No es extraño que un perro presente verrugas y es habitual que nuestra primera reacción sea quitárselas. Pero antes, tenemos que saber por qué han salido, generalmente se asocian al papiloma canino aunque el diagnóstico solo nos lo puede dar un veterinario.
Las verrugas son tumores benignos y superficiales, pero no siempre tienen que extirparse. Normalmente solo es necesario hacerlo si suponen una molestia para el perro y solo puede retirarlas un veterinario.
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¿Qué son las verrugas?
Las verrugas se encuadran dentro de los tumores de carácter benigno y no doloroso. Son superficiales, se localizan en la piel, aparecen en distintas partes del cuerpo y no revisten gravedad. Sí pueden causar molestias en función de dónde se localicen o tamaño, ya que es normal que crezcan. Es común que sangren. Su origen se asocia al virus del papiloma canino.
Los papilomavirus son de tamaño pequeño y pertenecen a la familia Papovaviridae. Tres de ellos son los que pueden afectar a los perros. Estos virus se transmiten por contacto directo o por fómites, que son cualquier sustancia que puede contaminarse y transmitir el virus. También es posible que los insectos puedan propagarlos.
Las verrugas se aprecian externamente como abultamientos de mayor o menor tamaño. Destaca su aspecto similar al de una coliflor, lo que las hace fácilmente reconocibles. Los perros, además de verrugas, pueden presentar otros tumores benignos que, aunque no tienen origen vírico, muestran un aspecto idéntico al de las verrugas.
Papilomatosis oral canina
Las verrugas derivadas del virus del papiloma canino aparecen fundamentalmente en la boca, en los labios o en los pies. Los perros más afectados son los menores de dos años y los ancianos.
Estas verrugas son rosadas, pero crecen y modifican su coloración, volviéndose grises. Acaban cayéndose espontáneamente. En los casos en los que sangran las veremos negruzcas, ya que se forma una costra con la sangre seca. Estas situaciones sí pueden hacer necesaria la intervención del veterinario.
Otros tumores que parecen verrugas
- Adenoma sebáceo: se trata de un bulto que, aunque parece una verruga, no tiene origen vírico. Es muy frecuente que se presente en los párpados de los perros de más edad. Aparece en glándulas sebáceas, como las de Meibomio, localizadas en los párpados. Puede causar molestias oculares. Algunos son malignos.
- Carcinoma de células escamosas: es un tumor vinculado con la exposición a la luz solar. Se presenta en las áreas del cuerpo menos pigmentadas, como el abdomen o la trufa. Algunos se confunden con verrugas por su aspecto de coliflor. Es maligno y puede extenderse.
- Tumor venéreo transmisible: son bultos con el aspecto de verrugas que salen en la zona genital tanto de machos como de hembras. Este tumor es contagioso entre perros a través del apareamiento, lamidos o mordiscos. Puede extenderse a zonas como la cara o las patas y haber metástasis, aunque es infrecuente.
¿Qué perros tienen verrugas con mayor frecuencia?
Es más habitual que las verrugas aparezcan en los perros de más edad. Pero pueden presentarse en ejemplares en cualquier momento de su vida. De hecho, su origen vírico hace que los perros más jóvenes, con un sistema inmunitario más inmaduro, también se vean afectados con relativa frecuencia.
Además, los perros con este sistema inmunitario debilitado, como los que padecen ya alguna enfermedad, sobre todo si esta es crónica, también serán más propensos a verse afectados por las verrugas.
¿Qué hago si mi perro tiene una verruga?
A la venta existen varios productos que se promocionan como efectivos para eliminar verrugas. Están formulados para seres humanos y no es buena idea que los echemos sobre las verrugas de nuestro perro. Lo correcto, siempre, es acudir al veterinario, ya que es el profesional indicado para buscar la causa de las verrugas y establecer el tratamiento.
¿Las verrugas son contagiosas?
Al ser la manifestación de un virus, las verrugas sí pueden ser contagiosas entre los perros. Así, debemos prestar atención al contacto con otros ejemplares. Los papilomavirus afectan a otras especies, pero están especializados, lo que significa que los de los perros no van a transmitirse a las personas o a otros animales.
Cómo tratar las verrugas
En principio, como las verrugas son benignas y no suponen ningún problema para el perro, no se requiere ningún tipo de tratamiento. De hecho, pueden desaparecer solas. Buena parte de las verrugas no van a interferir con la calidad de vida del perro ni con sus actividades cotidianas.
La excepción serían aquellos casos en los que la verruga cause alguna molestia de consideración al perro. Normalmente esta molestia se produce por roce o por sangrado. En la boca es fácil que, al comer, puedan darse estas circunstancias. De ser necesario eliminar una verruga, la opción más adecuada es la cirugía.
Por otra parte, al ser la verruga consecuencia de la presencia de un virus, nos está indicando que el sistema inmunitario del perro está debilitado. Es buena idea que repasemos sus condiciones de vida, alimentación incluida, por si fuese necesario implementar algún cambio.
Bibliografía
Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.
Lange, C., Zollinger, S., Tobler, K., Ackermann, M. y Favrot, C. Clinically Healthy Skin of Dogs Is a Potential Reservoir for Canine Papillomaviruses. J. Clin. Microbiol. 49: 707.