En líneas generales, llamamos perros Pitbull a aquellos de pelo corto, cabeza cuadrada y constitución musculosa. Así, entrarían en este grupo las razas Pitbull Terrier americano, Staffordshire Terrier americano, Bully americano y Staffordshire Bull Terrier. Igualmente, se emplea este término para aludir a los canes cruzados que muestran dicho aspecto.
Precisamente, su fuerte complexión les ha hecho, injustamente, merecedores de una mala imagen social. Se trata de una raza controvertida que no deja indiferente a nadie. Por ello, vamos a analizar qué hay de cierto en las leyendas urbanas que giran en torno a los perros Pitbull.
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7 falsos mitos sobre los Pitbull
Antes de comenzar, conviene matizar que ninguna raza canina es más o menos agresiva en particular. El componente de la peligrosidad es un aspecto que se debe tratar desde la individualidad, ya que intervienen muchos factores en su desencadenamiento: la genética inherente, la socialización, el adiestramiento, la atención prestada, etc.
Al morder sus mandíbulas no pueden retroceder
Los Pitbull comparten esta leyenda urbana con los Bóxer y los American Staffordshire Terrier. Ha sido científicamente probada su falsedad. El Dr. Lehr Brisbin de la Universidad de Georgia, en EE.UU., estudió la morfología craneal de estos canes y certificó que no existe ningún mecanismo fisiológico que lo sustente.
Por tanto, no es cierto que cuando los Pitbull muerden sus mandíbulas se bloqueen. De hecho, su mordida es similar a la del resto de perros.
Todos son agresivos y se pelean con otros perros
Este es otro falso mito que los persigue como consecuencia de su pasado relacionado con las peleas caninas que solían organizarse en el siglo XIX en fosas. Sin embargo, aunque en aquel momento se seleccionaba para la cría a los ejemplares que se mostraban agresivos con otros canes, y amigables con las personas, este prejuicio permanece latente.
Los Pitbull como sucede con otras razas como, por ejemplo, los Terrier y los perros de caza o los pastores no son especialmente agresivos entre ellos, siempre y cuando hayan recibido una oportuna socialización y un correcto adiestramiento atendiendo siempre a su temperamento y necesidades.
Si observamos su comportamiento desde la generalidad, estos canes no son especialmente sociables ni agresivos, se sitúan en un punto intermedio. Tampoco es cierto que porque se hayan peleado con un congénere vayan a hacerlo con su dueño o con otra persona. Saben distinguir y adaptan su conducta a las particularidades de cada situación.
Se vuelven locos porque su cerebro crece más que el cráneo
Al igual que se dice de los Dóberman, tal y como analizamos en la entrada Mitos y leyendas sobre los Dóberman, se sostiene que al alcanzar la madurez los Pitbull se vuelven locos y atacan a cualquiera porque su cerebro experimenta un crecimiento que su cráneo no puede soportar. Esto es rotundamente falso, dado que de ser real implicaría la muerte del animal.
Su mordida supera las 1600 pis (libras por pulgada cuadrada)
Traducido a nuestro sistema métrico las 1600 pis equivaldrían a unos 112,49 kg-fuerza por centímetro cuadrado, que por si no lo sabes es una barbaridad. Además, resulta complicado, tratándose de animales, cuantificar la verdadera potencia de su mordida. National Geographic realizó una aproximación midiendo la mordida de varias especies.
La conclusión, pese a no ser científica al 100%, arrojó resultados sorprendentes. Así, la presión de la mordida canina ronda de media las 320 pis mientras que la de los leones, tigres y hienas supera las 1000 psi. En consecuencia, es algo temerario afirmar que los Pitbull superen en potencia de mordida a los leones, ¿no crees?
No sienten dolor al pelear
Estos canes, como también nos ocurre a nosotros, pueden sentir mitigado el dolor cuando se enfrentan a situaciones emocionalmente intensas, sobre todo, si su supervivencia está en juego. La adrenalina es tal que la sensación de dolor se ve relegada a un segundo plano, pero bajo ningún concepto esto significa que los Pitbull no sientan dolor.
Son inestables e impredecibles
Si están sanos y reciben los cuidados que precisan su carácter será estable. Es más, la Sociedad Americana de Evaluación del Temperamento (la American Temperament Test Society) lo ha estudiado y te sorprenderá saber que el carácter de los Pitbull es de los más estables en comparación con otras razas.
De acuerdo con sus estadísticas, los Dachshund, los Sharpei chinos y los Beagle obtuvieron peores resultados en cuanto a inestabilidad comportamental.
No se pueden rehabilitar
Es otra falsedad. Puede suceder que en algunos ejemplares la rehabilitación después de un ataque violento resulte más costosa, pero un alto porcentaje de los Pitbull tratados consigue rehabilitarse si recibe atención profesional dentro de un programa de socialización y adiestramiento pensado en exclusiva para él. Este es el único requisito, la individualidad.
Una excelente raza como perro guardián
Aunque en su origen fueron concebidos para enfrentarse a animales mucho más poderosos que ellos, como los toros o los osos, los Pitbull han demostrado ser tan amorosos y leales a sus dueños como otras muchas razas caninas. Dos ejemplos que lo ilustran a la perfección son el caso de Wallace y de Héctor.
El primero fue rescatado de una eutanasia segura para convertirse en campeón de torneos de disco volador mientras que Héctor está certificado para participar en terapias geriátricas y hospitalarias después de un pasado como perro de pelea. Como ves, no siempre lo que se dice sobre ciertas razas es cierto pese a la insistencia. ¿Qué opinas?