Posiblemente sea la raza más común y hermosa que existe, su manto dorado y su carácter siempre alegre y cariño lo convierten en el compañero perfecto. Pero ¿qué necesita un Golden Retriever para vivir sano y feliz?
Desde una alimentación adecuada a determinados cuidados físicos, lo cierto es que esta raza precisa de nuestra atención para evitar problemas como el sobrepeso o ladisplasia. Veamos en detalles como cuidar de nuestro Golden.
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¿Qué debe comer un Golden Retriever?
Durante su etapa de cachorro debemos limitarnos a usar un pienso de alta calidad específicamente desarrollado para perros de razas grandes. Sin embargo, cuando sea adulto debemos valorar a opción de pasar directamente a un pienso moderado en calorías.
El Golden Retriever es muy propenso a padecer sobrepeso, algo bastante perjudicial para su salud en general, pero sobre todo para sus articulaciones. Por lo que un pienso «light» y evitar el consumo de premios (chucherías para perros) es lo más recomendado, sobre todo si está castrado.
Ejercicio a diario pero moderado
Los Golden Retriever son perros muy activos, pero no debemos forzarlos pues son muy propensos a padecer problemas en las articulaciones y rotura de ligamentos. Por ello, debemos dejar que corran y jueguen, pero a su ritmo.
Tres o cuatro paseos al día son los recomendados para que haga sus necesidades fuera del hogar. Uno o dos de esos paseos deben ser especialmente largos, dejando que corra y juegue a su antojo.
No está recomendado forzarlos a acompañarnos si andamos en bicicleta o corremos, pues se forzarán y terminará pasándoles factura. Su salud no es tan resistente cómo la de otras razas.
¿Cómo cuidar el pelo de mi Golden Retriever?
El dorado pelaje de este perro requiere de dos cuidados fundamentales: cepillado y baño.
El cepillado
Es recomendable utilizar un cepillo de cerdas metálicas dos veces por semana para eliminar el pelo muerto. Además, el Golden muda de pelaje dos veces al año, durante esta temporada se recomienda cepillado diario.
Ser riguroso con esta rutina es muy importante, de lo contrario se formarán nudos y tu Golden será el huésped perfecto para parásitos externos, como pulgas y garrapatas. Siempre debes esperar a que el manto esté seco para cepillar.
El baño
El pelaje del Golden Retriever repele el agua, así que no son necesarios los baños frecuentes. Una vez al mes o cada dos meses será suficiente para mantenerlo limpio. Si requiere de una frecuencia mayor, debemos usar un jabón con el ph neutro (específico para perros).
Recuerda limpiar y secar a conciencia sus oídos para evitar problemas como la Otitis, bastante común en esta raza.
Convivencia familiar
Entre los cuidados del Golden Retriever, también se encuentra la relación con los humanos. Esta raza es muy familiar, no es el tipo de perro que se siente bien solo en un jardín. Formar parte de la vida familiar, los juegos y las caricias diarias, y acompañar a las personas en sus actividades lo hacen muy feliz.
Además, se lleva bien con niños, así que es la mascota ideal para jugar con ellos. Puede vivir en apartamentos, siempre y cuando se le proporcione actividad física diaria, aunque lo ideal para él son casas con patio o jardín.
¿Qué cuidados precisa un cachorro?
Los cuidados básicos para un Golden cachorro incluyen esperar hasta la octava o novena semana de vida para destetarlo, aunque lo más recomendable es que continúe con su madre hasta el tercer mes. A partir de ahí, lo alimentarás con comida sólida formulada para cachorros de 3 y 4 veces al día.
Los cachorros pueden practicar ejercicio moderado, siempre a su ritmo. Siendo lo mas recomendable que juegue con otros perros, así de paso que se ejercita, también se socializa.
La socialización con otros perros y personas es recomendable desde cachorro, de esta forma crecerá como un compañero amigable y equilibrado. De igual forma, desde el primer día en casa debes empezar a enseñarle dónde hacer sus necesidades, comer y dormir. Si prefieres, puedes acudir a adiestradores caninos para entrenarlo.
El calendario de vacunas y desparasitación deben realizarse de acuerdo con la frecuencia que determine tu veterinario. De igual forma, acude a la consulta si notas signos de enfermedad o cambios de ánimo.