La medicina está avanzando a niveles tan grandes que muchas veces es hasta difícil estar actualizado. Las células madre se han convertido en uno de los estudios de moda en esta década, y no es para menos viendo lo que son capaces de hacer.
Dado que su uso ya estaba instaurado en humanos desde hace tiempo, «ahora» son nuestros perros quienes parecen estar disfrutando de sus múltiples beneficios. Desde patologías como artrosis, displasia, enfermedades autoinmunes, medicina regenerativa hasta la conocida y temida IBD, también llamada enfermedad inflamatoria intestinal.
Aunque en países como Estados Unidos e Inglaterra esté más avanzado su uso y los perros que son tratados con ellas muestran grandes mejorías, no se puede decir que sea práctico al cien por cien en todos los casos. Es necesario seguir haciendo avances, veamos todos los detalles.
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¿Qué son las Células Madre y cómo se obtienen?
Las células madre son células que todos los seres vivos tenemos en el organismo. Tienen capacidad de reproducirse y de diferenciarse, por lo que podría decirse que son el origen de otras células. A groso modo, podríamos decir que son células que tienen la capacidad de reparar problemas en el organismo.
En individuos adultos ya desarrollados como puede ser tu perro o el mío, las células madre actúan regenerando tejidos dañados del organismo (cartílago, músculo, piel…). Actúan de esta manera porque tienen gran capacidad proliferativa y de diferenciación (conversión), dando lugar a tejidos como grasa (adipocitos), hueso (osteoblastos) y cartílago (condrocitos). Son células también con propiedades antiinflamatorias, por lo que pueden ayudar en este sentido al ser implantadas en tejidos inflamados.
Para obtenerlas, en medicina veterinaria se pueden aislar a partir de la médula ósea y la grasa (tejido adiposo). Es menos invasivo obtenerlo de la grasa, por lo que debemos acudir a una clínica veterinaria donde cogerán un poco de grasa subcutánea de nuestro perro y la enviarán a un laboratorio especializado. El procedimiento requiere anestesia, pero es muy rápido ya que se necesita poca cantidad.
El laboratorio extraerá las células madre de la muestra de grasa, aislándolas y reproduciéndolas en un gran número, superior al que el perro tenía de forma natural. Se expanden en un cultivo y se someten a controles de calidad.
Es un proceso que lleva alrededor de tres a cuatro semanas tras el envío de la grasa, por lo que hay que ser pacientes. Una vez se haya alcanzado un número elevado de células madre, el laboratorio enviará estas al veterinario para que se las administre a nuestro perro.
¿Qué enfermedades pueden tratar las células madre?
Al estar dicha terapia en continuo estudio y desarrollo, no es posible definir en una lista el número exacto de enfermedades que pueden curar. Las células madre son un relativo actual descubrimiento que se desconoce hasta donde son capaces de llegar.
Aunque gracias a los estudios que se han realizado y se están realizando ya en perros, se puede determinar que este tratamiento está ofreciendo excelentes resultados en conocidas enfermedades tales como:
- Artritis y artrosis
- Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD)
- Displasia (cadera y codo)
- Inflamaciones de la cavidad oral (gingivoestomatitis felina )
- Enfermedades oculares
- Insuficiencia renal crónica
- Ligamentos cruzados rotos
- Problemas de dermatitis y alergias
- Enfermedades autoinmunes
Como antes decíamos, no podemos concretar un número determinado de patologías, ya que se cree que las células madre podrían ser efectivas para tratar más de doscientas enfermedades inicialmente, muchas más en un futuro no muy lejano.
¿Cómo se administran las células madre?
Las células madre se administran vía intravenosa en un proceso que suele durar entre tres y cuatro horas, es decir, deben ser administradas por el veterinario obligatoriamente. También pueden ser administradas en el lugar de la lesión en el caso de osteoartrosis o lesiones de tendones o ligamentos, así como a modo preventivo para anticiparse a determinadas patologías.
El efecto máximo aparece entre las 4 y las 8 semanas. Según la enfermedad y la respuesta clínica, puede ser necesario administrar más de una dosis. Al tratarse de células del propio organismo, no suelen tener efectos adversos.
Cada caso es diferente y hay que ir valorando. Si ha sido efectivo el tratamiento y hemos observado una mejora, dicha mejora debería prolongarse durante muchos más meses. En cambio, si los resultados no son los esperados en un plazo de unos tres meses tras la aplicación, se puede volver a repetir el tratamiento por segunda vez.
El precio de un tratamiento de células madre puede variar entre los seiscientos y los mil euros en países como España, dependiendo de muchos factores tales como el precio del laboratorio elegido para el tratamiento, la clínica donde lo realicemos, etc.
¿Qué se debe hacer después de un tratamiento de células madre?
Simplemente llevar una vida normal y esperar pacientemente para poder apreciar resultados. Conviene tomar anotaciones de interés del estado de la enfermedad cuando se aplica el tratamiento y del estado de la misma cada siete o quince días. De esta forma podemos evaluar las mejoras y el tiempo que han necesitado.
Dependiendo de para qué patología hayamos usado las células madre, conviene tener en cuenta el ejercicio que se hace, ya que en determinadas patologías el ejercicio debe ser moderado (artrosis y displasia…).
Excelente articulo; tengo una pastor belga de 4 años diagnosticada con artrosis y leve displasia de cadera; me apoyarían de favor con valoración, si todo marcha perfecto sobre su primera dosis, ¿en cuanto tiempo hay que volver a repetir el tratamiento?.
Hola Patricia,
Los tratamientos con células madre van mejorando día a día, la mejor valoración te la dará tu veterinario en función al estado de tu perro (cuanto más grave es el caso, más tratamiento necesitará). No obstante, no sé si conoces un tratamiento nuevo que ha salido para perros con estos problemas que es bastante efectivo eliminando el dolor, se llama LIBRELA, por si quieres consultar con tu veterinario.
Saludos