A poco que te fijes en tu perro a la hora de dormir te darás cuenta de que adopta las más diversas posturas. Desde las clásicas formando un ovillo hasta las panza arriba, pasando por poner las patas en posiciones que parecen imposibles.
Pero si hay algo todavía más llamativo que la postura de descanso es ver al perro durmiendo con los ojos abiertos. A continuación explicamos a qué se debe, si tenemos que preocuparnos o qué hay que hacer al respecto.
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¿Es malo dormir con los ojos abiertos?
Los ojos de los perros son una parte muy sensible de su anatomía. Están expuestos a la acción de los elementos, además de ser susceptibles a patologías en cualquiera de sus componentes, como la retina, la córnea o el cristalino. Por suerte es fácil descubrir este tipo de alteraciones, pues serán perfectamente visibles.
Secreción ocular, enrojecimiento, prolapso, picor, pérdida de pelo alrededor, cambios de color o dolor son algunos de los signos que nos tienen que alertar y hacer acudir al veterinario. Si nuestro perro duerme con uno o con los dos ojos abiertos, lo primero es que nos fijemos en su estado. Cualquier signo como los mencionados es motivo de consulta.
¿Todos los perros duermen con los ojos abiertos?
En ocasiones, incluso con bastante frecuencia, los perros no solo abren los ojos mientras duermen. Parecen estar tranquilamente dormidos hasta que, de repente, comienzan a moverse frenéticamente y es en ese momento cuando abren los ojos, aunque, para nuestra sorpresa, siguen dormidos. Es una fase completamente normal de su sueño.
Los perros duermen de una manera similar a como lo hacemos los humanos. Dividen su descanso en una fase de sueño más larga y menos profunda y otra, breve, en la que se produce la conocida fase REM. En ella es en la que aparecen movimientos perfectamente identificables, como los siguientes:
- Desplazamiento de las patas adelante y atrás como si el perro estuviese corriendo.
- Movimientos tipo tic en la cara, así como en la cola, las orejas, etc.
- Vocalizaciones como lloros, gemidos, ladridos, gruñidos, aullidos, etc.
- Apertura de los ojos.
- Respiración agitada.
Estos signos, que no tienen por qué producirse todos, se prolongan tan solo unos minutos. Después el perro sigue durmiendo tranquilamente, ante nuestro asombro, o se despierta, en ocasiones asustado. Aunque nosotros nos asustemos también no debemos despertarlo ni hacer nada más que hablarle con tranquilidad si se despierta por sí mismo.
La forma de dormir del perro
Además de los movimientos que se asocian a la fase REM, hay que saber que los perros suelen mantenerse en un sueño ligero a lo largo del día. En otras palabras, sería lo que conocemos como «dormir con un ojo abierto y otro cerrado». Parecen dormidos, pero, si nos fijamos bien, están en una postura corporal bastante alerta.
En estos momentos es posible que no cierren por completo los ojos, pero es que no están verdaderamente dormidos. Solo descansan, como en vigilia. Si en ese estado escuchan un mínimo ruido, no dudarán en levantarse rápidamente a enterarse de qué es lo que está pasando.
¿Qué es el lagoftalmos?
Hasta ahora hemos visto circunstancias que entran dentro de la normalidad, es decir, no son patológicas, que pueden explicarnos por qué nuestro perro duerme con los ojos medio abiertos. Pero hay casos en los que detrás de esta apertura sí hay una patología. De hecho, es un problema que tiene nombre propio: lagoftalmos.
Así, nuestro perro puede mantener los ojos abiertos no solo mientras duerme. Si descubrimos que nunca consigue cerrar por completo los párpados estamos ante una imposibilidad, que es el lagoftalmos. Hay varias causas que pueden dar lugar a este problema, que siempre es motivo de visita al veterinario. Y lo antes posible.
Es más común en perros de ojos prominentes, como son los braquicéfalos, es decir, razas como el Bulldog o el Shih tzu. El problema es que mantener el ojo descubierto, aunque sea una pequeña parte, contribuye a que se deseque o la córnea se ulcere. En estos casos suele necesitarse una operación quirúrgica para evitar daños potenciales en el ojo.
La parálisis facial también puede provocar dormir con el ojo abierto
Además, una parálisis facial que afecte a los párpados también podría provocar que su cierre no fuese completo. Normalmente este tipo de patologías se mostrarían solo en un ojo. Puede notarse que el perro no parpadea ni aunque le aproximemos un dedo al ojo. Hay varias causas de parálisis, como los tumores, las otitis medias o internas o un traumatismo.
Las complicaciones para el ojo serían las mismas que en el caso anterior, es decir, sequedad, aunque no haya ningún problema en la producción de lágrimas, y úlceras, que pueden llegar a ser de grandes dimensiones. Para resolver estos casos puede optarse por una solución quirúrgica temporal mientras no se diagnostica y resuelve la causa.