Cuando compartimos nuestra vida con un perro, en muchas ocasiones nos preguntamos si sería mejor buscarle un compañero de cuatro patas para que jugara con el cuando por ejemplo, no estemos en casa para hacerle compañía.
La respuesta es muy sencilla, por supuesto que si. Dos perros pueden hacerse compañía mutua, jugar e incluso aprender el uno del otro. Es una decisión súper acertada aunque debemos tener algunos aspectos en cuenta, ya que pueden surgir incompatibilidades.
Desde Soyunperro vamos a explicar los motivos por lo que es mejor tener dos perros y qué aspectos debemos tener en cuenta antes de adoptar a nuestro segundo perrhijo.
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Beneficios de tener varios perros
Por mucho que nuestro perro se sienta feliz a nuestro lado, no podemos negar la evidencia de que el es un perro y nosotros humanos. Hay muchas cosas que no comprendemos de los perros y muchos momentos en los que un compañero canino seria mucho mejor que un humano, para el.
Los perros pueden interactuar entre ellos comprendiendo en todo momento su lenguaje corporal, algo que la mayoría de humanos no sabe interpretar. Además son muchas las ocasiones en las que por motivos de trabajo, comidas en restaurantes o visitas medicas debemos dejar a nuestro perro sólo en casa.
Tener dos perros supone que nuestro perro no volverá a sentirse solo cuando nosotros no estemos, podrá jugar con su compañero o simplemente disfrutar de la paz del momento y de una buena siesta, pero en compañía.
Los perros crean entre ellos un vinculo muy especial, notarás que con el tiempo incluso se protegen entre ellos si un perro desconocido les gruñe por la calle. Forman rápidamente una manada, liderada obviamente por nosotros.
Precauciones importantes antes de adoptar un segundo perro
Tener dos perros no siempre es una buena idea, debemos ser conscientes de varios aspectos muy importantes cómo por ejemplo que el gasto en comida y en veterinarios se multiplicará por dos. Que los paseos serán un poco más complicados si deciden tirar de la correa, etc…
También debemos tener muy en cuenta la edad y el carácter de nuestro perro, antes de buscarle un compañero. Si nuestro perro es anciano, no debemos incorporar un cachorro a casa, porque sencillamente el no tendrá energía ni paciencia para el cachorro.
Si nuestro perro es muy territorial, agresivo o tiene un carácter dominante… tampoco será buena idea buscarle un compañero, ya que si el compañero es sumiso nuestro perro lo dominará constantemente y si es de carácter fuerte habrá enfrentamientos constantes.
No te lo tomes a mal, pero si no has sido capaz de socializar correctamente a un solo perro ¿para qué vas a tener dos? tendrás el doble de problemas de conducta y el peligro que eso supone para ti y el entorno.
El tamaño también puede suponer un problema, no es recomendable tener un perro de cincuenta kilos de peso e incorporar un perro de tamaño mini, de menos de diez kilos… ya que es más que probable que simplemente jugando sufra algún accidente.
Cómo presentar al nuevo perro a la familia
Este paso es fundamental para que los perros se lleven bien desde el principio, ya que una presentación inadecuada puede crear un gran conflicto entre ambos que terminará en peleas. Es súper importante que los perros se conozcan fuera de la vivienda antes de convivir juntos.
Lo ideal, es que estemos paseando con nuestro perro y que un amigo o familiar nos acompañe en el paseo con el perro nuevo. De esta forma los dos perros se conocerán fuera de la vivienda en un entorno neutro, donde la territorialidad no suponga un problema.
Para ser más precisos, lo ideal es que hagamos varios paseos durante varios días antes de incorporar al nuevo perro a casa. De esta forma se conocerán mucho mejor y crearan un vinculo de amistad antes de comenzar a convivir.
Una vez que ya se conozca y veamos que no hay conflictos entre ellos, podemos pedirle a nuestro amigo o familiar que venga a visitarnos a casa con el perro nuevo. Debemos dejar que nuestro perro salga a saludar al perro nuevo, que le huela, etc…
Es importante que el perro nuevo tenga su propio espacio, de forma que nuestro perro mantenga su cama, su comedero, bebedero y juguetes. De esta forma evitaremos envidias y conflictos comunes. Si hay buen rollo entre ellos podremos comenzar a dejarlos solos en periodos cortos de tiempo (y bajo supervisión).
Pero si no se llevan bien, deberemos comenzar a tratar la conducta de ambos para una socilaización correcta. Si se nos escapa de las manos, podemos pedir ayuda a un adiestrador profesional, el cuál nos dará las pautas a seguir en función del tipo de conducta.