La ascitis o líquido libre en el abdomen en perros puede alertarnos sobre una enfermedad grave. Por ello, aunque nos parezca que esta presencia de líquido en el abdomen puede ser un problema menor, conviene prestarle mucha atención.
Desde Soyunperro vamos a explicar las causas de la ascitis, cuales son sus síntomas y qué tratamientos son los más habituales para curar a nuestro perro.
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¿Qué es la ascitis canina?
La ascitis, en sí misma, no es una enfermedad. Se trata más bien de un síntoma de otra patología concomitante, es decir, que está ocurriendo a la vez en alguno de los órganos. Por lo que nos puede indicar que un perro está padeciendo un problema de salud que requiere de diagnóstico o tratamiento urgente.
El fluido acumulado de forma anormal en la cavidad abdominal puede proceder de órganos internos, vasos sanguíneos o, incluso, de vasos linfáticos. Por ello, es importante que un veterinario pueda identificar la causa subyacente. De este modo podrá valorar cuál es la gravedad de la ascitis y el estado de salud del perro.
Causas de la ascitis canina
La ascitis canina puede estar relacionada con factores diversos. Por ello, antes de dar un diagnóstico, el especialista realizará varias pruebas para identificar qué está provocando la ascitis. Las causas más probables son:
- Niveles bajos de proteína en sangre (albúmina).
- Tumores sangrantes (hemangiosarcomas sobre todo).
- Una insuficiencia cardíaca congestiva derecha.
- Un traumatismo con rotura de órganos internos (como la vejiga por ejemplo).
- Rotura de vasos sanguíneos.
- Enfermedades relacionadas con el hígado.
- Enfermedades relacionadas con el intestino (por ejemplo IBD o peritonitis).
- Trastornos relacionados con el riñón y las proteínas.
Un perro con ascitis puede presentar varios síntomas, que pueden aparecer de repente o de forma progresiva, según la causa que los provoque.
Síntomas de ascitis en un perro
Uno de los signos más evidentes de la ascitis es la distensión abdominal que se produce. Es decir, que el vientre del perro se muestra excesivamente hinchado. Se puede observar lo que en medicina veterinaria se denomina onda ascítica: al darle un toque a ese abdomen se producirá una onda como si de una piscina se tratase.
Además, esto puede venir acompañado por otros síntomas como:
- El perro no suele tener apetito, pero depende del caso.
- Encías (mucosas) pálidas si se trata de un sangrado abdominal.
- Se muestra aletargado y más cansado de lo normal.
- Síntomas gastrointestinales como diarrea, vómitos…
- Pérdida de peso progresiva en ocasiones (IBD).
- Siente dolor y gime al acostarse en ocasiones.
- Dificultad respiratoria en ocasiones.
Si nuestro perro muestra algunos de estos signos, es importante que lo llevemos lo antes posible a un veterinario para que pueda examinarle.
Diagnóstico y se tratamiento de la ascitis
En la consulta veterinaria el especialista podrá realizarle al perro varias pruebas diagnósticas. Algunas de las más habituales, en el caso de la ascitis, son las radiografías y las ecografías abdominales (muy determinante), así como toma de muestra del líquido y observación de este macro y microscópicamente.
En función de ello, los pasos a seguir pueden variar. Si hay infección (peritonitis), habrá que administrarle al perro antibióticos a parte de otros medicamentos. Siempre habrá que determinar la causa por si quirúrgicamente se pudiera resolver (tumores en órganos, por ejemplo).
Una vez resuelto, en casa es importante seguir el tratamiento indicado y realizar controles periódicos de seguimiento para que el profesional pueda ver la evolución del perro. Depende de la causa que haya provocado esa ascitis, tendrá un tratamiento y pronóstico diferente.