Comida cruda VS Comida cocinada ¿Cuál es mejor?

Si has llegado hasta aquí es porque estás interesado en ofrecerle a tu perro la mejor alimentación posible, y seguramente, has leído sobre la comida natural BARF. Sin embargo y aunque es una excelente opción, no termina de ser todo lo segura que debería, como podrás comprobar a continuación.

Hablando siempre de comida natural no procesada, la dieta BARF no es en realidad la mejor opción, muy a pesar de lo que se pueda pensar. Los fieles defensores de la comida BARF indican que se trata de lo que comería un lobo en su hábitat natural pero…. ¿Acaso nuestros perros no han evolucionado a lo largo de los miles de años que llevan junto al ser humano?

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La evolución del sistema digestivo

Al igual que cualquier otro ser vivo, los perros han ido evolucionando y se han adaptado a su medio a lo largo de los años. Si en inicio se alimentaban de presas al igual que sus ancestros los lobos, también se fueron adaptando a la compañía del ser humano durante miles de años.

Su sistema digestivo ha pasado de comer presas o carroña (según sugieren los últimos estudios realizados, los perros podrían haber sido en sus orígenes «carroñeros» al igual que las hienas), a comer restos de la comida de los humanos y en la actualidad, a comer pienso (comida procesada y desecada).

¿Puede un perro alimentarse de presas crudas o restos? Obviamente sí, se adaptan a lo que haya para sobrevivir, al igual que la mayoría de seres vivos. ¿Es esta la mejor opción para alimentar a un perro? La respuesta es un contundente NO. Y aunque respetamos todas las opiniones, la comida cocinada presenta numerosos beneficios.

Reducción del riesgo de infecciones bacterianas

Uno de los principales riesgos asociados con los alimentos crudos es la posible contaminación con bacterias nocivas como Salmonella, Campylobacter y E. Coli. Estas bacterias pueden causar enfermedades graves tanto en perros como en humanos. Cocinar levemente la comida a temperaturas adecuadas elimina estos patógenos y reduce significativamente el riesgo de dichas infecciones bacterianas.

La comida cruda que se ofrece en la alimentación BARF más puritana, no puede eliminar dichas bacterias, algunas de ellas ni con procesos de congelación (tal y como se realizan para eliminar algunos posibles parásitos). Por ello lo recomendable es cocinar un poco la comida, ya que los beneficios son cuantiosos.

Mejora de la digestibilidad y absorción de nutrientes

Cocinar los alimentos previamente, mejora la digestibilidad de ciertos ingredientes como los almidones y las proteínas, lo que facilita su descomposición y absorción por parte del sistema digestivo del perro.

Esto puede ser especialmente útil para perros con problemas digestivos o sensibilidad digestiva. Cocinar puede aumentar también la disponibilidad de ciertos nutrientes, como los aminoácidos y los minerales. Por lo que nuevamente, cocinar levemente la comida antes de administrarla al perro, es más beneficioso que administrarla completamente cruda.

Eliminación de posibles parásitos

Los alimentos crudos, especialmente las carnes y los pescados, pueden contener parásitos que pueden causar graves enfermedades, como la teniasis y la anisakiasis. Algunos de estos parásitos no se eliminan congelando la comida, como sugieren algunos expertos en comida natural BARF. Cocinar adecuadamente los alimentos elimina estos parásitos y protege a nuestros perros de posibles infecciones y graves consecuencias.

Mayor aceptación por parte del perro

Algunos perros pueden ser reacios a comer alimentos crudos debido a su olor, textura o sabor. Cocinar los alimentos mejora la palatabilidad y hace que los perros estén más dispuestos a comerlos, ya que su olor y sabor se incrementa exponencialmente.

Esto es especialmente importante para perros delicados con la comida, con apetito caprichoso o aquellos que están recuperándose de enfermedades y requieren de una buena nutrición, más suave y digerible.

¿Deben cocinarse todos los alimentos?

No, solo los que tras cocinarse levemente pueden aportar más beneficios que antes de ser cocinados. Por ejemplo, no es recomendable cocinar huesos (en el caso de que tu perro los coma), ya que los huesos cocinados se astillan con mayor facilidad y son más duros que los huesos crudos.

Si tenemos dudas sobre qué ingredientes de la alimentación de nuestro perro debemos cocinar y cuál es la mejor forma de hacerlo, puedes informarte en profundidad en los grupos de alimentación natural BARF que hay en prácticamente todas las redes sociales, o comprar directamente la comida natural ya cocinada y preparada por expertos en alimentación canina (opción recomendada), cómo hace la empresa Dogfy Diet.

Jose Antonio Ramos

Adiestrador canino, titulado en el centro de educación canina Larcan. Técnico en modificación de conducta, ampliando estudios en etología canina. Ilusiuonado por compartir conocimientos y experiencias con los lectores de Soyunperro.

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