La mastitis es la inflamación de las glándulas y tejido mamario. Se asocia al período posparto de las perras y puede derivar a una infección. De ello dependerá el tratamiento.
Esta patología no solo resulta molesta para la perra, sino que también puede comprometer la salud de sus cachorros. Además, las perras que padecen pseudogestaciones también padecen riesgo de sufrir mastitis. Veamos en detalle los síntomas y el tratamiento para esta patología.
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Las glándulas mamarias y la mastitis
En general, las perras poseen unas diez glándulas mamarias (cinco pares), distribuidas cinco a cada lado del cuerpo, de la axila a la ingle. Las del lado derecho se denominan para hacer referencia como R1, R2…R5 y las del lado izquierdo lo mismo pero con la letra «L». La función principal de estas es producir leche para alimentar a sus crías tras el parto.
Cuando hay leche, esta puede acumularse en exceso, solidificarse y provocar el endurecimiento de las mamas. Es lo que se denomina galactostasis. Por otra parte, si lo que se produce es una infección, estaremos ante una mastitis.
Galactostasis
En líneas generales, podemos definir esta patología como el endurecimiento de las glándulas mamarias por la solidificación de su contenido, la leche. Puede afectar a perras al final de la gestación, que es cuando empieza a producirse la leche. Pero se presenta también en aquellas perras que sufren una pseudogestación o falsa gestación, ya que no habrá cachorros que succionen la leche que se puede producir, por eso se acumula.
En cualquier caso, lo que sucede es una excesiva acumulación y endurecimiento de leche en las glándulas mamarias. Esto hace que se dilaten de manera considerable. Además, este mecanismo produce dolor y calor e inflamación, que apreciaremos a simple vista y palpando la zona. Por otra parte, no es un proceso infeccioso como lo es la mastitis.
Tratamiento de la galactostasis
El endurecimiento de las mamas es motivo de consulta veterinaria porque solo este profesional puede asegurarnos el diagnóstico. El tratamiento suele implicar antiinflamatorios y inhibidores de la secreción láctea, entre otros.
Esto ayudará a la eliminación del exceso de líquido. Si la galactostasis se produce por pseudogestación, es muy importante que no manipulemos las mamas, ya que ese estímulo valdría para generar más leche. Por el mismo motivo, debemos controlar que la perra no se lama. En los casos más graves es posible administrar un tranquilizante suave y/o antibióticos.
Como la pseudogestación suele repetirse tras cada celo, el tratamiento más recomendable es la castración. Con esta intervención se suprime el celo, pseudogestaciones y gestaciones. Por supuesto, siempre hay que seguir las indicaciones del veterinario, sobre todo cuando la perra está criando a sus cachorros.
Mastitis séptica aguda
La mastitis es una infección que asciende a la glándula mamaria a través de los conductos lácteos causando inflamación y un entorno para la replicación de las bacterias y, por lo tanto, la propagación de dicha infección. Es doloroso para la perra y puede causar una variedad de signos y síntomas.
Hay varias causas posibles; normalmente ocurre que mientras amamanta, los pezones de la perra pueden doler y agrietarse, y las bacterias pueden entrar y multiplicarse. La infección puede propagarse por todo el tejido mamario. Cuando una perra está amamantando a una camada de crías, es importante ser consciente de la mastitis, ya que puede negarse a permitir que los cachorros se acerquen a ella ya que el dolor puede será notable.
Las perras afectadas si tienen infección suele haber fiebre, dejan de comer y están decaídas. Las mamas van a mostrarse hinchadas y, además, adquieren una tonalidad rojiza. Resulta un proceso muy doloroso. Si tenemos oportunidad de ver la leche, es habitual que también cambie de aspecto. Puede aparecer con algo de sangre, más espesa o de una coloración marrón y un olor fuerte.
Tratamiento de la mastitis séptica aguda
Al tratarse de una infección bacteriana, es imprescindible administrar antibióticos como amoxicilina-clavulánico o haciendo cultivo y antibiograma, así como antiinflamatorios por ejemplo meloxicam y limpiezas con cristalmina en la zona. Habrá que drenar el líquido glandular en caso de que lo tenga, por ejemplo el pus.
Siempre debe recetarlos el veterinario tras confirmar el diagnóstico. Es importante tratar precozmente. De lo contrario, además de repercutir en el bienestar de madre y cachorros, puede llevar a la formación de un absceso, que es la acumulación de pus bajo la piel y demás complicaciones.
Cuidados para una perra con mastitis en casa
Además de la medicación prescrita por el veterinario, se recomienda aplicar compresas o paños calientes seguido de paños fríos, para desinflamar la zona.
Hay que evitar que los cachorros mamen de estas mamas. Esto contribuye a la recuperación, ya que, sin la estimulación de la succión, lo normal es que deje de producirse leche en unos días. Eso sí, el estado de la madre enferma, sobre todo en los casos más graves, puede llevarla a desatender a los cachorros.
¿Qué pasa con los cachorros de una perra con mastitis?
Si detectamos que los pequeños no se alimentan adecuadamente o incluso la madre los abandona, debemos criarlos utilizando leche artificial especialmente formulada para crías de perro. Prepararemos biberones siguiendo las instrucciones del fabricante.
Si los cachorros cuentan con tres semanas o más es posible destetarlos directamente, proceso que se aconseja que se realice de manera paulatina. Debemos tener en cuenta que se recomienda el consumo de leche, aunque sea artificial, un mínimo de 6-8 semanas, aunque desde las tres ofrezcamos sólidos.