Aunque disfrutes enormemente de la compañía de tu perro, sabes que, en algún momento, necesitarás salir de casa y ello implicará dejarlo solo. Para prevenir conductas destructivas o indeseables, como los llantos y ladridos, es fundamental ayudarlo a gestionar la soledad de forma positiva.
Y el mejor momento para hacerlo es cuando tu mejor amigo todavía es un cachorro, cuando su carácter es más flexible y resulta más sencillo enseñarle las normas de buen comportamiento que queremos ver reflejadas en un perro adulto. Para ayudarte, hoy te contaremos cómo acostumbrar a un cachorro a quedarse solo. ¡Sigue leyendo!
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¿Cómo enseñar a un cachorro de perro a quedarse solo?
Pues, lo primero que debes tener en mente es la importancia de empezar este proceso de adaptación en el momento más oportuno. Y como decíamos, lo ideal es empezar a acostumbrar a un cachorro a quedarse solo a partir de su cuarto o quinto mes de vida. En este momento, tu nuevo mejor amigo tendrá las condiciones mínimas necesarias para empezar a independizarse y aprender a gestionar su soledad.
También es necesario que entiendas que este proceso demandará paciencia de tu parte, pues lo ideal es que, hasta cumplir esta edad, un cachorro jamás hubiese quedado totalmente solo. Y ello porque es muy poco recomendable separarlo de su madre y sus hermanos antes de finalizar completamente el periodo de destete, que puede extenderse hasta su tercer mes de vida.
Además, este proceso debe darse de forma gradual, y no repentina. Es decir, que empezarás dejando solo al cachorro durante unos cortos periodos de tiempo, que podrás ir aumentando progresivamente. Si, de un día para el otro, empiezas a dejar a un cachorro solo durante varias horas, lo más probable es que tu pequeño amigo se sienta muy inseguro y que te encuentres con unos cuantos desastres en tu casa cuando regreses.
Primeros pasos para acostumbrar a un cachorro a quedarse solo
Si, por algún motivo, has acogido en tu hogar a un cachorro con menos de 4 meses de vida, puedes iniciar su proceso de adaptación sin la necesidad de dejarlo completamente solo. Sin embargo, debes empezar con ejercicios muy suaves que presenten al pequeño unos breves momentos en tu ausencia, para que se vaya habituando con la idea de estar solo en casa.
Una buena idea es, mientras tu cachorro esté entretenido con algún juguete, puedes ausentarte por algunos minutos, yéndote a otra habitación, y observar cómo reacciona. Este sencillo ejercicio es interesante para incentivar que el pequeño asimile que el hecho de que te ausentes por un periodo de tiempo no significa que lo abandonarás. Es decir, para que pueda empezar a entender que, aunque lo dejes solo en casa, siempre regresarás para estar con él.
A medida que vayas percibiendo que el pequeño puede lidiar positivamente con esta situación, siguiendo normalmente con sus actividades mientras te ausentas, puedes aumentar el nivel de complejidad. Prueba con marcharte a otra habitación por algunos minutos sin que tu cachorro esté distraído o entretenido con algún juego, y nuevamente poner atención a cómo reacciona.
Poco a poco, puedes ir aumentando el tiempo que lo dejas solo en la habitación, siempre actuando de forma natural, pues, efectivamente, el hecho de quedarse solo hará parte de la rutina de tu perro y así debe ser asimilado por él, como algo cotidiano que no implica cualquier riesgo para su integridad.
Finalmente, cuando el pequeño sea capaz de estar varios minutos solo en la habitación sin mostrarse inseguro, miedoso o nervioso, puedes pasar a la siguiente etapa. Ahora, deberás marcharte de casa por unos minutos y lo mejor será que no te despidas antes de hacerlo, para no correr el riesgo de generar cierta tensión o una excitación innecesaria en este contexto.
Nuevamente, a medida que tu peludo se vaya adaptando a estos ‘momentos de soledad’, puedes ir aumentando el tiempo que lo dejas solo en casa. Por ejemplo, empieza con una breve ausencia de 5 minutos, luego 10 minutos, 15 minutos, hasta llegar a los 30 minutos. Pero intenta no ausentarte siempre durante el mismo periodo de tiempo o en el mismo momento del día, para no generar la expectativa que siempre regresarás al cumplirse ciertas condiciones.
Es decir, repite esta prueba en diferentes momentos durante el día (mañana, tarde y noche) y trata de variar la duración de tus ‘momentos de ausencia’ a lo largo del día. De esta manera, el cachorro podrá ir acostumbrándose a la idea de que tienes horarios flexibles y tu regreso a casa no siempre será predecible.
