La alimentación de un perro se basa principalmente en las proteínas de origen animal, por lo que si te preguntas ¿puede mi perro comer pescado? la respuesta es si, si puede. Sin embargo, hay que tener algunos cuidados cómo indicamos a continuación.
Tanto el pescado cocinado cómo el pescado crudo son excelentes fuentes de proteína animal para tu perro, pero también pueden ser un gran peligro. Si quieres alimentar a tu perro con pescado, no te pierdas estos consejos.
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El pescado como alimento
Dentro de este grupo tenemos un sinfín de especies y posibilidades para alimentar a nuestro animal, una variedad mucho mayor que la de los animales terrestres. Dada esta grandísima variedad, por sencillez el pescado se ha dividido en:
- Pescado blanco: Pescado con una menor cantidad de grasa (1-3%). Son animales que en vida salvaje no requieren esas reservas de energía tan grandes ya que su alimentación se basa en fuentes que no le requieren recorrer distancia. Algunos ejemplos son: gallo, merluza, bacalao, rodaballo, etc.
- Pescado azul: Pescado con una mayor cantidad de grasa (8-15% de la que hablaremos más adelante). A diferencia de los anteriores, son animales más acostumbrados a recorrer distancias mayores para obtener alimento. Algunos ejemplos son el atún, el pez espada, salmón, sardinas o bonito.
Es un alimento muy interesante, ya que es una fuente de proteína muy digestible y de sabor muy distinto a los animales terrestres e incluso entre los distintos peces. Además, es una fuente de vitaminas del grupo B e incluso las liposolubles (A, D y E) además de minerales esenciales como calcio, cinc, selenio, fósforo y yodo.
Pero con todo, la cualidad que puede resultar más interesante está en esa grasa del pescado azul ya mencionada. La grasa que tiene el pescado azul en su cuerpo es muy rica en ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3. Los beneficios que estos aportan son muy numerosos: anticoagulantes, antiarrítmicos e incluso antialérgicos.
¿Es peligroso que mi perro coma pescado?
En líneas generales no es peligroso, muchos productos comerciales lo utilizan como fuente de proteína y muchos dueños lo tienen en su dieta de forma habitual.
Pero lo cierto es que si puede ser peligroso, si no se toman las medidas adecuadas. Si preparamos bien el pescado y seguimos estos consejos, los peligros se reducen al mínimo y podremos alimentar a nuestro perro con pescado sin problemas.
Peligros que puede aportar el pescado:
- Infecciosos: Al igual que cualquier producto consumido con una cocción insuficiente el pescado tendrá bacterias que podrán causar enfermedades en quien lo coma crudo. Entre estas están algunas tan ubicuas como Listeria monocytogenes o E. colli y otras más específicas como Mycobacterium marinum o Streptococcus iniae.
- Parasitarios: Posiblemente los más conocidos. Dentro de estos está la anisakidosis, que es la enfermedad causada por ingerir las larvas de cualquier nematodo de la familia Anisakidae. Esta es zoonósica, por lo que puede ser peligrosa para los dueños.
- Mecánicos: El atragantamiento es un peligro real en estos casos. Tanto la piel como las espinas pueden oponerse a la tracción del pez en este caso. Por otro lado, las espinas pueden perforar y lacerar todo el tracto digestivo.
- Nutricionales: Hay determinadas partes del pescado como el hígado o el aceite de este que tienen nutrientes en cantidades superiores a lo recomendable (en este caso la vitamina A) por lo tanto, siempre antes de administrarlo debemos estar informados.
¿Cómo darle pescado a un perro de forma segura?
Si queremos dar pescado cocinado a nuestro perro, debemos asegurarnos de que está completamente libre de espinas para evitar que alguna se quede clavada en su boca, garganta o cualquier parte de su sistema digestivo.
Además, el pescado debe ser cocinado sin salsas, aliños ni refritos. Lo ideal es que el pescado se haya cocido al vapor o a la plancha. Esto eliminará cualquier posible patógeno y además lo hará más digestible para nuestro perro. Además, así podremos darlo con la piel siempre que esta haya quedado cocida.
Una vez cocinado, espera a que se enfríe y separa la carne de las espinas. Solo debes darle a tu perro la carne. Las espinas tendrás que tirarlas a la basura, ya que son peligrosas para él.
¿Puede un perro comer pescado crudo?
Por supuesto, pero no es recomendable por los peligros ya comentados. Además de suponer un riesgo para el perro, también lo es para el dueño por manipular el alimento.
En caso de querer optar por esta alimentación, para evitar que nuestro perro pueda contraer este tipo de parásitos, es importante congelar el pescado durante al menos cinco días completos a una temperatura de entre -20º y -35º. Luego bastará con descongelarlo para que nuestro perro pueda comerlo.
Nunca le des a tu perro un pescado más grande del que pueda tragar. Sobre todo si hablamos de razas de perros pequeños, los cuales tienen más probabilidades de atragantarse.
Lo ideal es seleccionar pescados pequeños cómo la anchoa/boquerón, los cuales podemos dar enteros a nuestro perro (incluyendo cabeza y tripas). Nunca le des a tu perro un pez de gran tamaño con espinas, pues podría clavarse.