Si te decides a convivir con un perro es fundamental que tengas en cuenta que educarlo resulta imprescindible. No se trata de entrenarlo para que sepa hacer trucos circenses, pero sí tiene que conocer y ejecutar unas órdenes básicas.
El aprendizaje facilita la convivencia y sirve también para que el perro entienda más su entorno, lo que va a reducir su estrés. En este artículo nos centraremos en una enseñanza muy útil: cómo enseñar a un perro a caminar a nuestro lado sin correa.
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Educación básica del perro
Independientemente de la edad que tenga nuestro perro, ya que los adultos también pueden aprender, hay unas órdenes básicas que debería conocer y saber ejecutar, aunque también se le pueden enseñar otros trucos, como el típico de dar la pata. Estas son las órdenes:
- Ven, para que responda a nuestra llamada.
- Siéntate.
- Quieto.
- Tumbado
- Junto, que es la orden para que camine a nuestro lado tenga o no puesta la correa.
Podemos utilizar estas u otras palabras en distintos idiomas. Es indiferente, ya que para el perro lo importante es identificar un sonido, y a ser posible también un gesto, con la acción que debe iniciar.
Cómo educar mejor a un perro
La clave está en programar un calendario. Debemos seleccionar las órdenes que queremos que aprenda y después ordenarlas según la importancia que le damos a cada una. Por ejemplo, «ven» suele ser la primera que se transmite, dado que es fundamental que el perro acuda a nuestra llamada en cualquier situación.
Una vez decidida la secuencia de enseñanza, cada día debemos dedicar unos 5-10 minutos a mostrar la orden y repetirla hasta que el perro consiga interiorizarla. Si vamos a incentivarlo con comida es mejor que la clase se inicie con el perro en ayunas. Pero recuerda que los premios nunca pueden superar el 10 % de la ración diaria de comida.
Utiliza alimentos saludables como recompensa, sobre todo si el perro tiene sobrepeso. Y, aunque la comida es el mejor estímulo, puede sustituirse por caricias y palabras de ánimo. También es importante acabar la sesión en positivo, es decir, siempre premiándolo. A continuación lo vemos en la práctica para la orden «junto».
Logra que tu perro camine junto
Este ejercicio es muy útil y, aunque lo normal es hacerlo cuando no llevamos al perro de la correa, también sirve si la tiene puesta. Por ejemplo, es muy útil ordenar «junto» cuando en el paseo nos encontramos con algún perro y queremos que el nuestro se mantenga a nuestro lado.
No necesitamos disponer de un gran terreno para entrenar. Podemos enseñarle este y otros ejercicios en casa. Eso sí, durante la etapa de aprendizaje no puede haber distracciones. Poco a poco se introducirán una vez el perro ya domina la orden con el objetivo de asegurarnos de que es capaz de ejecutarla en cualquier situación.
Si optamos por practicar el ejercicio en el exterior, primero debemos dejar que el perro efectúe su paseo habitual. Tiene que poder hacer sus necesidades antes de iniciar la enseñanza. Por supuesto, nosotros tenemos que estar tranquilos y positivos. No lograremos resultados con prisas o malos modos.
Caminar «junto» paso a paso
Una vez en las condiciones ideales para la enseñanza, podemos empezar con el entrenamiento. Es muy importante que sigamos la secuencia siempre de la misma manera, tengamos paciencia y no queramos apresurarnos, ya que sería contraproducente. Sigue estos pasos:
- Esta orden empieza con el perro con la correa puesta.
- La posición inicial es con el perro sentado a nuestro lado, casi pegado a nuestra pierna y alineado con ella. Por eso antes del «junto» debe conocer el «sentado». Da igual qué pierna escojas, pero debes mantenerlo siempre en la misma. No puede cruzarse.
- Al principio iniciaremos el ejercicio en línea recta. Es buena idea hacerlo al lado de una pared, de forma que el perro quede entre ella y tu cuerpo. Así lo ayudamos a mantener la posición correcta.
- Fíjalo en la posición deseada con la correa y pegado a ti con un trozo de comida en la otra mano.
- Dile «junto» con claridad y echa a andar a paso tranquilo. Como conviene que el perro aprenda las instrucciones con una palabra y un gesto, puedes acompañar el sonido con un golpe con la palma de la mano sobre la pierna del lado en el que esté el perro.
- Si lo hace bien tras recorrer unos metros, pídele que se siente, prémialo y felicítalo efusivamente.
- Reanuda la secuencia así hasta completar unos cinco minutos, como mucho diez, aunque si ves que el perro está distraído no lo fuerces. Prémialo por lo que ha hecho o por hacer alguna otra orden que domine y pon fin a la sesión.
Educación canina avanzada
Una vez dominado el «junto» más sencillo pasaremos a introducir modificaciones. Por ejemplo, en vez de caminar en línea recta incluiremos en el recorrido obstáculos y cambios de dirección que harán que el perro esté pendiente de nosotros para seguirnos.
El objetivo es que atienda al «junto» en cualquier situación que después se nos presente en el día a día. A pesar de las modificaciones, la secuencia del ejercicio, el entorno, nuestra actitud, etc. deben mantenerse invariables.
Otros cambios que añaden dificultad y que debemos ir introduciendo según la evolución del perro incluyen retirar la comida como guía e incentivo, andar a más o a menos velocidad, quitar la correa o repetir el ejercicio en lugares concurridos o en presencia de otros perros.
Bibliografía
Schlegl-Kofler, Katharina. La educación del perro por medio del juego. Madrid. Tikal Ediciones.