Está considerada la raza pura más pequeña que existe y hace poco que fue aceptada oficialmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI). El Ratón de Praga, confundido a menudo con el Pinscher Miniatura o con el Chihuahua, es un can inteligente a la vez que cariñoso.
Poco conocido todavía fuera de Europa Central, es una gran opción como compañero de hogar. Si estás pensando en adoptar un ejemplar de esta raza, no te pierdas todos los detalles que hemos recopilado para ti sobre su carácter, cuidados y curiosidades.
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Características del Ratón de Praga
Estos canes tienen un cuerpo extremadamente pequeño. Son delgados y atléticos, con una musculatura bien marcada y una espalda firme. Su cabeza es alargada, con un hocico recto y bien cincelado que se afina hacia la punta.
Los ojos son oscuros, expresivos y con una mirada penetrante. Las orejas tienen forma triangular y son grandes en relación a su tamaño; suelen llevarlas erguidas y apuntando hacia los lados. La cola, fina y no muy larga, está insertada en la misma línea del lomo.
¿Cómo es el estándar oficial de esta raza?
Al ser el tamaño una parte esencial de la raza, no se aceptan desviaciones de más de 1 cm por encima de los 23 cm o por debajo de los 21 cm. Las marcas color fuego del manto deben presentarse sobre los ojos, las mejillas y los pies, mientras que en el pecho deben formar dos triángulos de igual forma y estar separadas entre sí.
Cualquier mancha blanca de más de 1 cm es descalificatoria. Las trufas deben ser completamente negras. Una espalda arqueada no es aceptada, ya que el lomo debe estar bien recto. Otras faltas son las orejas caídas, los ojos azules o amarillos y también una cola excesivamente enrollada.
Temperamento de un Ratonero de Praga
Amigables y mimosos, a los Ratones de Praga les encanta que les traten con cariño. En ningún lugar se sentirán más a gusto que recibiendo caricias sobre la falda de su humano favorito.
Establecen muy buenas relaciones con todos los miembros de la familia y también con niños de todas las edades. Sin embargo, debes tener mucho cuidado con los juegos con los más pequeños de casa: al ser más torpes pueden lastimar sus frágiles cuerpecitos.
Por lo general se trata de perros muy activos y que disfrutan a lo grande de las actividades al aire libre, como los paseos por el campo o las travesías por zonas de montaña. Los Ratones de Praga poseen instintos de caza y tienen un olfato muy agudo, por lo que se desenvuelven muy bien capturando ratas en almacenes o en casas rurales. Asimismo, son muy apreciados para la búsqueda de trufas durante la temporada.
Su necesidad de agradar y su gran inteligencia hacen que sean fáciles de entrenar. Responden de manera excelente a técnicas de adiestramiento que privilegian el refuerzo positivo y la socialización temprana.
Esto último es fundamental, ya que la falta de contacto con sus congéneres puede derivar en el “síndrome de perro pequeño”. Se trata de una condición que les lleva a querer llamar la atención permanentemente a través de ladridos o comportamientos desobedientes.
Cuidados para la raza Ratón de Praga
Estos ratoneros son sencillos de mantener, ya que se adaptan muy bien a los pisos pequeños o a las casas sin jardín. No obstante, al ser enérgicos, necesitan una rutina regular de salidas. Se recomiendan varios paseos diarios de unos 30 minutos. Ten presente que no deben realizar un ejercicio demasiado intenso, pues esto puede ser contraproducente para su pequeña anatomía.
El cuidado del manto es otro punto a favor si vives en ambientes pequeños, ya que no suelta pelo en exceso. El cepillado debe realizarse a conciencia y con una frecuencia semanal.
Los baños, en cambio, solo cuando sean indispensables. De hecho, una vez cada dos meses será más que suficiente. En épocas heladas se recomienda no bañarles, pues podrían enfermar con facilidad. Por ello mismo, procura que las salidas en invierno o en días muy fríos siempre sean con abrigo, pues sufren mucho con las bajas temperaturas.
Problemas de salud comunes del Ratón de Praga
Los problemas de salud más frecuentes del Ratón de Praga están relacionados con el crecimiento anormal de algunas partes de su cuerpo, como la zona de la rótula, lo que a menudo desemboca en luxaciones patelares.
Otros problemas habituales son las roturas de huesos o de articulaciones, a causa de un sobreesfuerzo o de movimientos muy bruscos. Si le tomas en brazos recuerda que su anatomía es excesivamente delicada, por lo que debes hacerlo con cuidado.
Historia del Ratón de Praga y datos curiosos
Estos canes provienen de la zona de Bohemia, en lo que hoy es la República Checa. Existen documentos que sitúan su origen en la Edad Media, una época en la que se consideraban perros de alta alcurnia y estaban entre las variedades preferidas de los aristócratas locales.
Con los años se fueron popularizando entre los habitantes de las ciudades, que los empleaban para deshacerse de las ratas. Fueron especialmente valorados durante la época de la peste negra, ya que eran especialistas en cazar a estos roedores, principales transmisores de la enfermedad.
A finales del siglo XIX y principios del XX, con la llegada de perros más grandes y versátiles, la raza cayó en un progresivo declive. Durante décadas se siguieron criando en granjas y en zonas rurales aisladas de Chequia.
En los últimos años del siglo XX el interés por estos pequeñines se disparó nuevamente, por lo que las federaciones internacionales volvieron a poner el ojo en sus cualidades. La raza fue reconocida oficialmente en el año 2019.