La personalidad es el conjunto de cualidades y rasgos que definen la forma de ser de una persona y la diferencian de las demás. Entonces, cuando hablamos de perros no podemos usar personalidad, ya que está enfocada a las personas, pero si de perronalidad.
La perronalidad es el conjunto de rasgos, características y forma de ser que tiene cada perro de forma única y que lo distingue del resto de perros. Existen muchas perronalidades diferentes y además, son moldeables durante el crecimiento y educación de cada perro ¿Quieres conocer más sobre la perronalidad de tu perro? Vamos allá.
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¿Qué influye en la perronalidad de un perro?
Son muchos los factores que pueden hacer que un perro tenga una perronalidad más tranquila y cariñosa o más activa y vigilante. Si bien es cierto que todos los perros nacen con unos instintos muy similares, los hay quienes los tienen mucho más marcados, haciendo que tengan un carácter mucho más intenso.
Estos son algunos de los factores que influyen directamente en la perronalidad de un perro:
- Raza / Genética / Instintos
- Entorno
- Educación recibida
- Etapa de su vida
Perronalidad según la raza
Cada raza de perro trae consigo una genética que ha sido seleccionada durante muchas generaciones, de forma que en gran parte, la perronalidad de un perro va unida a su propia raza.
Los perros Bóxer tienen una perronalidad muy juguetona y activa, mientras que los Pastores Alemanes tienen una perronalidad trabajadora, activa y guardiana. Otras razas cómo el Bodeguero Andaluz tienen una perronalidad activa, curiosa y cazadora, mientras que un Rottweiler tiene una perronalidad familiar, tranquila pero muy protectora y guardiana.
Los perros sin raza, los que son mezcla de dos o más razas, tienen una perronalidad totalmente única, que solo podremos descubrir cuando los adoptemos y convivamos con ellos.
Es también la raza del perro la que hará que tenga instintos más o menos desarrollados, todos los perros tienen los mimos instintos, pero algunos son mucho más cazadores que otros, trabajadores o protectores. Esto se debe a la selección genética durante muchos años.
El entorno también influye en la perronalidad
Otro gran factor que influirá y mucho en la perronalidad de nuestro perro es el entorno en el que viva. No es lo mimo vivir libre en un pueblo rodeado de naturaleza, otros animales y personas con las que jugar a diario, que vivir atado a una caseta (maltrato animal) durante toda su vida.
Tampoco es lo mismo estar en un gran jardín con tu familia, que dejar a nuestro perro solo durante muchas horas todos los días en un pequeño apartamento. El entorno donde viva el perro influye mucho en su socialización y por ende, en su perronalidad.
La educación es fundamental
Un perro con una perronalidad muy activa y fuerte, debe recibir una educación más intensa para compensar ese exceso. Por lo que la educación que le demos a nuestro perro es fundamental para que este tenga un carácter más o menos extrovertido y social.
Los perros de presa y de gran tamaño son en realidad los que generalmente, deben recibir una educación más intensa. Pues si su perronalidad es un poco agresiva, necesitamos que nos obedezcan ante cualquier situación de peligro.
Perronalidad según la etapa de su vida
También debemos entender que la perronalidad de nuestro perrito puede cambiar mucho a lo largo de su vida y durante sus diferentes etapas. Mientras que los cachorros tienen una perronalidad muy curiosa, exploradora y juguetona, los perros ancianos tienen, a nivel general, una perronalidad menos juguetona y más tranquila.
Por otro lado, las perras que acaban de tener una camada pueden mostrar una perronalidad mucho más protectora de repente, algo totalmente natural que les viene del propio instinto de supervivencia y protección.
Estándares de perronalidad canina
Al igual que sucede con la personalidad de los humanos, los perros también se pueden clasificar en grupos en base a su propia perronalidad. Siendo las más comunes la que comentamos a continuación.
Y teniendo siempre en cuenta, que cada perros es único. Por lo que puede coincidir en algunas cosas y en otras no.
Perros Guardianes
En la perronalidad de esta clase de perros influye mucho el instinto protector que se ha buscado durante años y años de selección para la cría de la raza. El Pastor Alemán, el Pitbull, Rottweiler o Dóberman, entre muchos otros, son parte de un amplio grupo de perros guardianes por excelencia.
Su propia genética hace que sean buenos guardianes, pero a pesar de tener una perronalidad vigilante, protectora y guardiana, también pueden ser con su familia muy cariñosos y juguetones.
Perros juguetones
Muy diferentes a los anteriormente citados, nos encontramos con el grupo de los perros más divertidos del planeta, los que de forma natural, tienen una perronalidad divertida, juguetona y algo payasona.
Algunos ejemplos pueden ser el Pug, el Bulldog Francés o Inglés, el Bóxer, el San Bernardo o el Border Collie entre tantos. Esto no significa que no puedan ser un poco guardiantes también, pero generalmente sus instintos juguetones predominarán sobre el resto.
Perronalidad reservada
También los hay algo tímidos, con una perronalidad reservada hacia los extraños y observadora e inquietante a veces con la propia familia, cómo es el caso del Teckel o el Pincher.
¿Se puede cambiar la perronalidad de un perro?
Si y no. Podemos corregir comportamiento poco adecuados de un perro, pero nunca podremos cambiar su perronalidad, ya que un perro es un perro. Los que nacen con instinto protector, siempre serán guardianes, mientras que los que nacen con instinto juguetón siempre serán divertidos y activos.
La perronalidad se puede moldear, corregir y encauzar, pero nunca se puede suprimir. Los perros son como son y debemos aprender a amarlos tal cuál. Si bien es cierto, que si algo es nocivo para ellos o nosotros, siempre podemos pedir ayuda a un etólogo canino o adiestrador profesional.
Y ahora que sabes cómo son los perros ¿Qué perronalidad tienen el tuyo?