¿Cuál es la mejor pipeta para perros?

Los parásitos son un problema muy serio para nuestras mascotas, por ello, tanto la desparasitación externa como la interna, son muy importantes.

Para evitar las infestaciones parasitarias y así proteger a nuestros compañeros de las molestias que estos organismos causan y de las enfermedades que transmiten, es fundamental seguir unas buenas pautas.

El problema de los parásitos en los perros

Los parásitos suponen un riesgo importante para nuestros peludos, especialmente en verano. Durante las temporadas frías el peligro de contraer parásitos se minimiza, pues los ciclos de reproducción de estos organismos se reducen y es más difícil que nuestra mascota los padezca.

Los parásitos externos son insectos hematófagos que se alojan en la piel o el pelaje de nuestros perros. Los más comunes son los ácaros, pulgas, garrapatas, piojos, moscas y mosquitos. Suelen detectarse debido a cambios conductuales observados en nuestras mascotas, como aumentos del rascado, presencia de dermatitis o alopecias.

Estos también son transmisores de múltiples enfermedades. Entre las que destacan la anaplasmosis, erliquiosis, babesiosis, hepatozoonosis, leptospirosis, anemia, peste bubónica, entre otras. Todas ellas zoonóticas, es decir, que pueden ser transmitidas al ser humano.

Tratamiento antiparasitario para proteger al perro

Para proteger a nuestros compañeros de todos estos riesgos se puede utilizar una sola técnica o la combinación de varias (collares antipulgas, sprays, pipetas). En este artículo vamos a centrarnos en el funcionamiento de una de ellas más concretamente, las pipetas.

Las pipetas antiparasitarias representan uno de los diferentes tratamientos de uso tópico disponibles para la prevención de los parásitos. Éstas contienen un líquido que repele o elimina determinados tipos de parásitos y cuya dosificación depende del peso del animal.

Las pipetas, por tanto, pueden tener dos objetivos:

• Efecto profiláctico: repelen el parásito para prevenir futuras infestaciones.
• Efecto terapéutico: elimina los parásitos ya instaurados en nuestro animal.

Fundamentalmente, indicadas para uso externo, sin embargo, algunas contienen activos sistémicos, como la selamectina. Se absorbe a través de la piel, entrando en el sistema sanguíneo y matando a los parásitos que se encuentran en él, como los nematodos y gusanos del corazón.

Principios activos de las pipetas

En función de la marca comercial y agente al que vaya destinada, cada pipeta contendrá unos principios activos diferentes, sin embargo, en la gran mayoría de las presentaciones encontraremos:

• Amidinas: como el Amitraz. Repele y mata a las garrapatas. Pero es tóxico para los gatos.
• Fipronil: Insecticida que actúa sobre el sistema nervioso central de los insectos, siendo efectivo contra pulgas, piojos caninos, garrapatas y ácaros.
• Piretroides: como la permetrina, similar al anterior pero también repele a los mosquitos. En este caso, se trata de una sustancia tóxica para los gatos.
• Metopreno: Actúa inhibiendo el crecimiento de las pulgas y evitando su reproducción, mediante análogos de la hormona juvenil, pero no mata a los insectos.
• Imidacloprid: adulticida que combate a la mosca blanca, las pulgas o el pulgón, pero no afecta a garrapatas.
• Lactonas macrocíclicas: como la Selamectina, actúa sobre garrapatas, pulgas, piojos, ácaros y nematodos. Sin embargo, hay razas que no la toleran bien, los Collies y otras próximas, debido a una mutación (en el gen MDR-1) que afecta a la barrera hematoencefálica.
• Geraniol: Insecticida natural de origen vegetal indicado para repeler piojos, pulgas, mosquitos y garrapatas. Útil en lugares o épocas con poco desafío parasitario, pero insuficientes ante infestaciones elevadas.

¿Cuándo y cómo poner la pipeta a un perro?

A la hora de la administración, el pelo debe estar seco y limpio, con el fin de que pueda extenderse correctamente. Sin embargo, el perro no debe bañarse al menos 2 días antes de aplicarle la pipeta y mantener un mínimo de 3 días después de aplicarla sin que toque el agua.

El organismo del animal absorbe el contenido de la pipeta a lo largo de los dos días siguientes, protegiéndole durante varias semanas. Estas varían según el tipo de producto aplicado y la marca. Por ello, es recomendable consultar a un profesional veterinario al respecto.

