Es posible que te haya pasado alguna vez. Tu perro o alguno de los congéneres con los que está jugando comienza a gruñir. Nuestra primera reacción suele ser ponernos a la defensiva e incluso intentar separarlos y alejarnos lo antes posible con nuestro perro.
Siempre identificamos el gruñido con una amenaza, pero lo cierto es que se trata de un sonido que también pueden emitir los perros mientras están jugando. En este caso forma parte de una actitud lúdica, para nada agresiva y, por lo tanto, no requiere intervención.
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Significado del gruñido del perro
Los perros utilizan diferentes vocalizaciones para comunicarse entre sus congéneres y con nosotros. La primera que se nos viene a la mente seguro que es el ladrido, pero aullidos, gemidos o los gruñidos que nos ocupan también son formas comunes de comunicación. Normalmente, cuando un perro gruñe es porque está lanzando una advertencia.
Si la situación frente a la que protesta no remite, en algunos casos podría darse una respuesta más agresiva, recurriendo a enseñar los dientes, marcar mordisco o incluso intentar morder. Un ejemplo muy conocido se da en algunos ejemplares cuando se les aproxima otro perro o se les quiere quitar algún objeto. También puede suceder por dolor.
Gruñir sería la forma de manifestar su molestia y la reticencia a la manipulación. Por eso es muy importante observar el contexto para ajustar nuestra reacción a las necesidades del perro. Es decir, si el perro gruñe con agresividad manifiesta, tendremos que resolverlo como un problema de conducta. En cambio, gruñir por dolor requiere acudir al veterinario.
Mi perro me gruñe jugando ¿Qué hago?
Además de las situaciones planteadas, el perro puede gruñir mientras juega. Es importante que consigamos identificar un gruñido amistoso de, al contrario, el gruñido que se emite a modo de amenaza. En el primer caso, lógicamente, no hay que intervenir. En el segundo sí es conveniente que tomemos medidas preventivas.
Por eso debemos prestar atención cuando salimos a pasear y nos encontramos con algún perro desconocido. Hay que observar la interacción por si acaso es necesario intervenir. Es más frecuente que el perro gruña mientras juega cuando está suelto. Así, el gruñido lúdico e inofensivo suele acompañarse de señales que indican invitación al juego:
- Postura de juego característica. El perro pega sus patas delanteras y su cabeza al suelo mientras levanta el trasero. Normalmente se acompaña de movimientos de la cola y puede que de saltos, sin perder la posición.
- La boca suele mantenerse abierta y con la lengua fuera.
- En ocasiones, el perro emite un ladrido insistente y muy agudo.
- Si en esta situación el perro gruñe y se lanza sobre otro, está jugando y no hay de qué preocuparse. Nada indica agresividad ni agresión y lo normal es que el otro perro reaccione jugando de la misma manera. Al contrario, es la conducta de un perro sano que simplemente está practicando una de sus actividades favoritas: jugar.
- En estas circunstancias otros perros dan con las patas a su compañero, se revuelcan sobre el suelo, se disponen panza arriba, echan a correr esperando ser perseguidos o giran en círculos alrededor de su amigo, animándolo a reaccionar.
En resumen, aunque los sonidos y las actitudes que hemos descrito, tales como gruñir, «atacar» o lanzarse a una persecución, fuera de este contexto podrían indicar un grave problema, en el contexto lúdico pueden sucederse con total normalidad y son muestra de distensión, relajación, confianza y disfrute.
Cómo entender el gruñido del perro
Por si queda alguna duda de cuándo el gruñido es signo de juego o indica una situación peligrosa, es importante tener presente qué señales acompañan al gruñido de aviso. Primero, las posiciones corporales del perro son completamente distintas, lo que ayuda a saber en qué situación estamos. Así, un perro que gruñe amenazadoramente estará tenso.
El cuerpo permanecerá quieto y mantendrá una actitud de alerta, no relajada ni confiada. En los casos más graves, el perro además mostrará los dientes, levantando los labios. Si el estímulo que ha provocado esta reacción no cesa, podría llegar a desencadenarse un ataque. Como vemos, es una situación completamente diferente al gruñido lúdico.
Eso sí, si nuestro perro inicia el juego con un perro que acaba de conocer, debemos estar atentos para detectar cualquier cambio que nos indique el paso del gruñido lúdico al de advertencia. A veces los perros tienen diferentes necesidades y energías, lo que puede llevar a que uno se canse antes que el otro. Por eso hay que prestar atención.
Mi perro gruñe si lo acaricio
Por último, en situaciones placenteras, como una sesión de caricias o un relajado masaje, los perros también pueden emitir un gruñido. Por ejemplo, cuando se les toca por la zona del pecho. Es un gruñido de placer en tono bajo y suave, con el perro completamente relajado y disfrutando del momento. Es inconfundible.
Bibliografía
Morris, Desmond. 1988. Observe a su perro. Barcelona. Plaza Janés.