Insuficiencia renal en perros

Los riñones son un órgano de vital importancia, gracias al desempeño de sus numerosas funciones consiguen mantener la homeostasis en los organismos (en un estado estable de equilibrio). Cuando su funcionamiento se ve alterado se produce en los perros un problema médico conocido cómo insuficiencia renal.

Si sospechas que tu perro puede tener este problema o incluso si ya está diagnosticado, esta información te será de gran utilidad. Veamos en detalle todo lo relacionado con la insuficiencia renal canina.

¿Cómo se origina la enfermedad renal en perros?

Los riñones son los órganos principales del sistema urinario y desempeñan funciones fundamentales para la vida de nuestros peludos:

  1. Filtran la sangre, excretando los desechos metabólicos y toxinas producidas por el organismo del perro (urea, amoniaco, ácido úrico y creatinina), a través de la de orina.
  2. Regulan y mantienen el volumen plasmático diluyendo o concentrando la orina.
  3. Intervienen en la regulación de la presión arterial, mantienen el PH de la sangre estable gracias a mecanismos de regulación ácido-base.
  4. Importante rol a nivel endocrino, secretan ciertas hormonas implicadas en la producción de glóbulos rojos.

Cuando algo falla en este sistema se activan mecanismos de compensación que son capaces de hacer que este siga funcionando. Lo negativo de esta compensación es que, en muchos casos, los perros son diagnosticados cuando la enfermedad está ya muy avanzada.

Sólo se hablará de insuficiencia renal cuando estén alteradas al menos 3/4 partes de la capacidad funcional de las nefronas de ambos riñones, es decir, que el 75% de las nefronas no sean funcionales. Pues podemos tener casos de insuficiencia sin lesiones o pequeñas lesiones que no lleguen a causar insuficiencia, por tanto, es importante establecer estas diferencias.

La insuficiencia renal canina puede presentarse de dos maneras, como veremos a continuación.

Insuficiencia renal aguda en perros

La insuficiencia renal en nuestro perro puede aparecer de manera súbita, de unas horas a 1-2 días. Este tipo de insuficiencia puede ser de varios tipos: prerrenal, si su origen se debe a alteraciones subyacentes como una disminución del gasto cardiaco, hipovolemia o trombosis, de tipo renal, por causas infecciosas, parasitarias o sustancias tóxicas y de tipo postrenal, generalmente obstructivas.

Los casos de insuficiencia aguda suponen una emergencia vital y requieren inmediata atención veterinaria. Son potencialmente reversibles y es posible que el perro se recupere sin secuelas, pero si se ha producido un daño renal importante, podría ser irreversible y entonces se convertirá en un enfermo renal crónico.

Insuficiencia renal crónica en perros

Este tipo de insuficiencia renal conlleva una pérdida lenta y progresiva de las funciones renales (meses o años). Es la presentación más frecuente, siendo más común en los perros de edad avanzada, pero no observaremos síntomas hasta que el daño esté avanzado.

De ahí la importancia de las revisiones veterinarias al menos una vez al año, sobre todo en mayores de 7 años, ya que un diagnóstico precoz ayuda a mantener la calidad de vida. Esta insuficiencia puede deberse a enfermedades congénitas como el riñón poliquístico o la displasia renal, o a enfermedades adquiridas a lo largo de la vida de nuestros peludos como infecciones, neoplasias, hidronefritis (por obstrucción de la vejiga se acumula el agua en la nefrona), amiloidosis (acúmulo de sustancia amiloide a nivel renal), etc.

Las alteraciones estructurales o funcionales causadas, como posibles esclerosis y fibrosis de las nefronas compensadoras, en este caso son irreversibles.

Síntomas de insuficiencia renal en perros

Aunque estos pueden variar dependiendo de si se trata de un proceso agudo o crónico, los síntomas más característicos de la insuficiencia renal en un perro son:

  • Poliuria, es decir, incremento en la excreción de orina, que será clara, menos densa. En casos agudos, al contrario, puede producirse anuria, que es la incapacidad de producir orina. Es una emergencia.
  • Polidipsia, porque para compensar la gran eliminación de orina, el perro bebe más.
  • Adelgazamiento, mala condición corporal y mal aspecto del manto de pelo y piel, únicamente en los casos crónicos.
  • Deshidratación por la pérdida de líquidos. Este desequilibrio puede producir edemas.
  • Vómitos y molestias digestivas, además de un aliento con olor a amoniaco e incluso heridas en la boca, debido al aumento de toxinas urémicas en sangre que estimulan el centro del vómito y tienen ese olor tan característico.
  • Comportamiento letárgico y mucosas pálidas debido a la anemia, el hematocrito se encontrará disminuido, resultado de la disminución en la síntesis de eritropoyetina.

