Nuestros perros, al igual que nosotros, pueden sufrir episodios de estrés, ansiedad, tener miedos inoportunos e incluso padecer fobias. Estos episodios aparecen con frecuencia y pueden afectar de diferente manera a cada animal, en función de su carácter o experiencias previas.
En la actualidad el uso de los tranquilizantes ante estas situaciones está muy extendido, sin embargo, su uso debe estar indicado por un profesional. En el artículo de hoy, te contamos qué tipos de tranquilizante existen y cómo se deben administrar, entre otros consejos.
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¿Qué puede provocar que un perro esté nervioso?
No todos los perros son tranquilos o nerviosos de por sí, sino que la mayoría de las veces son estímulos externos los que provocan el nerviosismo del animal. Por ello, es fundamental descubrir la causa para intentar evitar estos comportamientos, antes de acudir a los fármacos.
Entre las causas más habituales está la ansiedad, que en perros se da frecuentemente en casos de separación. En este caso, las manifestaciones se caracterizan por conductas destructivas, ladridos incesantes, inquietud, temblores, micción o defecación inadecuadas, etc.
También es habitual la presencia de fobias, respuestas desproporcionadas ante ciertos estímulos. Especialmente son comunes las fobias a los viajes en coche, los truenos y los petardos, entre otros.
Adiestramiento para evitar que un perro se ponga nervioso
Antes de adentrarnos en el mundo de los fármacos, queremos dar unos pequeños tips en el caso de que tu perro sufra ansiedad por separación:
- Intenta romper la asociación de coger las llaves-salir de casa, cogiendo las llaves a lo largo del día sin salir de casa.
- Evitar prestarle demasiada atención al abandonar la casa, pensará que le vas a llevar contigo.
- Déjale entretenido con algún juguete o distracción durante tu ausencia.
- Al volver al hogar, no le prestes atención hasta que esté relajado.
- Ejercicio, la actividad física le ayudará a desgastar energía.
En el caso de las fobias, sería interesante realizar ejercicios de contracondicionamiento y desensibilización.
Tratamientos veterinarios para perros nerviosos
En ocasiones nuestros peludos no responden bien ante estas técnicas de adiestramiento o modificación de comportamiento. En estos casos, puede ser recomendable utilizar medicamentos para disminuir la ansiedad hasta que el problema se resuelva.
Tranquilizantes sin receta
Para empezar, vamos a abordar los tratamientos que disponemos a base de ingredientes naturales, no considerados medicamentos como tal y por tanto no requeridos de receta. No obstante, te recomendamos que consultes a tu veterinario para cualquier duda.
En el mercado disponemos de numerosos productos:
- Imitación de feromonas apaciguantes naturales liberadas por las madres tras el parto con el fin de calmar a sus cachorros (Adaptil). Se puede administrar mediante comprimidos orales, a modo de collar o spray. Ej: Adaptil Express, Calm o Transport.
- Suplementos nutricionales de origen natural a base de L- teanina, tiamina, triptófano y Vitamina B, entre otros ingredientes naturales. Ej: Canicomplete, YuCALM.
- Hierbas naturales: Totalmente inocuas y por tanto, no suponen un riesgo para nuestros peludos. Son múltiples los remedios naturales de los que disponemos, hablaremos de ellos a continuación.
- Abrigos corporales: basados en la terapia por presión, aportándoles sensación de seguridad.
Hierbas naturales para reducir los nervios en los perros
En este apartado abordaremos un poco más en detalle las sustancias naturales que podemos darles a nuestros perros.
- Avena: Se puede mezclar con el pienso, es un relajante y también está indicada en animales que han sufrido malos tratos o alimentación deficiente, pues fortalece el sistema nervioso.
- Hierba de San Juan: Antidepresiva y analgésica, indicada para trastornos obsesivos. Sin embargo, hay que tener precaución, podría provocar fotosensibilidad e incluso cataratas.
- Lavanda: con propiedades relajantes y analgésicas, mediante su administración únicamente por vía inhalatoria.
- Manzanilla: además de su efecto sedante, posee apigenina, que ayuda a eliminar las células susceptibles de volverse cancerígenas, entre otros muchos efectos beneficiosos.
- Tila: gracias a sus ácidos fenólicos y flavonoides ayuda a superar el estrés, es relajante y antiespasmódica.
- Valeriana: uno de los más eficaces en el control de la epilepsia, estrés y ansiedad, además de actuar como antiinflamatorio natural y estimulante del apetito.
Tranquilizantes con receta
Los tranquilizantes más habituales son:
- Benzodiacepinas, como el Diazepam, actúa modulando la neurotransmisión y cuyos efectos cardiorespiratorios son mínimos, pero puede producir reacciones paradójicas, como aumento de la excitabilidad.
- Fenotiazinas, como la Acepromacina, actúa bloqueando los receptores dopaminérgicos del cerebro. Sin embargo, puede tener efectos muy variables en cada animal, pudiendo aparecer efectos secundarios como hipotensión y convulsiones.
- Gabapentina, antiepiléptico y ansiolítico, entre cuyos efectos secundarios destacaría la somnolencia.
- Trazodona: antidepresivo y ansiolítico. Es bastante seguro, pero puede producir hipotensión y hay que tener especial precaución con los perros que cursen con arritmias, pues podría aumentarlas.
Todos ellos proporcionan un efecto relajante y sedante de acción rápida, pero pueden interferir en su conducta y aprendizaje. Además, un uso prolongado puede provocar dependencia.
Por último, destacar que pueden estar contraindicados en el caso de cachorros, perros de edad avanzada, hembras gestantes o con enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o epilepsia. Siempre bajo supervisión de un profesional.
Para terminar, recodaros que nunca debemos administrar sedantes a nuestros peludos sin consultar previamente a nuestro veterinario habitual. Él es quién puede determinar cuál es el sedante más recomendable para cada caso, basándose en el problema a tratar, la causa desencadenante y en el estado general de salud de nuestros compañeros.
Ni falta hace decir que es imprescindible seguir sus instrucciones de dosificación al pie de la letra, evitando sobredosificaciones y os aconsejamos comentar con vuestro profesional de confianza cualquier duda que os surja.