Lipomas en perros (tumores grasos)

Los lipomas que aparecen en nuestros perros son frecuentes masas asociadas a determinadas causas. Puede ser motivo de preocupación ya que algunos poseen un tamaño considerable. No todos son malos y no siempre es necesario extraerlos.

Veamos en detalle todo lo relacionado con la aparición de lipomas en los perros. Cuales son las causas por las que aparecen, síntomas que deben preocuparnos y qué hacer en caso de encontrar uno.

¿Qué es un lipoma?

Los lipomas son comunes tumores o masas benignas de origen mesenquimatoso, que comprenden adipocitos en su interior (células de tejido graso). A menudo no son clínicamente notables, ya que no dan sintomatología apenas más que la aparición de dicha masa. Normalmente debido a que son masas notables, suelen ser alarmantes para los propietarios.

Los lipomas suelen ser masas redondeadas, las cuales si se encuentran en el tejido subcutáneo (capa de grasa bajo la piel), se «pueden separar» fácilmente, viendo claramente la delimitación y forma que tiene. Esto de forma general es una característica de que la masa es benigna (en este y en otros tumores).

¿Por qué salen lipomas en el cuerpo de mi perro?

A pesar de la evidencia que muestra una ocurrencia relativamente frecuente de lipoma en perros, hay muy poca evidencia publicada sobre los factores de riesgo que tienden a causar lipomas. Se ha sugerido que la edad avanzada, y los perros con sobrepeso tienen un mayor riesgo.

Todas las razas pueden ser propensas a desarrollar lipomas. No obstante, según un estudio que se hizo en el Reino Unido, las razas que se diagnosticaron con mayor frecuencia fueron Weimaraner (braco de Weimar) (7,84%), Pinscher (6,96%), Pointer alemán (5,23%), Springer Spaniel (5,19%) y Labrador Retriever (5,15%).

Los machos castrados y las hembras castradas tienen mayor riesgo que los individuos enteros. Los perros de raza pura y los individuos más pesados ​​también tenían más probabilidades de ser diagnosticados en dicho estudio.

¿Qué síntomas muestra un lipoma canino?

Los síntomas como antes hemos descrito suele ser únicamente la presencia de una masa de grasa redondeada indolora y que no le produce ningún signo clínico. No obstante, dependerá de la localización del mismo si le puede molestar para realizar funciones vitales como comer, dormir, limitar el movimiento…

El gran porcentaje de los lipomas son externos y cursan con la sintomatología antes citada. Sin embargo, existen lipomas los cuales se dan con mucha menos frecuencia que se dan en cavidades externas en el perro como abdomen o tórax, produciendo síntomas variados dependiendo de la gravedad de compresión por cercanía de los órganos afectados en cada cavidad.

En un estudio llevado a cabo por PD Mayhew y DJ Brockman el cual fue publicado por primera vez el diez de febrero de 2006, confirmó que tres perros tenían una gran masa intraabdominal que causaba una distensión abdominal grave, otros dos perros tenían una masa que se extendía hacia el canal pélvico, comprimiendo el colon y causando estreñimiento y un último perro tenía una masa intratorácica que le producía tos intermitente.

Todos los perros tuvieron una resolución completa de los signos después de la resección quirúrgica de dichos lipomas.

Diagnóstico de lipoma en perros

El veterinario tendrá que hacer una anamnesis o lo que es lo mismo historia clínica, a cerca del episodio. Tendremos que aportarle todos los datos que sepamos, ya que serán necesarios para que se haga una primera idea. Estos pasan por: desde cuándo lo tiene, evolución del tumor, edad del animal, etc.

Posteriormente el veterinario procederá a realizar una exploración general del paciente y del tumor en sí. En cuanto a las pruebas complementarias que se realizarán, aunque normalmente con esta información el veterinario ya sabrá con gran fiabilidad de que se trata de un lipoma, no se podrá confirmar hasta que no se haga una punción con aguja fina o PAAF. Dicho de otra manera, se absorberá contenido de la masa tras pincharlo y se observará al microscopio.

Se podrá observar adipocitos, células de forma redondeada y blanquecinos. Ya tendremos el diagnóstico

¿Qué tratamiento precisa un lipoma?

Tras confirmar que se trata de un lipoma, lo primero que se deberá hacer es medir las dimensiones que tiene el mismo. En una primera vista, el veterinario puede concluir que si no le molesta al animal para realizar cualquier función, se deberá vigilar que no crezca en tamaño comparando con la medición realizada.

No obstante, si el lipoma comienza a crecer de tamaño y más en un corto periodo de tiempo, lo mejor será extirparlo quirúrgicamente. Será una cirugía leve y sencilla que no debería preocuparte (contando con que toda cirugía y anestesia tiene algo de riesgo).

Hay que añadir que cabe la posibilidad de que los lipomas puedan volver al salir tiempo después de haberlo extirpado.

Es una condición que no debería preocuparte, ya que tiene fácil diagnóstico y tratamiento y en la mayoría de las veces no provoca ningún otro signo más que la presencia de una masa benigna. No obstante, siempre recomendamos acudir al especialista para que determine que se trata de un lipoma, ya que otros tumores no tienen tan buen pronóstico.

Vet. Miguel Fraga García-Yanes

Graduado en veterinaria en la universidad Alfonso X El Sabio (Madrid). Colegiado 8917 en Madrid. Ampliando conocimientos en cirugía de tejidos blandos, endoscopia y dermatología. Interés por los animales desde muy pequeño y en compañía de Max desde hace 11 años.

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