Si sospechas que tu perro puede tener roto algún ligamento o ya lo han confirmado y buscas información sobre los tratamientos veterinarias disponibles, estás de suerte porque te mostraremos todas las alternativas disponibles.
Recuerda que ante una rotura de ligamento cruzado, la cirugía debe ser siempre la última opción. Por ser la más invasiva y requerir de una recuperación más larga. Además no siempre da solución al problema.
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¿Que es la rotura del ligamento cruzado?
Los ligamentos ayudan a las articulaciones a funcionar correctamente, permitiendo la estabilidad de las mismas. Cuando algún ligamento se rompe o degenera, nuestro perro sufrirá dolor y necesitará ser tratado.
El ligamento cruzado es el con más frecuencia se degenera, desgarra o rompe, debido a que sostiene una gran carga de trabajo cuando el perro anda, corre o salta. Se encuentran en las rodillas, las cuales pueden sufrir de artritis.
La rotura puede ser del ligamento anterior o del posterior, siendo la más frecuente la rotura del «anterior». Cuando se degenera, rompe, desgarra o inflama, la rodilla deja de funcionar correctamente produciendo mucho dolor.
¿Cómo se puede romper el ligamento cruzado?
Los perros de más de veinte kilos de peso, es decir los de tamaño medio y grande, son los que mayor posibilidad tienen de romperse alguno de estos ligamentos. Indiferentemente de su edad
Los perros jóvenes generalmente sufren un desgarre, hiperextensión o rotura debido a un mal paso, quizás al pisar mal mientras corrían jugando o por haber metido la pata en algún agujero, creando un traumatismo.
Es decir, los perros jóvenes generalmente sufren este problema debido a un accidente. Sin embargo los perros mayores de seis años suelen sufrir una rotura de ligamento cruzado debido al desgaste. Tiene una mayor prevalencia en las hembras y en machos castrados, así como en razas como Mastines, labradores, y razas atléticas como, rottweiles, boxers entre otros.
Síntomas de rotura de ligamento cruzado
Cuando se trata de una rotura parcial o un desgaste inicial es complicado detectarlo sin realizar pruebas médicas. Sin embargo cuando el daño ya está hecho, los síntomas son muy notorios.
Nuestro perro comenzará a cojear, ocasionalmente o constantemente. Evitará apoyar la pata en el suelo, sujetándola en alto (colgando), ó apoyando solo los dedos dando pasos muy cortos. En ocasiones también veremos inflamación en la rodilla, con mucho dolor a la palpación y al intentar estirarla.
- Cojera, sobre todo tras descansar, cuando los músculos y tendones están en «frío».
- Dolor al apoyar la pata en el suelo.
- Posible inflamación de la rodilla y alrededores.
Si apreciamos cualquiera de estos síntomas, debemos acudir a un veterinario para que realice las pruebas necesarias y nos indique el diagnostico.
Todos los detalles que puedas comentarle al veterinario son válidos para encaminar el diagnóstico, presta especial atención en el momento en qué comenzó a cojear, si fue después de un salto brusco, si mejora después del reposo, entre otros detalles que puedan ser de interés.
El diagnóstico confirmativo se realiza a través de imagen (radiografía), además de tests diagnósticos de rutina que el especialista le practicará.
Tratamientos veterinarios
En la actualidad existen dos tipos de tratamiento para curar la rotura de ligamento cruzado, uno de ellos es invasivo, mediante cirugía y el otro es reparador, mediante infiltraciones.
Será siempre el veterinario quien tras analizar los resultados de las pruebas, nos recomiende cómo proceder. Cada perro es diferente por lo que cada cuál necesita un tratamiento totalmente personalizado.
Infiltraciones de plasma
Si el perro es muy anciano, o tienen algún otro factor de riesgo que le impida ser sometido al tratamiento quirúrgico, no te preocupes, que los veterinarios tienen la alternativa.
Para ellos, la terapia menos invasiva es la infiltración de plasma, algo que ayudará al ligamento a regenerarse significativamente (factores de crecimiento). El plasma se obtiene de la sangre del mismo perro, para evitar cualquier tipo de rechazo.
No siempre es posible realizar este tratamiento, dependerá del estado del ligamento. Por lo que es posible que en ocasiones nuestro veterinario no nos lo recomiende. Las infiltraciones deben repetirse cada pocos años. Suelen implementarse también tratamientos antiinflamatorios y condroprotectores para disminuir el dolor y rehabilitar la articulación de tu mascota.
Operación quirúrgica TTA
Aunque no es una operación a corazón abierto, no deja de ser una operación importante. Consiste en el avance de la tuberosidad tibial, es decir eliminar un pequeño trozo de hueso y usar una placa para que la soldadura se realice correctamente.
Con esto se consigue destensar el ligamento, evitando así que sufra y en consecuencia reduciendo la inflamación y dolor en el perro. Esta técnica ofrece unas tasas de éxito bastante elevadas.
En ocasiones la cirugía no soluciona el problema, dando cómo resultado una cojera permanente. También es posible tener complicaciones cómo un seroma o infección / rechazo.
¿Cómo es el Pos-operatorio? Cuidados
Excepto excepciones, la recuperación se suele realizar en casa ya que conlleva algunos meses. Durante los cuales nuestro perro no debe correr, saltar, subir / bajar escaleras o realizar movimientos bruscos / fuertes.
En dependencia del tipo de rotura el especialista puede recomendar fisioterapia, es decir algunos movimientos pasivos que paulatinamente vayan movilizando la articulación, además tener en cuenta que es importante no perder la masa muscular del muslo y la canilla (atrofia muscular).
Se deben seguir siempre las indicaciones del veterinario que lo ha operado, hasta que el perro reciba el alta médica. Mientras tanto debe descansar y tener una vida tranquila, pasear lo justo para hacer sus necesidades y siempre atado durante el paseo, con la correa corta para evitar que corra.
Será el veterinario quien nos indique cuando podemos comenzar a dar paseos más largos, en función de cómo evolucione la soldadura y evolución general. Simplemente, se paciente y ayuda a tu perro a recuperarse.
Pronóstico a largo plazo
El pronóstico es variable, y va a depender del grado de degeneración de la articulación, la edad que tenga tu mascota, así como el tipo de tratamiento implementado (si se decide aplicar una técnica quirúrgica o conservadora).
Es muy frecuente que aquellas mascotas que han sufrido ruptura de los ligamentos cruzados en un rodilla con el tiempo presenten en la otra también; por lo que de ahora en adelante, los cuidados en cuanto a saltos y movimientos bruscos de la articulación deben ser mayores.