Toxoplasmosis en perros – Síntomas, diagnóstico y tratamiento

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa provocada por un parásito llamado Toxoplasma Gondii. Muchos mamíferos, incluyendo los humanos, perros o gatos, pueden verse afectados por esta patología.

Por ello, es importante conocer bien en qué consiste y cómo se contagia. Desde Soyunperro hablaremos de los síntomas comunes y de la forma de prevenirla y tratarla.

¿Qué es y cómo se contagia la toxoplasmosis?

Es una protozoosis entérica (digestiva) y sistémica. Tiene que haber un hospedador intermediario de sangre caliente, por ejemplo, un perro, ratón o incluso el hombre. Es estudiada por ser una zoonosis (contagio al hombre) de distribución mundial. En animales silvestres y exóticos es letal.

El hospedador intermediario (perro, por ejemplo) adquiere los huevos de las heces del perro (único junto a otros felinos capaces de expulsar dichos huevos ya que es el hospedador definitivo). El perro puede infectarse ingiriendo carne del ratón contaminado, cerrándose así el ciclo y pudiendo infectar a nuestro perro.

Lo positivo de esta enfermedad es que solo la primera vez que se infecta el huerped elimina ooquistes (huevos) con las heces, disminuyendo la probabilidad de infectar a nuestro perro.

perro come carne cruda con toxoplasmosis

¿Puede mi perro contagiar toxoplasmosis a un humano?

La respuesta es “no”. Las personas no pueden contraer esta enfermedad por medio del perro, ya que se trata del hospedador intermediario y es incapaz de excretar ooquistes con las heces.

Solo podría transmitirlo un gato, y sería difícil ya que se tendrían que dar varias condiciones. Sin embargo, si esto pasase, la toxoplasmosis podría ser un riesgo para el feto durante el embarazo, sobre todo cuando la futura mamá no posee anticuerpos contra esta enfermedad.

Ingiriendo carne poco cocinada de mamíferos infectados o frutas/verduras crudas sin lavar también sería una vía común de trasmisión zoonótica al ser humano.

Principales síntomas de la toxoplasmosis en perros

El perro suele ser asintomático o tener infecciones subclínicas o leves, que se agravarán si es menor a un año de edad, donde se producirán síntomas respiratorios (50%) y digestivos (25%), principalmente. En el perro, como en muchos otros mamíferos, Toxoplasma gondii es causa de abortos, ya que atraviesa la placenta afectando al feto.

Sin embargo, en ocasiones más graves podremos observar:

  1. Síntomas hepáticos y muy raramente parálisis e hiperestesia (reflejos aumentados), elevación de enzimas musculares.

Si observas uno o varios de estos síntomas en tu perro o cachorro, debes llevarlo con el veterinario lo antes posible para que pueda examinarlo bien. Podría también agravarse si tiene otra enfermedad paralelamente.

Diagnóstico y tratamiento para perros con toxoplasma gondii

Para poder verificar si mi mascota padece toxoplasmosis, el veterinario deberá realizar previamente una serie de pruebas diagnósticas. Lo habitual será revisar el historial clínico, así como examen físico completo. En perros será difícil por su carácter subclínico y síntomas inespecíficos.

Será más determinante tomar una muestra de sangre para realizar un test ELISA, un ensayo de anticuerpos que detectará la enfermedad (IgM o aguda e IgG crónica). Otra prueba bastante específica será la PCR para detección en sangre y tejidos (humor acuoso, líquido cefalorraquídeo o cerebro).

Los resultados permitirán saber el estado de salud del perro y el tratamiento más adecuado en cada caso. En embarazadas hay un test de sangre: Toxo-test que detecta si tienes o no inmunidad ante esto.

De confirmarse la toxoplasmosis, el objetivo prioritario del especialista será controlar la infección, ralentizar su multiplicación en las áreas afectadas y restaurar el sistema inmunológico. El fármaco de elección es la Clindamicina durante dos semanas-un mes. También puede elegirse Espiramicina vía oral u otras sulfonamidas.

¿Se puede prevenir?

La mejor arma es la prevención, por lo que debemos tener en cuenta una serie de consejos. Principalmente estos:

Para la mascota:

  • No alimentar a tu mascota con carne cruda.
  • Limpiar la bandeja del gato (si tenemos) habitualmente.
  • Evitar que nuestros animales tengan hábitos de caza y acceso a placentas u otros restos animales.

Para el ser humano:

  • Lavarse bien las manos habitualmente en el día.
  • No comer carne cruda o poco cocinadas.
  • Lavado de verduras curdas.
  • Utilizar guantes en jardinerías.
  • Establecer medidas de control para el gato.

Vet. Miguel Fraga García-Yanes

Graduado en veterinaria en la universidad Alfonso X El Sabio (Madrid). Colegiado 8917 en Madrid. Ampliando conocimientos en cirugía de tejidos blandos, endoscopia y dermatología. Interés por los animales desde muy pequeño y en compañía de Max desde hace 11 años.

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