Aunque las uñas de los perros no suelen requerir ningún cuidado especial, como mucho cortarlas de vez en cuando, en algunas circunstancias pueden sufrir daños y llegar a romperse.
Las de los espolones o las del quinto dedo son las más propensas a los accidentes. A continuación explicaremos qué debemos hacer en estos casos y cuáles son los cuidados adecuados para las uñas de nuestro perro.
Características de las uñas de los perros
Los perros presentan en las patas delanteras un pie con cuatro dedos, más el quinto que se sitúa por encima de la almohadilla plantar, ya en la pata. En cambio, las patas traseras cuentan solo con cuatro dedos. Todos ellos dispondrán de su correspondiente uña. Además, algunos perros presentan también espolones, simples o dobles.
Los espolones son vestigios de un quinto dedo que se localizan en la cara interna de cada pata. Las uñas del perro crecen continuamente, por eso no es alarmante que se rompan. En general, se van desgastando con la actividad habitual del perro pero, sobre todo las de los espolones que no contactan con el suelo, pueden necesitar un recorte.
Las uñas de los perros pueden ser negras, blancas o transparentes. Salvo en el primer caso, en su base observaremos una porción rosada que se corresponde con la zona vascularizada. En ella se localizan los nervios y los vasos sanguíneos. Por eso si se corta o se rompe la uña por aquí se producirá un sangrado.
Los espolones
Prestamos especial atención a los espolones porque, al no contactar con el suelo, sus uñas no se desgastan. Como crecen continuamente tienden a hacerlo hacia dentro, enroscándose sobre sí mismas y clavándose en la carne. Además, como sobresalen de la pata, es fácil que puedan engancharse y lesionarse.
Los perros tienen espolones en las patas delanteras, en las traseras o en ambas. Pueden ser simples, si disponen de una uña, o dobles, cuando tienen dos. Para evitar los problemas de sobrecrecimiento o roturas es importante que los revisemos regularmente y, de ser necesario, cortemos la uña.
Mi perro se ha roto una uña y no sangra
Las uñas que con mayor probabilidad pueden romperse, junto a las de los espolones, son las del quinto dedo de las patas delanteras, pero cualquier uña puede sufrir un accidente. No son muy habituales pero golpes, enganches o algunas peleas explicarían roturas en las uñas.
Si la lesión se produce fuera de la zona de vascularización, la uña estará más o menos rota pero no sangrará. En estos casos no es necesario que intervengamos, pues la uña volverá a crecer en un tiempo.
Pero cuando la uña ha quedado colgando o con un borde irregular que puede rascar tenemos la opción de recortarla con un cortaúñas especial para perros y mucho cuidado, sobre todo si es de color negro, pues no veremos la vascularización. Si no nos atrevemos debemos acudir a la consulta del veterinario.
Mi perro se ha roto una uña y sangra
Si el perro se rompe la uña por el área que se encuentra vascularizada se va a producir un sangrado. En poco tiempo debería remitir gracias a la coagulación pero, en ocasiones, esto no sucede. No es grave, el perro no se va a desangrar, aunque puede estar molesto.
Para frenar la hemorragia podemos utilizar un paño, una gasa o similar para ejercer presión directamente sobre la uña. Si pasados unos minutos la sangre sigue manando, hay que utilizar un producto hemostático para que corte la hemorragia. Caso de no disponer de uno en casa, acudiremos al veterinario.
Si además del sangrado la uña ha quedado en mal estado, con algún fragmento colgante o un borde afilado, es posible recortarla para que quede roma e igualada. Es recomendable dejar esta tarea al veterinario.
¿Cómo prevenir la rotura de las uñas de los perros?
Ya hemos dicho que debemos vigilar aquellas uñas que no se desgasten lo suficiente o las que pertenezcan a dedos o espolones con mayor riesgo de rotura. En estos casos es recomendable que las cortemos en cuanto veamos que su longitud es excesiva.
Para el corte debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
- Utilizar un cortaúñas adecuado para perros y para el tamaño del nuestro.
- Aprovechar un momento en el que el perro se encuentre tranquilo.
- Con un animal muy nervioso o con especial manía al corte de uñas vamos a necesitar que otra persona nos lo sujete. Si el perro muerde no forcejearemos, pondremos un bozal.
- Un truco es hacer el corte subiéndolo a una mesa. Es más fácil que a cierta altura el perro se quede quieto.
- Mejor acostumbrarlo desde pequeños pero, si no es posible, podemos enseñarle con premios, caricias y paciencia aunque sea adulto. Es más positivo cortar una sola uña por sesión que forzar al perro.
- Para el corte debemos sujetar el dedo del perro con nuestro índice y pulgar, poner el cortaúñas en paralelo a la almohadilla plantar y cortar, siempre sin llegar a la zona vascularizada.
- En el caso de las uñas de color negro es importante cortar exclusivamente la punta. Mejor cortar de menos y tener que repetir antes la operación que llegar a la vascularización. Si dudamos, el corte de uñas puede hacerlo el veterinario o el peluquero canino.
- Tener a mano alguna gasa o producto hemostático por si cortásemos de más, lo que puede suceder si el perro se mueve.