En ocasiones, nuestros peludos presentan ciertos comportamientos aparentemente inexplicables que pueden resultarnos extraños e incluso a veces divertidos. Pero en realidad, pueden ser señales de que algo no anda bien.
Hoy os explicaremos el head pressing, que no es una enfermedad en sí, sino fenómeno acompañado de una serie de síntomas muy reconocibles que nos pueden estar indicando que existe un problema, cuya causa y gravedad deberemos averiguar.
Si bien no es muy conocido, es más frecuente de lo que pensamos, pudiendo manifestarse en nuestro perro incluso sin que le otorguemos la importancia que merece.
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¿Cómo se manifiesta el head pressing?
Los síntomas del head pressing se manifiestan a través de un comportamiento extraño e inusual en el que el perro presiona su cabeza contra la pared, el propio suelo o un objeto grande y plano, sin razón aparente.
Pero generalmente nos está indicando que algo no va bien y que nuestro perro siente un dolor muy fuerte en la cabeza y busca alivio. Sería el equivalente a cuando nosotros, los humanos, nos frotamos la frente o las sienes para aliviar un dolor de cabeza.
Sin embargo, y a pesar de que esta es la causa más frecuente de la manifestación del head pressing, este anómalo comportamiento también puede estar avisándonos de la presencia de un problema de distinta índole y que puede revestir mayor gravedad de la que pensamos.
Además del head pressing, hay otros síntomas que podríamos observar, como movimientos repetitivos compulsivos y en círculos, cambios en el comportamiento, apatía, sonidos anormales, alteración de la motricidad, convulsiones, reflejos dañados y alteraciones en la visión.
¿Por qué mi perro presiona su cabeza contra la pared?
Las causas del head pressing pueden tener un origen diferente. Incluso el propio dolor de cabeza nos puede estar indicando que existe una patología subyacente que provoca este dolor.
No es nuestra intención alarmaros, pues el hecho de que, ocasionalmente, sorprendamos a nuestro fiel amigo presionando su cabeza contra algo, no significa necesariamente que tenga un problema.
A veces los perros hacen esto simplemente para rascarse en esas partes a donde no llegan con sus patas o simplemente porque les hace sentirse bien, como nosotros cuando nos masajeamos alguna parte del cuerpo. Pero si la acción se repite o se mantiene demasiado tiempo, puede estar indicándonos un problema.
Son varias las causas que pueden dar lugar a este comportamiento. A continuación, os describimos las más comunes, de menor a mayor gravedad:
- Dolor de cabeza (la más frecuente).
- Traumatismo craneoencefálico que aumente la presión intercraneal.
- Encefalopatía hiponatrémica (se debe a un bajo nivel de sodio en sangre y puede ser leve, grave o moderada, relacionada con la administración de fluidos hipotónicos en pacientes con niveles elevados de hormona antidiurética).
- Encefalopatía hipernatrémica (tiene su origen en un elevado nivel de sodio en sangre y se la relaciona con la deshidratación).
- Intoxicación por ingestión de algún producto tóxico.
- Afección neurológica.
- Infección del sistema nervioso (producido por hongos o incluso la rabia).
- Tumor cerebral.
- Afecciones hepáticas.
¿Existes razas más propensas al head pressing?
En realidad, cualquier raza puede padecer este tipo de problemas y por ende, mostrar los síntomas explicados. Sin embargo, las razas braquicéfalas, como el Bulldog Francés, el Pug Chino o el Boston Terrier, tienen una mayor predisposición, también el Yorkshire y el Beagle.
¿Qué hacer si nuestro perro manifiesta síntomas de head pressing?
En el mismo momento en que tengamos indicios evidentes de que nuestro perro puede estar manifestando head pressing, debemos acudir al veterinario cuanto antes. Este le hará un chequeo y podrá determinar la causa que lo está provocando, así como el tratamiento o las pautas a seguir.
La visita del veterinario, probablemente se acompañará de un examen de la retina y otras estructuras en la parte posterior del ojo, para descartar enfermedades infecciosas o inflamatorias. Otras pruebas probables son las mediciones de la presión arterial, tomografías computarizada (TC), o resonancia magnética (MRI), análisis de orina y pruebas de concentración de plomo en la sangre.
Además, preguntará datos relativos a la aparición del fenómeno; razón por la que resulta conveniente que anotemos todos los datos que recordemos, relacionados con la aparición de los síntomas: Cuándo comenzaron, alimentos o sustancias que ha ingerido en los últimos días o cambios en su dieta, comportamientos extraños del animal, etc.