Todos los perros tienen glándulas anales, las cuales les ayudan a lubricar su ano para que cuando hagan sus necesidades todo salga más o menos de forma sencilla. Y aunque esa es su principal función, lo cierto es que estas curiosas glándulas tienen muchas otras funciones importantes que detallaremos a continuación.
A niveles generales no es necesario vaciar nunca las glándulas anales de un perro, ya que normalmente se vacían por si solas. Pero en ocasiones, no se vacían y eso ocasiona una gran molestia a nuestro perro. Vamos a ver cómo se deben vaciar estás glándulas explicándolo paso a paso.
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¿Qué son las glándulas anales y para qué sirven?
Todos los perros tienen estas glándulas en su ano, una a cada lado del ano. A simple vista no se pueden apreciar, pero si palpamos un poco, podremos ver cómo hay una especie de “pequeña bola” a cada lado del ano. Son del tamaño de un garbanzo más o menos, aunque obviamente influye mucho el tamaño del perro también, cuanto más grande es el perro, más grande es el tamaño de sus glándulas.
Estas glándulas tienen en su interior un líquido de color amarillento oscuro que huele realmente mal, cómo a huevos podridos o incluso peor. La principal función de estas glándulas es la de lubricar el ano del perro cuando defeca, además en su contenido vemos al microscopio células decamadas del epitelio perianal.
El mal olor de este líquido es tan peculiar que cada perro tiene el suyo propio, es cómo su huella dactilar. Cuando un perro conoce a otro, normalmente lo primero que hace es olerle el culo…. una forma de saber cómo huele el líquido de sus glándulas anales, para saber si reconoce a este perro por sus heces ¿curioso verdad? después se suelen oler sus partes intimar, para reconocerse por los orines. Ellos usan principalmente el olfato, debemos recordarlo.
De manera natural en la defecación los perros vacían el contenido de estas glándulas, pero existen casos, fundamentalmente se presenta en perros muy estreñidos en los que debemos hacerlo manualmente ya que la inflamación de estas glándulas puede provocar mucho dolor y síntomas tales como:
- Se lame, rasca o mordisquea el ano frecuentemente.
- Arrastra el trasero por el suelo “postura de trineo”, esta postura también la puede adoptar en caso de parásitos.
- Falta de apetito e intranquilidad.
- Puede tener un olor no habitual, realmente muy incómodo.
- Inflamación y dolor acompañado de quejidos a la palpación.
- Sacos anales palpables.
¿Cómo debo vaciar las glándulas anales de mi perro?
Lo primero que debes saber es que si no tienes experiencia o no te atreves con ello, puedes acudir a un veterinario. Ellos están acostumbrados a hacer esto y pueden mostrarte cómo hacerlo, para que en el futuro lo hagas por ti mism@ en casa.
Cuando los perros no vacían sus glándulas de forma natural, es necesario vaciarlas manualmente una vez al mes. No todos los meses tendrán la misma necesidad y es posible que con el tiempo comiencen a vaciarlas de forma natural nuevamente.
Los pasos a seguir para vaciar las glándulas anales del perro son:
- Escoge un espacio abierto o una habitación en que puedas fregar las paredes, el contenido sale a veces con mucha presión y puede manchar y dejar un olor muy desagradable
- Ponte guantes finos de látex, para trabajar con higiene pero con buen tacto.
- Pide ayuda a otra persona, para que sujete al perro mientras realizar el vaciado.
- Con tu mano abierta recorre la región perianal trazando una línea horizontal en tu recorrido y ve deslizando la yema de los dedos hasta localizar dos estructuras de forma esferoidal a cada lado del ano.
- Suavemente, estira un poco de ellas hacia fuera a la vez que subes. Es la forma de empujar el liquido que contienen hacia el ano para que salga y se vacíen.
- El líquido puede salir a presión, no te pongas justo delante. El líquido será amarillento oscuro con un olor muy desagradable, es lo normal.
- Es recomendable utilizar algunas gasas para evitar que el líquido salga disparado por todos lados….
Cómo todos sabemos, es mucho mejor ver cómo se hace para aprender a hacerlo, así que aquí os dejo un vídeo (está en ingles, pero sólo fijaros en cómo lo hace y en cómo sale el líquido).
Si nuestro perro se queja, es posible que le estemos haciendo daño por apretar demasiado o por no hacerlo bien. Si le duele mucho porque tiene la zona inflamada, quizás la mejor opción es que la primera vez lo haga un veterinario y las demás tu, si es necesario (recuerda, sólo una vez al mes).