Motivos por los que tu perro te lame los pies

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Que a la mayoría de los perros les gusta lamer a sus cuidadores es un hecho que seguro has constatado. Las manos y la cara suelen ser las zonas de la anatomía humana que más les llaman la atención, puesto que les resultan muy accesibles.

Pero, en ocasiones, en cuanto tienen la oportunidad, pueden escoger otras que a nosotros nos parecen más sorprendentes o extrañas, como es el caso de los pies. En este artículo veremos a qué se debe el lamido dirigido a esta zona.

¿Tu perro te da besos?

Es muy normal que se relacione el lamido del perro con el beso humano. Y lo cierto es que presentan similitudes. Los cachorros, cuando están preparados para comenzar a ingerir alimentos sólidos, empiezan a pedir comida a su madre. Lo hacen dándole golpecitos con las patas delanteras en su cara y lamiéndoles el hocico.

De esta forma consiguen que la perra regurgite el alimento que acaba de tragar. Así pueden probar sus primeras comidas sólidas algo procesadas para que les resulte más sencillo. Casi lo mismo sucedió en la especie humana. Las madres también masticaban previamente el alimento antes de pasárselo a sus bebés, que estaban aprendiendo a comer, boca a boca.

Ese gesto forma parte del comportamiento social y se ha convertido en una muestra de afecto tanto en los perros como en las personas. Pero hay que saber también que los lamidos de los perros pueden tener, además, otros significados. Por otra parte, aunque suelen aceptarlos, no entienden como nos gustaría los besos que les damos nosotros a ellos.

¿Qué significa el lamido a las personas?

En primer lugar, que nuestro perro nos lama los pies, las manos, la cara o cualquier parte de nuestra anatomía a la que tenga acceso es muestra de un buen vínculo con nosotros. En la mayoría de los casos va a denotar afecto, confianza, seguridad y apego. Pero hay otros significados, quizás menos evidentes, como son los siguientes:

  • Higiene: no son gatos, pero los perros también se lamen a modo de aseo. Es habitual verlo en las patas, por ejemplo cuando regresan del paseo. Con esta acción, además de limpiarse, pueden retirarse cuerpos extraños o parásitos que se les hayan quedado adheridos. Por este motivo, instintivamente, también pueden lamernos a nosotros.
  • Reclamo: otras veces los perros nos lamen con intención de llamar nuestra atención. Si estamos descalzos es posible que el lamido se dirija a nuestros pies y piernas, ya que les resultarán de muy fácil acceso. Esta forma de petición no solo es para demandar comida. El perro puede querer que le hagamos caso por cualquier otro motivo, como jugar.
  • Refuerzo positivo: no solemos darnos cuenta pero, cuando nuestro perro nos lame solemos reaccionar muy positivamente, ya que le correspondemos con caricias o dedicándole palabras afectuosas. Nuestra actitud funciona en el perro como el llamado refuerzo positivo, que lo anima a repetir el lamido porque ha entendido que nos gusta.

Qué pasa si no quiero que mi perro me lama los pies

A algunas personas les molesta el lamido de sus perros. Como hemos visto, es una conducta completamente normal. Podemos rechazarla, pero jamás hay que reñir al perro. Al contrario, de lo que se trata es de intentar impedirla, por ejemplo, no caminando descalzos. También tenemos la opción de distraer su atención, interrumpiendo el lamido en cuanto comience.

Así, cuando el perro empieza a lamernos, podemos ofrecerle un juguete o darle una orden que sepa realizar. En ese momento, al obedecer, es cuando debemos premiarlo con una golosina o una palabra de cariño. Actuando siempre de la misma manera conseguimos que, cada vez más, repita las conductas hacia las que lo dirigimos, desplazando al lamido.

¿Qué puedo hacer si mi perro me lame en exceso los pies?

Por último, aunque es completamente normal que nuestro perro nos lama e indica una relación sana entre él y nosotros, en algunos casos el lamido puede convertirse casi en una obsesión. Nos referimos a situaciones en las que el perro nos lame compulsivamente los pies, las manos, etc. Por suerte no son frecuentes.

Algunos perros se lamen a sí mismos, llegando a ocasionarse lesiones en las zonas objeto del lamido y pérdida de pelo. Se trata de una alteración de la conducta que nos debe llevar a una revisión de sus condiciones de vida y manejo y a contactar con un profesional de la conducta canina o etólogo para que nos ayude a implementar los cambios necesarios.

En otras palabras, este lamido excesivo sería la forma que ha encontrado el perro para canalizar su frustración. Eso sí, antes hay que consultar con nuestro veterinario de referencia por si el lamido compulsivo se debiese a algún problema de salud orgánico, como un dolor. Solo si se descarta una patología se puede pensar en un trastorno a nivel psicológico.

Bibliografía
Morris, Desmond. 1988. Observe a su perro. Barcelona. Plaza & Janés,

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