No imaginamos peor situación para una persona que la de tener que plantearse realmente sacrificar a su perro, obviamente por algún motivo de causa mayor. Pero que sea algo que se pueda hacer… no significa que sea algo que se deba hacer, o por lo menos no en la mayoría de situaciones en las que por desgracia si se hace.
Dado que este es un tema de gran conflicto, nos gustaría explicar las situaciones en las que si se debe ayudar a nuestro perrito a terminar con su vida y las situaciones en las que no, bajo ningún concepto, debemos sacrificarlo.
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Mi perro está enfermo ¿Debo sacrificarlo?
Cuando escuchamos casos de personas que han sacrificado a sus perritos, o los han abandonado simplemente porque tienen una enfermedad, se nos cae el alma al suelo. No queremos ni pensar que harán esas personas cuando sus parejas, hijos o padres enfermen…. ¿los abandonaran también?
Existen circunstancias muy específicas en las que el veterinario determinará la eutanasia. El perro debe sufrir una enfermedad irreversible que comprometa su calidad de vida de manera notoria. También en casos de accidentes graves y enfermedades agudas muy dolorosas y que invaliden al perro en sus funciones vitales.
La eutanasia es algo más que poner fin a la vida del animal. Es un proceso que combina la compasión y consideración científica a la vez que brinda a cada animal una muerte sin dolor ni estrés según explica The Humane Society of the United States. Manual de referencia sobre la eutanasia.
Sólo hay una excusa para sacrificar a un perro enfermo, y es que el veterinario así nos lo haga saber. Sólo el veterinario puede saber cuando un perro está tan enfermo, que sólo va a sufrir. En consecuencia, obviamente lo mejor es dormirlo para que no sufra. Esto son casos cómo un cáncer terminal que le cause dolor, o un atropello que le haya producido daños irreparables que le causen mucho dolor o la imposibilidad de vivir. Sólo en estos pocos casos y siempre bajo la recomendación de un veterinario se puede excusar este acto, ya que se hace por mera humanidad.
La mayoría de perritos enfermos, es decir, el 99% de los perritos enfermos, no necesitan ser sacrificados. Muchos de ellos sólo necesitan una medicación para poder llevar una vida normal, o unos cuidados especiales. Pero eso no significa bajo ningún concepto, que debamos arrebatarles la vida.
Imagina que tu madre, tu padre, tu marido o esposa, o alguno de tus hij@s enferma…..¿en serio te plantearías sacrificarlo? Creo que no, lo normal es ir al medico y seguir viviendo con la medicación que sea necesaria. Pues lo mismo con nuestro perrito, el o ella son parte de nuestra familia.
Mi perro ha mordido ¿Debo sacrificarlo?
Si tu perro ha mordido a otro perrito, no debes sacrificarlo. Es normal entre perros que haya discusiones y que en alguna ocasiones, terminen en enfrentamiento. Son menos las ocasiones en las que desafortunadamente algún perrito fallece, pero eso no significa que haya que sacrificar al otro perro. Es más, en países cómo España está prohibido al menos durante los siguientes quince días, por motivos de cuarentena.
Si tu perro ha mordido a una persona tampoco debes sacrificarlo, ya que el responsable eres tu y no tu perro. Tu eres el/la responsable directo de los actos de tu perrito, si tu perro es agresivo deberías haberle puesto bozal, y si tu perrito muerde deberías haberle llevado a un adiestrado profesional. Aquí no caben excusas de que el perro es malo, los malos son los humanos, no los perros.
Existe mucha facilidad para echarle la culpa al perro cuando sucede algo malo o grave, es un perro que es malo, es un perro que no aprende, etc…. Pero lo cierto es que en el 99% de los casos, el problema es por culpa del dueño y no del perro.
Nunca sacrifiques a un perro por estos motivos, no es justo para el. Tienes a tu disposición miles de adiestradores profesiones, sistema de prevención cómo los bozales, etc.
Es necesario en caso de mordidas y/o agresiones a perros o personas, que le mantengas en observación al menos 15 días. En casos de síntomas de babeos, fotofobias o algún tipo de parálisis facial u otro signo neurológico avises a tu veterinario.
Mi perro es viejo ¿Debo sacrificarlo?
Espero que algún día cuando tu también seas una persona muy vieja, alguien te pregunte si deberían sacrificarte…. En serio, no es posible que alguien sacrifique a su perro sólo por ser viejo, ya que es la mayor injusticia que se puede cometer.
Sólo cuando un perrito ya está en sus últimos momentos, y siempre y cuando un veterinario así lo recomiende, se puede sedar para que no sufra dolor y pueda descansar en paz.
Perder a un amigo es duro, pero más duro es verlo sufrir. Debemos saber diferenciar cuando ha llegado el momento, para ello es conveniente reflexionar en que el egoísmo de “tener” a tu mascota no puede ser mayor que el sufrimiento que tu animal padece.
Es una decisión ultradifícil, por lo que debes consultar siempre a un veterinario. Puedes obtener más info en:
¿Cómo se sacrifica a un perro?
Cuando no queda más solución que hacerlo, es decir, cuando el veterinario nos recomienda hacerlo porque es la única solución para terminar con su dolor, es cuando debe hacerse.
Los perros se sacrifican SIEMPRE en un hospital veterinario, excepto cuando el veterinario se desplaza hasta la casa donde viva el perrito. El veterinario sedará a nuestro perrito, es decir, le pondrá un sedante para que se duerma y así no sufra. Una vez que el perrito está totalmente dormido, se le pone otra inyección que contiene algo que terminará con su vida en pocos minutos sin dolor alguno.
Posteriormente el veterinario valorará una serie de parámetros para dictaminar su defunción, no debes temer nunca al “enterrarlo vivo”, (algo que le preocupa a muchos), tras una decisión tan dolorosa, en la que nos sentimos verdaderamente sensibles.
Así que ya conoces los casos en los que se debe ayudar a nuestro perrito a descansar en paz, única y exclusivamente cuando sea la única opción, sea para aliviar su dolor (incurable) y siempre bajo recomendación veterinaria. Y recuerda que la vida de un perro no se mide en su último día, sino en todos los días felices que has pasado junto a él y el junto a ti.