El peligro de la procesionaria del pino en perros

Seguro que en más de una ocasión te has cruzado con una buena hilera de la famosa oruga procesionaria del pino, ya que es muy común en toda la península ibérica. Es potencialmente peligrosa para personas y ciertos animales cómo los perros, por sus más de medio millón de «filamentos» o «pelos» que la recubre.

Saber cuales son sus principales peligros, cómo evitarlos y cómo actuar en caso de accidente, puede suponer la diferencia entre que nuestro perro viva o no. Por ello, dedicar un par de minutos a conocer un poco más sobre la procesionaria, es una gran inversión. Vamos a repasar los detalles más importantes que debemos conocer.

La oruga procesionaria del pino: ¿Qué es y donde habita?

Según la prestigiosa wikipedia, su nombre científico es Thaumetopoea pityocampa y pertenece al grupo de los lepidópteros. Se trata de una plaga que habita principalmente en los bosques de Europa del Sur, aunque realmente está muy extendida por todos los parques con arboles del país.

Aunque se la conoce cómo oruga procesionaria del pino, porque es el árbol donde más se manifiesta la plaga, en realidad también habita en otros arboles cómo por ejemplo cedros o abetos. El nombre de Oruga define su estado de larva, ya que cuando sean adultas se transformaran en mariposas.

Mientras es una oruga, su cuerpo está recubierto por miles y miles de pelos que contienen una toxina. Los cuales pueden afectarnos aunque no estemos en contacto directo con las orugas, ya que pueden transportarse fácilmente por el aire.

Pueden irritar ojos, nariz, oídos y garganta en humanos y ocasionar graves reacciones alérgicas. En perros es aun más potente y puede provocar la muerte. El contacto directo es mucho peor, ya que los síntomas mencionados pueden intensificarse muchísimo más.

¿Existen orugas procesionarias del pino en parques y jardines de pueblos o ciudades?

Lamentablemente si, es una plaga muy extendida, tanto que lo extraño es encontrar un pinar o zona arbolada donde nunca hayan tenido procesionarias. En cualquier ciudad o pueblo podemos encontrar procesionarias, solamente debemos saber donde buscarlas.

Es entre enero y marzo cuando debemos ser más precavidos ya que es cuando comienzan a generar algunos movimientos migratorios. Generalmente en pinos aunque también en otros arboles, podremos ver su nidos en forma de «algodón de azúcar» de color blanco. Tanto en las copas, cómo en las ramas más elevadas, en muchas ocasiones hay varios nidos de oruga procesionaria en un mismo árbol.

En contra de lo que muchas personas creen, la oruga procesionaria no permanece en su nido de forma continuada, sino que sube y baja por el árbol en múltiples ocasiones, ya que le gusta enterrarse en el suelo.

Si aprecias algún nido de procesionarias en la zona donde vivas, debes avisar al ayuntamiento para que pasen a eliminarlo. Ya que es una plaga, no un huésped bienvenido….

¿Qué hacer si hay contacto con una oruga procesionaria del pino?

Si por accidente tenemos contacto con una de estas orugas, debemos lavarnos las manos con abundante agua y jabón, evitando tocar otras partes de nuestro cuerpo. Si hemos tenido contacto con alguna parte sensible cómo ojos, oídos, nariz o boca, debemos acudir inmediatamente a un centro de salud. Si comenzamos a notar alguna reacción alérgica grave, llamaremos a una ambulancia.

Si nuestro perro tiene contacto directo con una procesionaria, su destino puede ser realmente incierto. Para ayudarle debemos acudir inmediatamente a un veterinario, que le pondrá un tratamiento de corticoides de acción rápida que crea convenientes.

Sólo con un tratamiento médico adecuado podrá salir de esta situación ileso, con un poco de suerte. Hay perros que han intentado lamer una procesionaria, o comérsela y han perdido la lengua por completo. Otros simplemente han padecido una fuerte inflamación pero con la ayuda de los corticoides ha podido salvarla, o perder solamente un trozo.

No es algo que se pueda dejar para otro día, es algo muy importante. Poner la medicación a tiempo puede salvarle la vida.

Jose Antonio Ramos

Adiestrador canino, titulado en el centro de educación canina Larcan. Técnico en modificación de conducta, ampliando estudios en etología canina. Ilusiuonado por compartir conocimientos y experiencias con los lectores de Soyunperro.

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