Para su administración es fundamental hacerlo directamente sobre la piel, apartando el pelo. Según el tamaño de vuestro animal, una única dosis puede ser suficiente, en la zona de la cruz entre la nuca y los omóplatos, en razas pequeñas. O dos dosis, en perros de raza mediana-grande, repartidas entre la localización anterior y en la cruz formada entre sus caderas y el lomo.

¿Cuál es la efectividad de las pipetas?

La mayoría de las pipetas tienen una eficacia del 90-98% en un plazo de 1 a 3 días, con un solo tratamiento. Con una duración de 4 semanas, disminuyendo progresivamente su eficacia. De tal manera que durante la primera semana suelen tener un 99% de efectividad y en la cuarta ha disminuido a un 90%. A partir de la cuarta, esta eficacia podría disminuir a menos de un 75%.

Sin embargo, la eficacia nunca llega al 100%, es decir, alguna pulga puede sobrevivir, con lo que la infestación podría volver a manifestarse.

Respecto a la aparición de resistencias, algunos parásitos pueden hacerse resistentes a algunos de los principios activos. A priori, no podemos saber si las pulgas que infestan a nuestros perros son resistentes o no, pero si tras una correcta administración no se observa un buen funcionamiento, es recomendable probar con otra cuyo principio activo sea diferente.

¿Son seguras las pipetas para nuestros perros? ¿Y para nosotros?

Las pipetas no representan un riesgo significativo para nosotros. Aún así, tras su uso se aconseja un correcto lavado de manos y, como cualquier otro medicamento, mantenerlas alejadas de los niños. También se recomienda evitar contacto cercano con el perro durante 2-3 días.

Por supuesto, no son productos indicados para su uso en humanos, ya que las concentraciones no son adecuadas para nosotros y, además, algunos de los ingredientes activos pueden provocarnos importantes problemas como intoxicaciones y/o quemaduras.

En cuanto a la seguridad de nuestros peludos, fundamental el uso de pipetas formuladas para su peso con el fin de minimizar las reacciones adversas y efectos secundarios. Y si conviven con gatos evitar los productos tóxicos para ellos, como el Amitraz o los Piretroides Sintéticos.

¿Cuáles son las pipetas para perros más recomendadas?

En el mercado disponemos de una gran variedad de pipetas para perros en cuando a tamaños, marcas, protecciones, etc. Las mejores pipetas dependerán de cada perro, pero sí es cierto que algunas marcas se han ganado la confianza de muchos y por tanto, son las más recomendadas.

Ventajas y desventajas de utilizar pipetas

Las pipetas antipulgas en la actualidad representan uno de los tratamientos más indicados debido a la excelente comodidad que tienen al momento de aplicarlas. Además, gracias a su uso tópico disminuimos enormemente la aparición de efectos adversos a nivel sistémico.

Sin embargo, como se ha explicado en uno de los apartados precedentes, su eficacia no es del 100%. Importante sobre todo en los animales alérgicos a las picaduras, pues podremos controlar las infestaciones, pero en ellos una única picadura ya desencadenaría esta reacción exacerbada.

Conclusiones sobre las pipetas

La desparasitación, tanto externa como interna, es fundamental en la prevención de enfermedades. Las pipetas se formulan en función del peso y le protegen contra los parásitos tras su aplicación tópica en diferentes puntos, teniendo en cuenta el tamaño del animal. Dependiendo de los ingredientes activos, algunos de ellos tóxicos para gatos, actuarán contra unos u otros parásitos y con unos periodos de acción determinados.

En cuanto a precios, varían en función de la marca, sus prestaciones y la cantidad que contengan. Es posible comprarlas individualmente o en cajas con unas 3, 6 o incluso más unidades. Cuantas más, más reducido será el precio de cada una. Para una cifra aproximada, considerando un perro de tamaño mediano, una correcta desparasitación rondaría los 6 € al mes para las pipetas más sencillas y hasta 12 € para las más completas.

Para terminar, recalcar que se trata de una gran opción tanto en el tratamiento como en la profilaxis de los diferentes parásitos externos. Como siempre, para poder resolver todo tipo de dudas y llevar a cabo una correcta administración, recomendamos hacerlo de la mano de nuestros profesionales veterinarios.