Cosas que tu perro hace cada día y no debería

¿Sabes que el adiestramiento de un perro tiene mucho que ver con cómo procedemos al educar a un hijo? Aunque tu primer instinto sea colmarlo de caprichos, no educarlo correctamente desde temprana edad ni socializarlo va a acarrearos trastornos del comportamiento. Los veterinarios y etólogos lo saben bien.

En este contexto, la revista Business Insider ha entrevistado a varios de estos profesionales para alertarnos sobre las prácticas a las que los acostumbramos a diario y que, sin embargo, suponen un riesgo para su salud física y mental. No tenerlas en cuenta podría hacerlos enfermar y generar problemas en la convivencia por un deficiente adiestramiento.

5 Cosas que nuestro perro hace y no debería

Todos ellos son gestos, para nada, malintencionados pero que repetidos en el tiempo elevan las probabilidades de que un evitable contratiempo que produzca. Ahondamos en ellos. ¿Nos acompañas?

Atarlos con correa para salir al exterior

Ya lo sé, cada vez que sabe que es la hora de salir a la calle tu perro se pone como loco. Es lógico, desde que existen necesitan ejercitarse y sentir el contacto con la naturaleza. No obstante, el hueso que se ubica justo debajo de la lengua de los canes es muy frágil, de modo que un tirón con la correa podría fracturarlo, especialmente si tu mascota es joven.

Por ello, los veterinarios aconsejan sustituir la correa por un arnés para que la presión quede repartida por el cuerpo. Él se sentirá más cómodo y disfrutará sin riesgos de sus paseos.

2. Lanzarles palos para que vayan a buscarlos

¿Sabes que no son, precisamente, pocos los perros que han fallecido por este lúdico juego? Al pisar mal han quedado en una mala postura y uno de los extremos del palo se les ha clavado en la garganta. No te alarmes, no es habitual, pero el riesgo existe y puedes prevenirlo fácilmente si reemplazas ese palo por una pelota de tenis o de goma.

Además, morder objetos tan duros como la madera favorece la aparición de caries, así como la rotura de piezas dentales.

3. Dejar la puerta del baño abierta

Permitirle acceder al baño le da vía libre a ingerir y a jugar con multitud de tóxicos, incluso el agua del WC puede provocarle trastornos digestivos. El colorido y el atractivo envasado de colonias, geles, desodorantes o cosméticos llamará la atención de tu mejor amigo. Por tanto, los especialistas recomiendan bajar la tapa del WC y cerrar la puerta del baño.

4. Obsequiarles con nuestra comida

El hígado de los canes no está capacitado para asimilar las elevadas cantidades de grasas con las que podemos lidiar los humanos. En este sentido, pese a ser un miembro más de la familia no lo agasajes con frituras, chocolate, golosinas, sal o alimentos precocinados, entre otros.

Se trata de alimentos con los que podría intoxicarse. Lo sabrás por sus vómitos o por la presencia de diarrea. Si esta práctica es recurrente, podría desencadenar en pancreatitis y/o en obesidad, lo que mermaría notablemente su esperanza de vida.

5. Ponerle tus gafas de sol

La fibra óptica de las gafas que empleamos para protegernos del sol está fabricada, entre otras sustancias, con óxido de zinc. Aparte de resultar lesivo para los ojos de tu mascota, si lo ingiere y este óxido alcanza su estómago podría dañar sus intestinos.

Las 5 libertades del bienestar animal

La salud canina, entendida en una dimensión física, cognitiva y emocional, está íntimamente ligada a una serie de cuidados que vienen a hacer posible que tu perro esté sano, equilibrado y feliz. Las llamadas 5 libertades del bienestar animal lo ilustran a la perfección:

  1. Libre de sed, hambre y desnutrición.
  2. Libre de incomodidad.
  3. Libre de dolor y enfermedad.
  4. Libre de miedo y estrés.
  5. Libre de expresarse y comportarse como lo que es, un perro.

Así, deberás evitar las prácticas que hemos desarrollado más arriba para procurarle un ambiente en el que se sienta seguro y querido y estimularlo tanto física como cognitivamente. Salir a la calle para que interactúe con otros animales y con las personas, para que curiosee y se desfogue le permitirá mantenerse estimulado y centrado.

Nunca lo regañes ni lo castigues. Tampoco lo humanices ni le consientas todo. Aunque parezca lo contrario un adiestramiento con límites, siempre valiéndote del refuerzo positivo, será un valioso activo para su salud. ¿Sabes que la inmensa mayoría de los abandonos tienen como detonante los problemas de conducta derivados de una escasa educación?

Acude al veterinario cada 6 meses

Igualmente, no reserves las visitas al veterinario solo para las ocasiones en las que lo observas indispuesto. Las consultas rutinarias resultan idóneas para confirmar que todo está bien, y en caso de no ser así para detectar la patología de forma precoz.

Si observas cambios en sus rutinas, estos pueden estar provocados por una causa física. Por tanto, para verificarlo deberás acudir al veterinario. Una vez despejadas las causas orgánicas, el etólogo podrá orientarte sobre el origen y el tratamiento más adecuado a fin de reconducir su comportamiento.

Como ves, existen actividades con las que estamos familiarizados por entero que interfieren negativamente en la salud de nuestra mascota. Esperamos que pongas en práctica las recomendaciones que te hemos proporcionado para disfrutar por muchos años y con calidad de la compañía de tu mejor amigo.

Miren Azurmendi

Periodista especializada en el mundo animal. Soy licenciada en Humanidades-Empresa en la Universidad de Deusto (San Sebastián). Copywriter y redactora de contenidos desde hace casi una década. He tenido el privilegio de ver nacer y crecer este blog en el que colaboro aportando mi granito de arena con una máxima: desarrollar artículos rigurosos y con información contrastada acudiendo a las fuentes que más saben sobre nuestros amigos los perros.

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