En algunas situaciones los perros pueden mal interpretar el echo de que intentemos quitarles sus juguetes y volverse posesivos con ellos. Un perro posesivo puede simplemente no soltar su juguete, puede gruñirnos o incluso lanzarnos un mordisco, un comportamiento que debemos evitar a toda consta.
Bajo ningún concepto debemos dejar que nuestro perro nos gruña o intente mordernos por ser posesivo, pero tampoco debemos castigarle o reñirle por serlo porque entonces aprenderá que mediante la fuerza podemos conseguir lo que queremos y el también intentará hacerlo.
Veamos como debemos actuar ante un comportamiento posesivo, con o sin gruñido y cómo evitar este tipo de situaciones educándolo correctamente desde cachorro.
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Cómo corregir a un perro adulto posesivo
Si nuestro perro se ha vuelto posesivo con sus juguetes, con su cama, con su comida o incluso con cualquier palo que se encuentre por la calle…. tenemos un problema. Esta conducta se debe principalmente a tres motivos, que debemos solucionar:
- Miedo por parte del perro a perder su posesión.
- Intento de marcar su territorio.
- Aprendizaje erróneo por culpa de malos ejemplos por nuestra parte.
Los dos primeros motivos van prácticamente unidos, los perros inseguros son generalmente territoriales. Perros que no han sido socializados y que tienen temor a perder lo que han conseguido, ya sea un juguete o la comida.
Un perro adulto posesivo puede resultar peligroso si no sabemos educarlo correctamente, ya que si intentamos quitarle su posesión posiblemente nos gruña o incluso nos intente atacar. Si no estamos muy seguros de poder solucionar este problema, lo recomendable es acudir a un adiestrador canino.
Sin embargo, podemos poner en práctica algunos consejos para poco a poco y con mucha paciencia, intentar eliminar dicho comportamiento. Si a modo de ejemplo nuestro perro gruñe cuando nos acercamos a su comida, debemos dejar de ponerle comida en el cuenco y comenzar a acostumbrarlo a darle comida de nuestra mano.
Esto es un proceso que debemos practicar con mucha paciencia y cuidado, día tras día hasta que el perro se acostumbre a comer de nuestra mano y no de su cuenco. Después iremos añadiendo comida a su cuenco poco a poco, a la vez que le damos comida de la mano.
Finalmente debemos poder acercarnos a su cuenco de comida cuando queramos sin que el nos gruña ni haga malos gestos, siempre con cuidado ya que un mal acto puede resultar en mordisco. Si el caso de posesión se da con un juguete, lo ideal es desviar su atención con comida, sacar alguna de sus chuches favoritas e intentar que suelte el juguete.
Cuando lo suelte, debemos darle comida y premiarlo, después le daremos nuevamente el juguete (nunca debemos quitárselo por completo). El fin de este sistema es enseñar al perro a soltar lo que esté mordiendo cuando nosotros se lo pidamos, por ello debemos practicar y mucho la orden de «dámelo» o «suelta» siempre con comida como premio.
Si el perro es posesivo por el tercer motivo, es decir, por haber aprendido de un mal ejemplo por nuestra parte, no cabe duda de que vas a necesitar ayuda profesional. Muchas personas intentan quitarle los juguetes, la comida o la cama al perro cuando se vuelve posesivo mediante la fuerza, incluso castigándolo físicamente.
Con esto nuestro perro sólo aprenderá una cosa, a ser más agresivo y posesivo aun. Pensará que mediante la fuerza puede conseguir lo que quiera al igual que lo hacemos nosotros, por eso nunca debemos aplicar este tipo de comportamiento con nuestro perro.
Cómo evitar que un cachorro sea posesivo
Para evitar tener un cachorro posesivo solamente debemos poner en práctica una técnica muy habitual y saludable, la socialización. Debemos juntar a nuestro perro con otros perros desde cachorro para que aprenda a jugar y relacionarse, lo mismo con otras personas.
Cuando le demos de comer, debemos poder meter la mano en su plato de comida sin que nos gruña ni nos haga un mal gesto. Nosotros y cualquier miembro de la familia, incluso personas desconocidas.
El perro debe aprender que no pasa nada por que otras personas o perros toquen sus juguetes o su comida, que es algo completamente normal. De esta forma nuestro cachorro crecerá con una actitud muy positiva y sociable.