Proptosis ocular en perros ¿Cómo actuar?

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La proptosis es la protrusión del globo ocular fuera de su órbita. Como es fácil imaginar, se trata de una urgencia veterinaria que nos tiene que hacer buscar asistencia de forma inmediata.

Hay diversas causas, como traumatismos, tumores o abscesos, que pueden provocar la salida del ojo de su sitio. Además, hay razas más propensas a sufrirla. Veamos en detalle todo lo relacionado con la proptosis.

¿Qué perros sufren proptosis?

La proptosis o luxación es un trastorno que puede sufrir cualquier perro, pero algunos van a tener una mayor predisposición. De hecho, para algunas razas, como las braquicéfalas, se puede decir que es un problema común. Son aquellas de ojos de tamaño grande y saltones. Por ejemplo, Boston terrier, Pug, Pequinés o Maltés.

¿Qué causa la proptosis?

Este daño ocular suele ser consecuencia de mordeduras propinadas por otros animales o traumatismos en la zona, como golpes o atropellos. Pero es que, incluso un forcejeo con un perro perteneciente a un grupo de riesgo, puede provocar la salida del globo ocular de su sitio. Por ejemplo, cuando intentamos administrarles una pastilla y se resisten.

En perros no braquicéfalos el traumatismo tiene que ser mucho más fuerte para conseguir la protrusión. Otras causas son abscesos, hematomas o tumores que se localicen justo detrás del ojo. Si tienen el tamaño suficiente o van creciendo, son capaces de proyectar el globo fuera de la órbita. Por último, también es una causa el glaucoma.

Absceso retrobulbar

Este absceso es el cúmulo de pus que se produce por detrás del ojo. Causa mucho dolor y se desarrolla rápido. Podemos sospecharlo porque provoca la inflamación del área periocular, lo que, además de dolor, dificulta que el perro pueda abrir y cerrar la boca. Para tratarlo se hace necesario que el veterinario lo drene, para extraer todo el pus.

Hematoma retrobulbar

Este hematoma está compuesto por coágulos de sangre y se va a localizar detrás del globo ocular. Aparece repentinamente y puede deberse a un golpe en la cabeza o la existencia de alguna alteración sanguínea. De la causa dependerá el tratamiento.

Tumor retrobulbar

Es aquel que crece en el espacio retrobulbar, tras el ojo. Como suele hacerlo lentamente, la protrusión será gradual. Al contrario que los abscesos o los hematomas, los tumores no parecen ser dolorosos.

Glaucoma

Un glaucoma crónico es otra de las causas de protosis porque es una afección que puede incrementar el tamaño del ojo, lo que consigue protruirlo. Se trata de una enfermedad grave, causa de ceguera. En ella se produce un incremento de la presión intraocular que degenera el nervio óptico y la retina.

En los casos crónicos el perro pierde la visión y, como el ojo ha aumentado de tamaño y se muestra protruido, puede recomendarse su extracción para evitar lesiones en la córnea, a las que, por sus características, será propenso.

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¿Por qué es grave la proptosis?

Cuando el globo ocular se proyecta fuera de la órbita, se corre el riesgo de que los párpados se cierren por detrás de él, impidiendo que el ojo vuelva a su sitio. Además, la zona posterior del ojo se va a inflamar, lo que también dificulta que pueda recuperar su posición normal.

La proptosis siempre puede provocar la pérdida de la visión. De ahí su extrema gravedad y la importancia de acudir, inmediatamente, al centro veterinario más cercano. En conclusión, no es un problema en el que podamos quedarnos en casa esperando a que mejore solo.

¿Qué hago si mi perro sufre proptosis?

Sí o sí tenemos que dirigirnos a un veterinario. Para ello es aconsejable cubrir el ojo afectado con un paño o gasa húmeda. Con esto pretendemos prevenir la desecación que se va a producir al estar el globo ocular expuesto y sin parpadeos que lo protejan. Por supuesto, tenemos que impedir que el perro se toque con las patas.

Si la clínica veterinaria más próxima está a más de media hora y sabemos cómo hacerlo, podemos intentar recolocar el ojo en su sitio nosotros mismos. De no ser de caso o de intentarlo y no conseguirlo, no hay que insistir y sí buscar asistencia profesional.

¿Cuál es el tratamiento de la proptosis?

Resulta básico recolocar el ojo en su órbita, pero, antes, ya que la proptosis puede deberse a un traumatismo grave, hay que comprobar el estado general del animal. De esta manera es posible saber el riesgo que corre a la hora de administrarle anestesia. Mientras, el ojo se mantiene cubierto y húmedo para ir reduciendo la inflamación.

Además, el clínico, atendiendo a las características de la proptosis, ya que los daños pueden ser más o menos graves, debe valorar si es posible o no recuperar la funcionalidad del órgano.

Existen varias técnicas quirúrgicas a escoger. Si no es la primera vez que el perro sufre proptosis o el veterinario considera que existe un elevado riesgo de recurrencia, es posible que nos recomiende una operación con el objetivo de evitarlo.

Bibliografía
Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editoral el Drac.
Peña, Teresa (2016): Situaciones urgentes: ¿Qué hacer ante una laceración palpebral? ¿Son todas las úlceras iguales? ¿Cómo plantear su tratamiento? ¿Cómo resolver un prolapso ocular? Urgencias oftalmológicas. Avepa Formación Continuada.

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