipo moloso de montaña) con prueba de trabajo.
¿Es tu perro ideal?
Si buscas un compañero leal, equilibrado y con un punto de protección natural, y puedes ofrecerle ejercicio diario, educación y presencia, el Hovawart encajará contigo. Si prefieres un perro “fácil” y con poca demanda de tiempo, quizá otra raza se adapte mejor.