Mi perro gruñe ¿Qué hago?

Siempre que vemos a un par de perros jugando en el parque y alguno de ellos gruñe, la reacción de los dueños suele ser inmediata, corrigiendo dicho comportamiento mediante un aviso al perro, algo que en realidad… no está bien.

A niveles generales el gruñido de un perro es simplemente una forma más de comunicación, de expresión, que no debemos considerar cómo algo negativo ni regañarle si no se trata de una situación de tensión. Vamos a explicar cuales son las razones por las que tu perro gruñe y cuando es necesario actuar.

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Mi perro gruñe cuando jugamos

Existe un juego que muchos humanos practicamos con nuestro perro, consiste en coger su juguete y hacerle rabiar un poquito para que intente quitárnoslo. En ocasiones le dejaremos quitárnoslo para que se salga con la suya y en ocasiones no, alargando así un poco más el juego.

Este juego es sólo un ejemplo de cuando un perro puede gruñir y este gruñido no significa nada malo. Cuando hacemos rabiar un poco a nuestro perro, es normal que gruña pero el lo hace sin maldad, simplemente para mostrarnos que está un poco rabioso porque no le damos el juguete.

Sin embargo no debemos confundir el gruñido sin maldad de un perro que juega con nosotros, con el gruñido de aviso que algunos perros dan cuando intentamos quitarles algo que tienen en su poder, cómo un juguete o un poco de comida.

Si nuestro perro nos gruñe cuando nos acercamos a el a coger algo, le debemos corregir inmediatamente con un «No!» alto y rotundo. Si nuestro gruñe y enseña los dientes cuando estemos acercándonos, debemos interpretarlo cómo una señal de aviso. Si seguimos por ese camino… nos llevaremos un mordisco.

Lo mejor es ese caso, es reñir al perro, pero si aun así nos ignora, debemos alejarnos y dejar que la tensión se relaje. Ya tendremos tiempo más adelante para educar y dominar a nuestro perro correctamente.

Mi perro gruñe cuando está contento

El gruñido es un medio más de comunicación que nuestro perro utiliza para indicar que está muy a gusto, que se encuentra feliz o que le encanta que le hagamos mimos. Este tipo de gruñido es muy sencillo identificar, porque se da acompañado de estados de felicidad en el perro y otros signos que lo verifican, cómo el movimiento de la cola de nuestro perro.

Durante ese momento en el que le rascamos la barriga y el goza con nuestras caricias, puede gruñir sin que signifique nada malo. Es una muestra de cariño y de hacernos entender que se lo está pasando genial.

Además de gruñir, algunos perros sonríen mostrando sus dientes mientras seguimos con las caricias. No debemos interpretar esto cómo una mala señal, ya que muchos perros muestran sus dientes intentando imitar la sonrisa humana. Ellos ven que nosotros lo hacemos cuando estamos contentos e intentan imitarlo.

Así que resumiendo, si nuestro perro se encuentra en una situación de felicidad, donde esté cómodo y mueva la cola de felicidad… Si gruñe, no es nada malo, sino todo lo contrario.

perros jugando y gruñendo

Mi perro gruñe a otros perros

Muchas veces se da el caso de que dos perros están jugando y uno de ellos se enfada por cualquier motivo y gruñe al otro perro. En esta situación lo normal es ver al dueño del perro regañarle, algo que es un gran error.

Los perros se gruñen entre ellos para darse avisos, si un perro le gruñe al otro, le está diciendo que hizo algo mal (cómo por ejemplo si intentó montarlo o ponerle la pata encima).

Dos perros se pueden gruñir y no pasa absolutamente nada, debemos dejar que sean ellos quienes solucionen el problema. Normalmente gruñirán y después cada uno irá por su lado o seguirán jugando. Incluso algunos perros juegan siempre gruñendo, porque es su forma de expresarse y eso no significa nada malo.

Sin embargo debemos estar atentos, ya que gruñirse un poco es normal y no hay que actuar. Pero si los gruñidos se intensifican y ambos perros comienzan a gruñirse con más intensidad, debemos actuar llamándoles y separándoles para evitar una confrontación seria.

