También conocida como atrofia retinal progresiva o PRA, según sus siglas en inglés, esta enfermedad ocular afecta a la retina de ambos ojos. La retina es la parte del ojo que se encarga de captar las imágenes y enviarlas al cerebro.
Cualquier lesión en ella va a afectar a la visión normal del perro. Hay diferentes manifestaciones de esta atrofia. Por desgracia, se trata de una patología incurable. En más o menos tiempo, el perro perderá la visión ¿Quieres conocer todos los detalles sobre esta patología?
- También te puede interesar: ¿Cómo cuidar a un perro ciego?
¿Qué es la atrofia progresiva de retina?
La atrofia retinal progresiva es una enfermedad en la que se produce una destrucción de las células de la retina de ambos ojos. Este proceso tiene como resultado la ceguera, ya que las imágenes captadas por el ojo no van a poder llegar al cerebro.
Hay diferentes tipos de atrofia retinal, por ejemplo la de progresión lenta de aparición precoz, la de progresión rápida de aparición precoz, la de aparición tardía, la de adquisición repentina o la central.
¿Qué perros padecen atrofia progresiva de retina?
Esta afección se ha descrito en numerosas razas. Como curiosidad, la primera fue el Setter gordon en el año 1911. Se considera una enfermedad hereditaria que se transmite a través de un gen recesivo autosómico.
Esto quiere decir que, para que se transmita la patología de padres a hijos, ambos progenitores tienen que presentar copias del gen dañado. Puede haber portadores asintomáticos.
¿Cómo saber si mi perro tiene atrofia progresiva de retina? Síntomas
El primer síntoma indicativo de esta enfermedad es la pérdida de visión nocturna. Lo notaremos porque el perro no camina seguro si lo sacamos a pasear cuando ya ha anochecido o todavía no ha amanecido.
Además, si se encuentra en una habitación oscura, podemos notar que no se atreve a bajar o subir a sofás o camas o llega a tropezarse con el mobiliario. La enfermedad seguirá avanzando, de forma que cada vez notaremos más dificultades relacionadas con la pérdida de visión. Se sucederán alteraciones en el comportamiento debidas a esta carencia.
Por ejemplo, es habitual que el perro no consiga bajar escaleras. De todas formas, son signos que nos pueden pasar desapercibidos durante un tiempo considerable, hasta que la ceguera ya esté muy avanzada y se haga evidente que el perro ha dejado de ver. Podemos notar las pupilas dilatadas, ya que no reaccionan a la luz. A veces se desarrollan cataratas.
Síntomas de atrofia progresiva de retina de progresión lenta de aparición precoz
En este caso, los perros afectados van a perder la visión nocturna a lo largo de su primer año de vida. En cambio, consiguen tener una correcta visión durante el día un año o más. Esta enfermedad afecta más a razas como el Akita, el Schnauzer miniatura, el Teckel o el Setter gordon.
Síntomas de atrofia progresiva de retina de progresión rápida de aparición precoz
Al contrario que el tipo anterior, en esta atrofia los daños a la visión se presentan durante el primer año de vida y avanzan con gran rapidez. En cuestión de meses, la ceguera ya es completa. Entre las razas afectadas destacan el Collie, el Setter irlandés o el Welsh corgi cardigan.
Síntomas de atrofia progresiva de retina de aparición tardía
Esta patología se presenta en perros de más de dos años de edad, que acaban completamente ciegos antes de cumplir los cuatro. Entre las razas que se ven afectadas por este tipo de atrofia se incluyen el Galgo afgano, el Border collie, el Cocker spaniel o el Labrador retriever.
Síntomas de atrofia progresiva de retina de adquisición repentina
Es una presentación de atrofia más común en hembras de edades comprendidas entre los seis y los catorce años. La progresión de la atrofia es tan rápida que, en cuestión de horas o, como mucho, de días, la visión se pierde por completo. En este caso, se desconoce el origen de esta enfermedad.
Síntomas de atrofia progresiva de retina central
Esta patología, conocida como CPRA, es menos frecuente que la PRA. Aparece en los perros de más edad. Se ven afectadas las células del centro de la retina, de ahí su nombre. Es más habitual en razas como el Golden retriever, el Border collie o el Collie de pelo corto. La zona que se daña en esta atrofia es la que proporciona una mejor visión al perro.
Esto tiene como consecuencia que los objetos quietos y bajo luz intensa no puedan ser vistos. En cambio, el perro sí distingue aquellos en movimiento porque son los que se perciben con la región más periférica de la retina. Eso sí, según avanza la enfermedad, la visión empeora. Pero es difícil que llegue a producirse una ceguera total.
¿Cuál es el tratamiento para la atrofia progresiva de retina?
Por desgracia, no existe ningún tratamiento para esta patología. Pero es importante que, ante una mínima sospecha de atrofia, acudamos al veterinario oftalmólogo. Este estudiará la retina para poder confirmar la enfermedad. Suele ser necesario realizar pruebas específicas como la ecografía ocular o la electrorretinografía.
De ahí la importancia de contactar con un profesional. Es posible que este nos prescriba un tratamiento para ralentizar el avance de la enfermedad. A veces es necesario operar las cataratas que se presentan, aunque la intervención no va a tener influencia sobre la ceguera.
Los perros suelen adaptarse a la pérdida de visión y somos nosotros los que debemos hacer un esfuerzo para facilitarles la convivencia. Como medida preventiva no debe criarse con perros que tengan la enfermedad o presenten un elevado riesgo de portarla. En los perros con pedigrí estos datos deberían estar registrados y disponibles.
Bibliografía
Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.