Consejos para dejar a un cachorro solo sin que llore
Ahora que ya conoces el paso a paso básico para acostumbrar a un cachorro a quedarse solo en casa, queremos compartir también algunos tips para evitar que se produzcan problemas de comportamiento o síntomas de estrés en tu ausencia. Echa un vistazo:
- Enriquece el ambiente de tu peludo: los perros de todas las edades necesitan un ambiente enriquecido con juguetes, mordedores, juegos y estímulos sensoriales para mantenerse activos y entretenidos aun cuando están solos. Ello es clave para prevenir conductas destructivas y estimular su inteligencia, además de ayudar en el combate al sedentarismo.
- Establece una rutina de ejercicios físicos: por hablar de sedentarismo, la actividad física es clave no solo para la gestión del peso corporal, sino también de un comportamiento equilibrado. Cuando tu cachorro ya tenga todas las vacunas y desparasitaciones, será el momento oportuno para empezar a llevarlo a pasear y establecer una rutina de paseos diarios que resulte suficiente para suplir su necesidad de gastar energía, ejercitar su cuerpo y estimular sus sentidos. La frecuencia y la duración de los paseos pueden variar en función de las necesidades específicas de cada can, pero mínimamente se recomienda realizar 3 paseos diarios de 20 a 40 minutos de duración. Y si tu perro es muy enérgico, también puedes considerar iniciarlo en un deporte canino (por ejemplo, el agility).
- Deja un refugio a disposición del cachorro: tu pequeño amigo se sentirá más seguro sabiendo que tiene un lugar seguro donde refugiarse en caso de tener miedo cuando está solo en casa. Construirle un ‘refugio’ resulta muy sencillo… Puedes comprarle una cama tipo ‘cueva’ o simplemente usar una caja de cartón firme agregando en su interior una manta, algunas golosinas y/o sus juguetes favoritos.
- Establece sus horarios de alimentación: si bien algunos tutores prefieren dejar la comida siempre a disposición de sus perros, lo cierto es que ello no siempre es favorable para fomentar buenos hábitos alimenticios. Si tu peludo entiende desde una temprana edad que tiene sus horarios para alimentarse, no necesitara estar todo el tiempo ‘pendiente’ de tu llegada para obtener su comida. Ello evitará que se sienta ansioso, estresado o nervioso… Solo recuerda que los cachorros pueden tener la necesidad de defecar poco tiempo después de alimentarse, y pueden llegar a vomitar debido al estrés o la ansiedad de quedarse solos.
Por ello, lo mejor será que no dejes para dar de comer a tu pequeño amigo justo antes de ausentarte del hogar. Procura definir un horario que le permita tener una buena margen de tiempo para alimentarse tranquilamente y estar relajado cuando te vayas.
Por último, y no menos importante, nunca dejes objetos muy pequeños, productos de limpieza o recipientes de basura al alcance del cachorro. De esta manera, reduces significativamente el riesgo de que se atragante o ingiera cuerpos extraños, comida en mal estado y sustancias potencialmente toxicas.
¿Cuánto tiempo puedo dejar solo a un perro?
Muchos tutores se preguntan cuánto tiempo un perro puede quedarse solo y lo cierto es que no existe una respuesta predeterminada. Ello siempre dependerá de la edad del peludo, de su educación, su estado de salud y sus necesidades específicas. Por ejemplo, un perro anciano o que esté atravesando alguna enfermedad necesitará más cuidados y atención que un perro joven y saludable.
En este sentido, los cachorros suelen ser más ‘dependientes’ de sus tutores porque aún se están adaptando al hogar y aprendiendo los códigos de conducta social. Además, su cuerpo y sus capacidades cognitivas y sensitivas están en pleno proceso de desarrollo. Por ello, su crianza demanda más tiempo, esfuerzo y paciencia, tanto para proveerles una buena alimentación, las vacunas y tratamientos antiparásitos, como para enseñarles las conductas que consideramos deseables en el hogar y las ordenes básicas de obediencia canina.
En consecuencia, no se recomienda dejar a un cachorro solo más de dos horas y lo ideal es empezar a acostumbrarlo a quedarse solo a partir de sus 4 meses de vida. Ya en el caso de perros adultos que ya estén adaptados al hogar, este tiempo puede extenderse, pero igualmente no es recomendable dejarlos solo por más de cuatro o cinco horas.