Mi perro gruñe y enseña los dientes

Existen situaciones en las que si es malo que el perro gruña, cómo por ejemplo cuando el perro está en una situación de estrés o tensión. Lo notaremos muy fácilmente porque el perro gruñe, enseña los diente, ladra y/o se le eriza el pelo del lomo. Además su cola permanecerá rígida y levantada si está provocando o entre las piernas si está en pánico.

Cuando esta situación ocurra, debemos regañar a nuestro perro con un «No!!» alto y contundente, darnos la vuelta y quedarnos de espaldas a el sin hacer nada. No debemos mirarle, no debemos hablarle ni tampoco debemos tocarle. Simplemente esperaremos a que se marche o a que sea el quien venga hacia nosotros, más relajado y sumiso.

Cuando venga a nosotros debemos evaluar si se ha relajado, si es así, le felicitaremos un poco y cambiaremos de situación, por ejemplo saliendo a pasear. Si aun continua tenso cuando se acerque a nosotros, debemos seguir ignorándolo por completo hasta que se relaje.

Si un perro que no conocemos nos gruñe y nos enseña los dientes, no debemos salir corriendo nunca, pues el correrá tras nosotros para mordernos. Debemos mantenernos quietos sin mirarle, sin hablarle y sin tocarle. La mejor postura es cruzar los brazos sobre nuestro pecho y simplemente esperar a que se relaje o se marche.

Nunca debemos alzar los brazos, realizar movimientos bruscos o salir corriendo. Ni tan siquiera debemos gritar, mantener la calma y seguir estos consejos nos ayudará a evitar un mordisco.

Mi perro gruñe por miedo o dolor

Algunos perros gruñen cuando algo les da miedo, por ejemplo cuando van a l veterinario y recuerdan que este les hizo daño en alguna ocasión. El propio miedo les hace gruñir para indicarnos que no están a gusto, que tienen miedo.

La cola metida entre las piernas suele ser un indicativo más que ayuda a comprender que el perro está asustado. Si gruñe y ladra posiblemente esté demasiado asustado y debamos esperar a que se relaje o probar a distraerlo.

Cuando un perro está enfermo, por ejemplo del estómago, es posible que gruña cómo expresión de dolor. Incluso si le acariciamos por una zona donde sienta dolor, el perro gruñirá para indicarnos que no debemos tocar ahí porque le duele.

Estos son ejemplos de gruñidos que nunca debemos malinterpretar, no debemos corregirlos porque no suponen un peligro, sino una forma de comunicación.

Mi perro gruñe a los niños

Es posible que nuestro perro gruña a los niños del barrio, a los desconocidos o que incluso gruña a nuestros propios hijos. Es una señal que no debemos dejar pasar, siempre debemos regañar a nuestro perro cuando esto suceda.

Pero cuidado, que la culpa no es del perro. Los niños son eso, niños… ellos quieren jugar con el perro tocándolo por todos lados, abrazándolo, tirandole de las orejas o el rabo…. Y el perro es eso, un perro, no un juguete. No debemos dejar que los niños se aprovechen del perro, ni le molesten. Debemos crear un equilibrio justo de respeto entre ambos.

Si el perro gruñe al niño y no regañamos a ambos y los separamos, es posible que la situación termine con un buen susto o mordisco. Te recomendamos leer: Cómo educar a perros y niños.

Nunca olvides que los perros protegen a su familia, puede darse la situación en la que un niño esté jugando con tu hijo y sin querer le haga daño. Si tu hijo grita, llora o expresa su dolor, tu perro puede ir a protegerlo mordiendo al otro niño. Mucho cuidado con estas situaciones, son muy delicadas.

Jose Antonio Ramos

Adiestrador canino, titulado en el centro de educación canina Larcan. Técnico en modificación de conducta, ampliando estudios en etología canina. Ilusiuonado por compartir conocimientos y experiencias con los lectores de Soyunperro.

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