Los perros tienen dos conductas básicas marcadas a nivel genético; sobrevivir y reproducirse para mantener la especie. Y por supuesto nuestros perritos no iban a ser menos. Como todos los mamíferos que habitan el planeta, desarrollan un cambio hormonal denominado celo, que puede dar pie a la reproducción.
Los síntomas preliminares del celo en perras nos advierten de lo que está por llegar, nada más y nada menos que el ciclo reproductivo de nuestra perrita. Este ciclo está compuesto por varias fases que muestran la evolución del mismo y que nosotros también podremos apreciar. Veamos en detalle todo lo relacionado con el ciclo de celo.
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¿En qué consiste el celo de una hembra?
Se denomina celo al ciclo de menstruación de nuestra perra, durante el cual ovula y puede quedarse embarazada si dejamos que se aparee con un macho. Es un proceso totalmente normal y natural que se da, como antes he mencionado, en las hembras pertenecientes a la clase: mamíferos.
Durante el ciclo del celo nuestra perra comenzará a ovular, ovulará e intentará ser montada por un perro para tener descendencia. No podemos luchar contra ello ya que es algo genético, así que simplemente debemos darle mucho cariño y darle los cuidados necesarios para que pase su celo sin percances, ya que será una época de picos hormonales y es posible que nuestra perrita esté más inquieta de lo normal en determinadas fases de este.
¿Cuanto tiempo dura el celo de una perra?
Esta es una pregunta que no se puede responder con total seguridad, ya que la mayoría perras tienen un ciclo menstrual de unas tres semanas de duración. Pero siempre hay excepciones donde el ciclo puede durar apenas un par de semanas y casos donde puede durar cuatro o cinco semanas.
Sin embargo, lo habitual es que es nuestra perra tenga un ciclo de entre dieciocho días y tres semanas, pero no es un dato para tomarlo al pie de la letra, ya que puede variar por diversos motivos, en general depende de la raza.
El caso de que el celo de nuestra perra no finalice pasadas cuatro semanas o cinco, debemos consultar con un veterinario.
¿Cada cuanto tiempo tienen el celo?
A niveles generales las perras tienen uno o dos celos al año, no hay tampoco datos específicos para determinar cuándo los tienen, ya que puede ser en cualquier estación. Normalmente hay un periodo de seis u ocho meses entre celo y celo, aunque a veces se espacia bastante más.
Las perras de raza pequeña tienden a tener intervalos más cortos entre un ciclo estral y otro, mientras que las perras más grandes tienen intervalos más largos entre ciclos.
Si nuestra perra tiene uno o dos celos al año, está dentro de lo que podríamos catalogar cómo normal. Si no tiene celos o tiene más de los indicados, habría que consultar a un veterinario para que nos informe tras haber realizado las correspondientes pruebas.
En hembras en desarrollo sobre todo hembras de raza grande, puede ocurrir que no entren en celo cuando deberían haberlo hecho durante ese tiempo. Esto es debido a que este tipo de razas (mastín, dogo alemán, san bernardo…) tardan más en desarrollar los órganos que desencadenan la producción y liberación de hormonas.
No obstante, en hembras de razas grandes y gigantes que han alcanzado la madurez sexual completa a partir de los dos años, la ausencia de ciclos de celo puede atribuirse a determinadas patologías, por lo que será muy aconsejable acercarla a nuestro veterinario.
¿Cuando tiene una perra su primer celo?
Una perra sana y con una vida normal sin estrés ni ansiedad, tiene su primer celo entre los ocho meses y el año y medio de vida. Dependiendo de cada perro, de su tamaño y desarrollo puede variar bastante la fecha del primer celo.
A niveles generales, los perros de raza pequeña suelen tener el primer celo entre los seis meses y el primer año de vida. Sin embargo, los perros de raza grande, como antes he comentado, tienen el celo más tarde (entre los dieciséis y veinticuatro meses de edad).
Aplicando una simple lógica podemos determinar también que las perras de tamaño mediano pueden tener su celo entre los seis y los veinticuatro meses de edad, aunque por lo general suelen tenerlo sobre el primer año de edad o algunos meses después.
Cómo ves no hay una fórmula matemática para determinar en qué momento exacto tienen el celo, aunque sí que podemos orientarnos un poco dependiendo de su tamaño y edad. Es muy importante anotar en un calendario el momento en que nuestra perra tenga su primer celo, ya que así podremos compararlo con el segundo y estipular más o menos cada cuántos meses nuestra perrita sale en celo.
Síntomas y ciclos del celo en perras
La palabra ¨celo¨ hace referencia a todo el ciclo de las perras. Pero este está compuesto por cuatro notables fases. Dependiendo de cada fase, nuestra perrita tendrá un comportamiento u otro.
Así pues, vamos a ir repasando cuáles son las fases del celo en una hembra y sus correspondientes síntomas:
- El ciclo del celo en fase de Poestro.
- El ciclo del celo en fase de Estro.
- El ciclo del celo en fase de Diestro.
- El ciclo del celo en fase de Anestro.
Síntomas y ciclo del Poestro
Se puede denominar proestro al ciclo en el que nuestra perra comienza a manchar, tiene una duración de entre seis y doce días, de media nueve-diez. Es completamente normal que veamos manchas de sangre en sus genitales y que incluso vaya manchando por casa o por la calle.
