Mi perro persigue bicis, coches y runners ¿Cómo solucionarlo?

Son muchos los perros que desde cachorros adquieren conductas poco saludables cómo comenzar a perseguir bicicletas, personas que están corriendo o incluso coches. Al principio simplemente ladrarán mientras les persiguen pero tarde o temprano terminaran mordiéndoles.

Es importante corregir este tipo de conducta cuanto antes, para que no se afiance en la mente de nuestro perro y piense que es algo normal o que esta bien. Veamos cómo solucionarlo de forma sencilla.

También te puede interesar: ¿Por qué mi perro me monta la pierna?

¿Por qué mi perro persigue cosas en movimiento?

A niveles generales y salvo pequeñas excepciones, lo habitual es que el perro lo haga jugando, por territorialidad o por miedo. Así que lo primero que debemos averiguar es si nuestro perro se siente asustado cuando junto a el pasa una bici, un corredor o un coche.

Si no se asusta, es un caso de territorialidad en el que el perro simplemente ve al corredor, bici o coche cómo un extraño que intenta pasar por su territorio. Obviamente el perro sentirá la necesidad de defender su territorio y saldrá lanzado hacia ellos ladrando y finalmente mordiendo.

Si lo hace por diversión lo podremos detectar porque veremos que simplemente quiere jugar con quien persigue, sin intención de morderle.

La mente de un perro es en realidad muy simple, aunque en ocasiones queramos pensar que razonan… no lo hacen. Su instinto es primordial y defender su territorio o defenderse ante posibles peligros son instintos primarios. Simplemente debemos trabajarlos para modificar esta conducta y evitar así situaciones de peligro.

Defendiendo su territorio

En este caso lo fundamental es hacer comprender al perro que no es su territorio sino el tuyo y que no debe salir corriendo detrás de ellos. Enseñar esta lección a nuestro perro es realmente sencillo aunque necesitaremos ser perseverantes.

No esperes que tu perro aprenda esta lección en dos días, porque no será así. Deberás trabajar en su conducta posiblemente durante cuatro u ocho semanas para obtener resultados, así que simplemente mentalízate y practica a diario.

Es de vital importancia que tu perro haga ejercicio, que queme su exceso de energía a diario. De esta forma será más tranquilo y por ende mucho más sencillo educarlo y evitar malas conductas.

Ata a tu perro a una correa de unos dos metros y sal a pasear con el por zonas donde sepas que hay personas haciendo ejercicio, bicicletas paseando o coches en marcha. Cada vez que tu perro haga amago de intentar salir corriendo detrás de alguno, o les ladre, regáñale con un «No!» alto y rotundo.

Otra opción es distraerlo cuando veamos que va a «saltar al acecho» de un ciclista, coche o runner, bien llamándolo por su nombre y mostrándole un juguete o premio, para distraer su mente, o bien realizando algún juego que igualmente distraiga su atención de su víctima.

Con la practica diaria tu perro irá aprendiendo poco a poco, en una semana verás cómo sus amagos van disminuyendo y en tres semanas posiblemente sólo intente hacerlo ocasionalmente. Sigue trabajando su conducta a diario y haz que queme su exceso de energía realizando ejercicio.

¿Cómo hacer que nuestro perro no tenga miedo?

La única forma de evitar este tipo de conducta por miedo es eliminando el miedo, algo muy sencillo pero que también necesitará de trabajo continuado. Simplemente debemos ser persistentes y poco a poco, iremos apreciando grandes progresos.

Para evitar que nuestro perro tenga miedo a cosas que se mueven rápidamente o pasen rápido a nuestro alrededor, debemos socializarlo con ese entorno. Iremos inicialmente a algún sitio donde no haya nadie que nos moleste y le pediremos a un amigo que pase de vez en cuando corriendo o en bici.

Nuestro perro debe estar atado y nosotros debemos ordenar que siente cuando veamos venir a nuestro amigo. La técnica consiste en distraer su atención para que no se centre en nuestro amigo, así que cuando el perro se centre en el… debemos usar comida, juguetes o algo que le guste mucho para captar su atención (al igual que en el caso anterior).

Repetiremos este ejercicio durante una semana antes de pasar a un lugar más transitado, donde repetiremos el mismo ejercicio una y otra vez, todos los días durante un par de semanas. Con el tiempo iremos cambiando a sitios cada vez más transitados pero manteniendo la atención de nuestro perro cuando veamos llegar el peligro.

Una vez que nuestro perro se haya acostumbrado a estar en sitios transitados, simplemente debemos dejar de llamar su atención para evitar el peligro de forma paulatina. Una vez si y una no por ejemplo, repitiendo el ejercicio a diario durante varias semanas más.

Jose Antonio Ramos

Adiestrador canino, titulado en el centro de educación canina Larcan. Técnico en modificación de conducta, ampliando estudios en etología canina. Ilusiuonado por compartir conocimientos y experiencias con los lectores de Soyunperro.

Publicaciones relacionadas