Los antihistamínicos constituyen un grupo de fármacos muy conocidos, sobre todo por aquellas personas que sufren de alergia. Por ello es fácil que se encuentren en los botiquines caseros y nos transmitan una falsa sensación de inocuidad.
Esto quiere decir que si interpretamos que nuestro perro presenta síntomas de alergia, podemos optar por darle el antihistamínico que a nosotros nos funciona sin consultar con el veterinario. Es un error muy grave, como veremos a continuación.
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Todo lo que debes saber sobre los antihistamínicos
El nombre de los antihistamínicos se debe a su acción. Consiguen inhibir la acción de la histamina. La histamina es una amina, esto es, un compuesto químico orgánico derivado del amoníaco.
Se la conoce sobre todo porque participa en las respuestas locales del sistema inmunitario, ayudando al proceso inflamatorio. Pero también desempeña un papel importante en el funcionamiento del estómago, desencadenando la secreción de ácidos gástricos, y como neurotransmisor entre neuronas.
Se comercializan un buen número de antihistamínicos, ya que son medicamentos que llevan décadas utilizándose. De ahí que se puedan agrupar en lo que se conoce como generaciones, más o menos avanzadas. Los más recientes son considerados eficaces y poseen menos efectos secundarios.
Uso de antihistamínicos en perros
Los antihistamínicos suelen emplearse para el tratamiento de los síntomas de la alergia. En concreto, reducen el efecto de la histamina que se libera en estos procesos y provoca síntomas como la secreción nasal y ocular o el picor de los ojos.
La histamina también participa en reacciones alérgicas de gravedad. Los antihistamínicos funcionan bloqueando los receptores de la histamina. Son de cuatro tipos, H1, H2, H3 y H4. En concreto, los que se asocian a las alergias son los H1.
Los H2 se relacionan con la secreción del ácido clorhídrico. Pero en los casos en los que se quiere controlar esta secreción, como cuando hay que tratar las úlceras gastroduodenales, no suelen utilizarse ya antihistamínicos. Se han sustituido por el omeprazol y fármacos similares.
Cuándo administrar antihistamínicos a un perro
Aunque los fármacos con efecto antihistamínico son muy utilizados en medicina humana, lo cierto es que en veterinaria, en el caso concreto de los perros, no son de uso tan común. En ellos no han demostrado la misma eficacia en cuanto a alergias se refiere.
De ahí la importancia de usarlos solo si los considera necesarios el veterinario. No es buena idea, por lo tanto, darle uno de nuestros antihistamínicos a nuestro perro. Como poco podría resultar del todo ineficaz. En caso de alergia los veterinarios suelen recurrir como primera opción a los corticoides.
Solo cuando el perro mantiene un picor de intensidad leve que no remite, pueden pensar en los antihistamínicos. Algunos estudios indican su eficacia para el tratamiento de la dermatitis atópica cuando se administran junto a ácidos grasos omega 3 y omega 6.
Tratamiento del shock anafiláctico en perros
El shock anafiláctico es una reacción alérgica de gravedad. Puede producirse tras la administración de fármacos, picaduras de insectos o, en casos muy raros, la inoculación de vacunas.
Desencadena síntomas fácilmente identificables como inflamación y molestias en el punto donde se haya producido el contacto, nerviosismo, vómitos, problemas respiratorios al hincharse la laringe, etc. En estos casos nunca hay que darle al perro uno de nuestros antihistamínicos.
Se trata de una urgencia que tiene que tratar el veterinario, administrando diferentes fármacos por vía intravenosa o subcutánea e incluso oxígeno. Por lo tanto, dar un antihistamínico en un shock anafiláctico no solo no va a ayudar al perro, sino que puede retrasar un tratamiento necesario.
Opciones de antihistamínicos para perros
Los antihistamínicos que han demostrado eficacia en los perros pertenecen a la segunda generación de estos fármacos. Pero esto en ningún caso implica que se los podamos dar sin la prescripción del veterinario.
Solo este profesional puede decidir cuál es el antihistamínico más adecuado y en qué dosis tenemos que administrárselo. Hay que tener en cuenta cada caso concreto. Son los siguientes:
- Loratadina.
- Difenhidramina o Benadryl.
- Hidroxicina o Atarax.
- Terfenadina.
- Cetirizina.
- Clemastina o Tavegil, clorfeniramina + hidroxicina e oxatomida han demostrado cierta eficacia para controlar el picor.
Efectos secundarios de los antihistamínicos para perros
Si seguimos las indicaciones que nos proporcione el veterinario para administrar los antihistamínicos, es raro que se produzcan efectos adversos. En cualquier caso, estos efectos se producen en muy pocos casos.
Suelen limitarse a un estado de somnolencia o un cuadro a nivel gastrointestinal. Si detectamos estos u otros síntomas en nuestro perro tras el consumo de antihistamínicos, tenemos que comunicárselo al veterinario. Otros efectos que podrían presentarse son los siguientes:
- Temblores.
- Descoordinación.
- Hipersalivación o babeo excesivo.
- Jadeo muy acusado.
- Alteraciones a nivel cardíaco.
- Ansiedad.
Bibliografía
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Domínguez, Juan Alberto. La atopía en las mascotas. Revista Ateuves nº 42. pp. 20-25.
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