En los casos más graves el perro podría entrar en coma, de ahí la importancia de acudir al veterinario en cuanto notemos cualquiera de estos síntomas.

La insuficiencia renal puede diagnosticarse mediante una analítica de orina y de sangre, donde aparecerán elevados valores como la creatinina y la urea (azotemia), el fósforo (hiperfosfatemia) y /o el potasio (hiperpotasemia). También pueden realizarse pruebas como la medición de la presión arterial, la radiografía o la ecografía.

Cómo tratar la insuficiencia renal canina

Antes de nada, hay que saber frente a qué tipo de enfermedad renal nos encontramos, pues si se trata de una patología prerrenal o postrenal deberemos tratar la causa subyacente. En cambio, de ser puramente renal, distinguiremos cómo tratar la insuficiencia renal en los perros dependiendo de si esta es aguda o crónica:

  1. Insuficiencia renal aguda: es, como hemos dicho, una emergencia veterinaria que va a requerir ingreso hospitalario para la administración de fluidoterapia. Dependiendo de su causa el tratamiento puede variar desde la cirugía si, por ejemplo, estamos ante una rotura de vejiga, a la administración de fármacos que controlen los diferentes síntomas como los antieméticos para los vómitos, los protectores gástricos, etc. El pronóstico es reservado, pero con un tratamiento temprano y adecuado puede llegar a ser reversible.
  2. Insuficiencia renal crónica: el tratamiento será paliativo, pues en este caso las alteraciones producidas son irreversibles, por lo tanto, se basará en el control de los síntomas, para lo que se pueden administrar diferentes fármacos. El veterinario, según los datos clínicos y los resultados de las pruebas, va a indicarnos en cuál de los cuatro estadios de la enfermedad renal se encuentra nuestro perro en función de su gravedad, lo que determinará la necesidad de medicación.

Además, la alimentación específicamente formulada para perros con insuficiencia renal resulta básica, siendo la más recomendable la alimentación a partir de productos naturales. Esta enfermedad no se cura pero sí podemos intentar mantener, con estas medidas, una buena calidad de vida el mayor tiempo posible.

¿Cómo es la vida de un perro con insuficiencia renal?

Un perro con esta enfermedad requiere una alimentación especializada que facilite el trabajo de los riñones y los preserve. En el mercado encontraremos diversas opciones de pienso y de alimento húmedo. Estos animales requieren una dieta rica en proteínas muy digestibles y de alto valor biológico que compensen la proteinuria, pérdida de proteínas a través de la orina.

Por otro lado, es necesario controlar los niveles de ciertos minerales como el fósforo que pueden empeorar el deterioro de los túbulos renales y acelerar el proceso. Si el perro rechaza el pienso es importante ir probando hasta encontrar el que le resulte apetecible, pues es fundamental que coma y no se quede con el estómago vacío, pues empeoraría su estado y enfermedad.

También es fundamental que disponga de agua fresca ad libitum, que sigamos las pautas de administración de medicamentos que el veterinario nos ha recetado y que contactemos con él ante cualquier síntoma. Con estas precauciones, un perro con insuficiencia renal puede hacer una vida completamente normal.

Vet. Sara Díaz Abelleira

Graduada en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Con experiencia en reconocidos e importantes hospitales de referencia tanto en España, el Hospital Veterinario de Puchol como en el extranjero, en el Centre hospitalier vétérinaire Languedocia en Montpellier o el CHV VetAgroSup de Lyon, Francia. Adentrándome en el mundo laboral con muchas ganas de seguir aprendiendo y ampliando mi conocimiento, siempre mejorando para poder ayudar a nuestros pequeños peludos. Ilusionada de poder compartir mis conocimientos con nuestros queridos lectores de Soyunperro.

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