Intoxicación en perros por beber agua marina

Todos disfrutamos mucho más de un bonito día de playa cuando nuestro compañero peludo de cuatro patas nos acompaña y juega con nosotros o con las olas. Pero quizás no sepamos que cuando un perro bebe agua del mar corre el riesgo de terminar intoxicado, y eso puede suponer un grave problema para su salud.

Los perros de forma natural tienden a hidratarse bebiendo agua de charcos, ríos o incluso del mar cuando tienen sed, sin ser conscientes de que si beben agua salada les sentará realmente mal.

A continuación vamos a explicar en qué consiste la intoxicación en perros por agua salada y qué debemos hacer en caso de que nuestro perro muestre los síntomas asociados, además de cómo evitar que nuestro perro beba agua del mar.

¿Por qué es mala el agua de la playa para los perros?

El agua del mar contiene altas cantidades cloruro de sodio o sal común. Los perros no pueden beber agua con sal porque su nivel de sodio aumentaría drásticamente, provocándoles una intoxicación.

Este exceso de sodio en el organismo se conoce como hipernatremia, que puede estar provocado también por una deficiencia de agua corporal total en relación con el contenido corporal total de sodio (deshidratación). El agravamiento de este cuadro puede dar lugar a signos neurológicos como confusión, convulsiones o coma.

El sodio es un electrolito que aportamos a nuestro cuerpo de manera natural con la dieta y la bebida. Cada electrolito tiene un nivel específico en el cuerpo, y un nivel demasiado bajo o alto puede provocar alteraciones metabólicas graves.

El sodio es necesario para muchas funciones vitales en el organismo como la regulación de la presión arterial, la transmisión de impulsos nerviosos o el mantenimiento del equilibrio ácido/base en el cuerpo.

Además de la propia sal, el agua de la playa es perjudicial para los perros por su alto contenido en toxinas y bacterias, arena en suspensión y restos de algas marinas. Los perros al sentirse deshidratados beberán agua de la playa sin saber que terminarán intoxicados. Esto es igual para el resto de animales y las personas.

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Intoxicación en perros por beber agua del mar

Si nuestro perro saca la lengua y pega un pequeño sorbo al agua de la playa, lo más normal es que no suceda absolutamente nada, tampoco debemos ser alarmistas. Pero si bebe una cantidad de agua de la playa considerable, es posible que termine intoxicado.

La intoxicación en perros por beber agua salada puede ser más o menos grave, y dependiendo de la gravedad deberemos acudir a un veterinario o podremos ayudar a nuestro perro por nuestra cuenta.

Estos son los principales síntomas que muestran los perros intoxicados por beber agua de la playa:

  • Diarreas y vómitos.
  •  Deshidratación generalizada
  •  Signos neurológicos (mareos, convulsiones)
  •  Nerviosismo, apatía y debilidad

Los cuadros excepcionalmente graves pueden desencadenar en coma y muerte. Un perro beberá agua del mar para hidratarse, pero el agua salda producirá el efecto contrario, haciendo que el perro tenga diarreas y vómitos, lo cual lo deshidratará más aún. Esto puede ser muy peligroso, sobre todo en los calurosos días de verano.

¿Que hacer si mi perro ha bebido agua de mar y se ha intoxicado?

Lo primordial es llevar al perro a un lugar fresco y poner a su disposición agua potable. Es normal que el perro tenga vómitos, pues estará expulsando el agua salada que ha ingerido. El problema es que esa agua salada posiblemente haya afectado a la flora bacteriana natural de su intestino, provocando diarrea. Además, el aumento drástico en los niveles de sodio en el organismo puede ser muy peligroso, e incluso letal.

El diagnóstico de la hipernatermia se basa en el examen clínico y la medición de los niveles de sodio en sangre, por lo que será fundamental llevar nuestro perro al veterinario para que le realice un análisis de sangre. Una vez determinada la causa, nuestro veterinario podrá aplicar el tratamiento adecuado, como la administración de fluidos (fluidoterapia) para rehidratar a nuestro animal y restablecer el equilibrio de electrolitos en su organismo. La mayoría de los perros sin enfermedades subyacentes suelen responder bien a este tratamiento, por lo que el pronóstico es por lo general favorable.

Así que lo fundamental es evaluar y utilizar el sentido común: si nuestro perro ha bebido poca agua de la playa y tiene un poco de vómitos o diarrea pero por lo demás se encuentra bien, seguramente bastará con ir a un sitio fresco y poner agua potable y fresca a su disposición para que se hidrate mientras se recupera.

Una alimentación un poco astringente cómo un poco de arroz hervido con carne de pollo (a temperatura ambiente y sin huesos), puede ser una buena opción para ayudarle a recuperarse de las diarreas. El uso de probioticos como “Pro-enteric®” o “Daforte®” también pueden ser de gran ayuda.

Sin embargo si observamos que nuestro perro se encuentra mal, persisten los vómitos y diarreas, está decaído o presenta algún factor de riesgo (enfermedad renal crónica), deberemos acudir a un veterinario de forma urgente.

¿Cómo evitar que un perro beba agua de la playa?

Puede parecer algo complicado enseñarle a un perro a diferenciar qué tipo de agua puede o no beber, pero en realidad es bastante más sencillo de lo que parece. Generalmente con un poco de paciencia e insistencia, en apenas uno o dos días nuestro perro sabrá que no debe beber agua salada.

El truco está en estar siempre atentos a nuestro perro y que cuando le veamos intentar beber agua de la playa, le llamemos y le ofrezcamos agua limpia y fresca. Podemos llevar un bebedero portátil junto con una botella de agua limpia y fresquita para nuestra mascota.

Cuando el perro beba el agua que le hemos dado y no la de la playa, le felicitaremos. También es recomendable dejar un bebedero bajo nuestra sombrilla, vigilando que siempre tenga el agua fresca. Es un truco muy sencillo y práctico que nos ayudará a evitar que nuestro perro termine intoxicado por beber agua del mar.

Vet. Alejandro Perez Riquelme

Soy licenciado en veterinaria en la Universidad de Murcia, especializado en Fauna Silvestre y Espacios Naturales Protegidos. Guiado más por la vocación que por las perspectivas laborales reales, he realizado diversos voluntariados y prácticas en varios centros de recuperación de fauna silvestre en Europa. A pesar de no dedicarme profesionalmente a este campo en la actualidad, esta formación y experiencias me han enriquecido mucho, sobre todo a nivel personal. Actualmente trabajo en el área de la sanidad animal. Estoy especialmente interesado en la disciplina "One Health", y en concreto, en las zoonosis, esto es, las enfermedades compartidas entre humanos y animales. Nuestro perro es parte de la familia, por eso es importante cuidar de su salud, al igual que de la nuestra. Como veterinario, espero poder compartir información interesante para que conozcas las pautas para mantener a tu mascota feliz y sana.

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