A pesar de estar manchando y atrayendo por ende a otros machos, nuestra mascota no aceptará la monta de ninguno de ellos, incluso se puede poner agresiva si el macho insiste, ya que no va a dejar que ningún macho la monte.
En ocasiones se muestran menos sociales de lo habitual, debido al gran cambio hormonal que está sufriendo su cuerpo. Pueden orinar más de lo normal en esta fase.
Si apreciamos estos síntomas debemos ser un poco precavidos y evitar que nuestra perra se junte con otros perros. Si las manchas de sangre son un problema en casa, podemos utilizar braguitas especiales para perras o compresas/pañales para perras.
Síntomas y ciclo del Estro
Se denomina estro al ciclo que sigue al proestro y que a niveles generales tiene una duración de una semana-diez días aproximadamente. Dependiendo de cada perra este ciclo puede durar un poco menos o algunos días más.
Durante el estro la hembra ya no mancha (aunque a veces no ocurre así) y sus ovarios están totalmente preparados para ser fecundados por el semen de un perro macho, apreciaremos que sus genitales están algo más inflamados y calientes de lo habitual, es un periodo de fertilidad donde los picos hormonales tienen lugar.
En esta fase las perras en celo están muy receptivas, dejando que el macho las monte (es la única fase durante la cual una hembra deja que un macho la monte y la fecunde). Será frecuente que veamos a nuestra perrita acercándose a los machos restregándose contra ellos o levantando la cola mostrando los genitales inflamados y edematosos.
Este ciclo es muy complejo dado que las perras no sólo dejan que las monten, sino que sienten la necesidad de ser montadas. Es completamente normal que intenten escaparse buscando un macho para procrear, por lo que recomendamos encarecidamente que nunca se suelte a una perra con este ciclo a no ser que queremos descendencia. Lo mejor es llevarlas atadas con correa y evitar pasar por lugares donde haya perros macho.
Su comportamiento es diferente durante el ciclo del estro ya que se vuelven más mimosas y receptivas, más juguetonas e incluso alegres. Son cualidades que surgen con un único fin: atraer a un macho para que se de la fecundación. Los machos lo pasan mal durante esta fase de las hembras ya que detectan instintivamente las feromonas desprendidas por ellas desde la distancia.
Si finalmente se produce la monta es muy probable que nuestra perra quede preñada y finalice su celo para comenzar la gestación.
Diestro y síntomas
Una vez finalizado el ciclo del estro comienza la fase de diestro. Tiene una duración de unos sesenta días (lo que duraría una gestación) durante los cuales la perra no estará receptiva, no dejará que un perro la monte.
Es en este periodo cuando la perra estaría gestante por lo que a veces pueden desarrollar pseudogestaciones (embarazo psicológico) y producir leche por las mamas al pensar que están en una gestación. Si la secreción de leche no cesa, deberíamos llevarle al veterinario a que revise dicha secreción láctea.
Anestro y síntomas
Es el tiempo comprendido entre que el diestro finaliza hasta que empieza el siguiente celo. Durante este ciclo la hembra descansa hormonal y sexualmente, dejando un tiempo prudente hasta su próximo celo. No hay manchas de sangre ni genitales inflamados, todo vuelve a la normalidad y nuestra perra mostrará su comportamiento habitual sin recibir a machos ni estos sentirse atraídos por las hembras.
¿Cómo puedo evitar que mi perra salga en celo?
Existen técnicas muy efectivas para evitar que una perra tenga el celo, la principal es la castración, coloquialmente denominado cómo vaciado. Consiste en una cirugía rutinaria que evitará que nuestra perra ovule y en consecuencia evite al 100% que pueda quedar preñada.
La castración en perras está totalmente recomendada si no tenemos intención de que nuestra perra tenga descendencia. Con ella evitaremos que nuestra perra manche y tenga los ciclos y síntomas típicos de cualquier menstruación en perras, así como numerosas patologías que pueden desencadenarse si no se esteriliza.
Podemos castrar a nuestra perrita antes de su primer celo sin ningún problema, aunque hay veterinarios que prefieren esperar a que terminen el primer celo para asegurarnos de que están totalmente desarrolladas antes de castrarlas.
Si no queremos operarla, existen inyecciones que actúan cómo anticonceptivos, de venta en clínicas veterinarias, pero estos pueden dar la posibilidad de aparición de patologías uterinas.
¿Por qué los perros se vuelven locos cuando una perra está en celo?
Lo habitual es que una perra en celo orine mucho más de lo normal (poliuria), es una técnica que utilizan para dejar su marca y de paso soltar un montón de feromonas que revolucionarán comportamentalmente a los machos. Por eso los machos se vuelven tan pesados cuando ven una perra en celo, persiguiéndolas constantemente para montarlas, ya que estas sueltan muchas pero que muchas feromonas por donde pasan y/o marcan.
Son muchos los casos de perras que se escapan buscando un macho, y muchos también los casos de machos que se escapan de casa en busca de la hembra que desprende ese irresistible olor para montarla. Aunque pueda parecer algo gracioso en realidad hay perros que lo pasan realmente mal, dejan de comer, aúllan, lloran, se ponen extremadamente nerviosos….
Si tenemos una perra en celo debemos evitar a toda consta pasear por lugares donde haya más perros, de igual forma que si convivimos en casa con un macho y una hembra, debemos separarlos durante la época de celo, excepto si el macho está castrado.